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Los cuchillos de Montezemolo silencian el motor de Ferrari
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UN FICHAJE ESTRELLA Y UN TEST EN PLENA POLÉMICA

Los cuchillos de Montezemolo silencian el motor de Ferrari

El patio de la Fórmula 1 está revuelto. Los comentarios que rodean la casa de Ferrari hablan de una vivienda con problemas entre sus inquilinos

Foto: Pedro de la Rosa charlando con Stefano Domenicali.
Pedro de la Rosa charlando con Stefano Domenicali.

El patio de la Fórmula 1 está revuelto. Los comentarios que rodean la casa de Ferrari hablan de una vivienda con problemas entre sus inquilinos merced a las últimas palabras de quien lleva los pantalones en dicha casa, Luca di Montezemolo. Quizás, internamente, el italiano haya conseguido lo que se propuso al tirar de las orejas a su primer piloto, Fernando Alonso y trasregalarunos cuchillos a sus ingenieros. Pero, de puertas hacia fuera, ha avivado el fuego de la polémica y desviado la atención de la actualidad deportiva de la Scuderia.

Debía tener buenas razones Montezemolo como para pellizcar así a su piloto y causar todo este revuelo. Si no hubiera hablado, las quejas de Alonso del domingo ya hubieran ‘caducado’ en la prensa (como otras veces) y, salvo algunos comentarios sobre la hipotética relación del español con Red Bull, esta semana las informaciones en torno a Ferrari destacarían por su fichaje en la parte técnica, James Allison, y los test privados que está llevando a cabo. Algo más agradable para sus patrocinadores.

El sigiloso fichaje del nuevo director técnico James Allison, ex de Lotus y uno de los culpables de que hoy en día el equipo de Enstone tenga tanta salud, supone un importante cambio. A partir del 1 de septiembre, primer día de trabajo del inglés en Maranello, Pat Fry dejará la dirección técnica para encargarse de la ingeniería. Allison estará centrado en el chasis y ambos tendrán hilo directo con el jefe del equipo, Stefano Domenicali.

Un fichaje estrella que ha pasado de puntillas

Allison es considerado uno de los mejores diseñadores de la actual F1 y ya trabajó en Ferrari al lado del alemán Michael Schumacher y junto a Alonso en su paso por Renault, siendo vital en los dos títulos mundiales del asturiano. No se trata de un hombre más, si no de un fichaje estrella que ha pasado desapercibido mediáticamente con el huracán polémico de ‘dimes y diretes’.

¿El problema de Ferrari está en su personal, pilotos, en los medios que posee o en su modo de trabajo? Desconociendo si Ferrari es ineficaz en su funcionamiento interno (algo que sólo pueden juzgar sus trabajadores) y que cuenta con pilotos y técnicos experimentados (desde Abu Dabi 2010 ha incorporado nombres importantes), la Scuderia está tratando de modernizar sus medios. Más concretamente el túnel de viento.

A vueltas con el túnel

El F138 ha sido concebido en el túnel que Toyota tiene en Colonia porque el de Maranello está siendo remodelado por problemas de correlación. Para que no haya fallos en este sentido debe haber una sincronización en los datos del túnel de viento, los del ordenador de CFD, la reacción del coche en pista y las sensaciones del piloto. A Ferrari, ni con el cambio de túnel, le salen las cuentas y por eso mandó a Pedro de la Rosa con el F150 a Magny Cours.

Sobre la pista francesa, el piloto catalán intentará descifrar en qué peldaño de la escalera falla el proceso que ha provocado la no incorporación de elementos en los monoplazas de Alonso y Felipe Massa desde el pasado GP de España (“el coche apenas ha cambiado desde Barcelona”, admitió el asturiano antes de Hungría). En definitiva, resolver la incapacidad de Ferrari para evolucionar su vehículo al mismo ritmo que sus rivales.

Mientras el ruido alrededor de Ferrari continúa con frases polémicas, el motor de su monoplaza ruge para tratar de dar la vuelta a la tortilla en verano, al estilo de Red Bull hace un año. De cara a la imagen de la marca es necesario que se respire un buen ambiente, tal y como pide Montezemolo, pero de cara a ganar carreras y títulos, además de esoes necesaria una reacción inmediata, tal y como desea Alonso.

El patio de la Fórmula 1 está revuelto. Los comentarios que rodean la casa de Ferrari hablan de una vivienda con problemas entre sus inquilinos merced a las últimas palabras de quien lleva los pantalones en dicha casa, Luca di Montezemolo. Quizás, internamente, el italiano haya conseguido lo que se propuso al tirar de las orejas a su primer piloto, Fernando Alonso y trasregalarunos cuchillos a sus ingenieros. Pero, de puertas hacia fuera, ha avivado el fuego de la polémica y desviado la atención de la actualidad deportiva de la Scuderia.

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