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Adiós a Mark Webber, el insumiso "hombre encantador"
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SE DESPIDE DE LA FÓRMULA 1 TRAS MÁS DE 200 CARRERAS

Adiós a Mark Webber, el insumiso "hombre encantador"

"Soy consciente de que la Fórmula 1 es vista como el pináculo absoluto de los deportes de motor y he trabajado con algunas personas increíbles, en

Foto: Adiós a Mark Webber, el insumiso "hombre encantador"
Adiós a Mark Webber, el insumiso "hombre encantador"

"Soy consciente de que la Fórmula 1 es vista como el pináculo absoluto de los deportes de motor y he trabajado con algunas personas increíbles, en particular Adrian Newey. He conducido en algunas de las condiciones y circuitos más duros y difíciles, y contra algunos pilotos increíbles con los que voy a seguir compitiendo hasta el final del año. ¿Voy a echar de menos algo de esto? Sí, por supuesto, pero el tiempo no se detiene para nadie, no tenemos 25 años permanentemente y es el momento de pasar a mi siguiente reto".

Mark Webber se marcha de la Fórmula 1. Se va un hombre que será recordado como el compañero del exitoso Sebastian Vettel pero, sobre todo, como un piloto insumiso, honesto e íntegro que ha dado lecciones de cómo comportarse tanto dentro como fuera de la pista. No se va uno más del Gran Circo, se marcha un "hombre encantador" –como le describió Claire Williams en una conversación con El Confidencial- cuyo hueco será difícilmente reemplazable, más allá de que le sustituya un piloto mejor o peor (pese a su red de canteranos, Kimi Raikkonen es la primera opción).

Unido por una fuerte amistad con Dietrich Mateschitz, dueño de Red Bull, Webber ha sido uno de los pilares en los que ha crecido el equipo austriaco, que contrató al australiano dos años después de su aterrizaje en la Fórmula 1.

Expresar lo que él considera justo

El piloto de 36 años, fiel a su estilo, no ha escondido su decisión hasta final de temporada y, para bien o para mal, lo ha hecho público en cuanto lo ha madurado lo suficiente. Así es Mark Webber: sincero, directo e íntegro. Tanto que en esas palabras donde dice adiós ha querido mencionar Adrian Newey y no por casualidad, sino porque ha deseado dejar claro cuál es la persona que más le ha impresionado en los doce años que ha estado en Fórmula 1. Es su manera de ser, expresar públicamente lo que él considera que debe ser justo. Esa política de sinceridad le ha llevado a protagonizar una de las declaraciones que serán imborrables en la historia de este deporte.

"No está mal para ser el segundo piloto, ¿no?", espetó cuando ganó el GP de Gran Bretaña de 2010 a la radio del equipo, que le sustituyó su alerón trasero para dar el suyo a un Vettel que lo había roto en los libres. Lejos de ser un hombre sumiso o subordinado a Vettel, Webber ha sido amante de aclarar asuntos u opiniones que le repercutían. No ha dejado en el tintero muchas cuestiones en las que perfectamente se podía correr un tupido velo… las ha sacado a la luz para que los aficionados adopten sus propias conclusiones, como la polémica del reciente GP de Malasia, donde puso en evidencia -en el mismo podio- a su compañero y vencedor de la prueba ("Vettel ha tomado sus propias decisiones"). Al contrario que el alemán, Webber no quiso esperar a una reunión del equipo para tratar el tema.

Cuando lo ha considerado, incluso ha levantado la voz descubriendo supuestamente los colores y la preferencia del asesor deportivo del equipo, Helmut Marko, "está claro que no estoy en su agenda" (pero sí en la de Mateschitz). Y hasta ha tenido para repartir en la columna que el pasado tenía en la BBC para atizar a Lance Armstrong por su dopaje.

Si hay que enseñar el morro, lo enseña

Otras veces, ha vertido su opinión en la pista. Tanto en el GP de Gran Bretaña de 2011 como en el GP de Brasil de 2012 enseñó el morro de su monoplaza a Vettel diciendo: "Estoy aquí y soy más rápido que tú". A diferencia de Vettel en Sepang, no llegó a adelantarle ni provocó una situación límite. Sea cual sea el motivo por los que no arriesgó Webber, ahora se ve como un gesto elegante para pedir respeto dentro del equipo.

Con 3 Campeonatos de Constructores, 2 terceros puestos en el de Pilotos, 9 victorias y 36 podios, es uno de los pilotos más exitosos en la actual Fórmula 1 desde 2010. Su fama, dinero y trofeos no le han impedido mantener su correcto comportamiento (salvo la peineta a Vettel en Malasia): El Confidencial narró en marzo cómo durante los pasados test invernales, Webber fue preguntado por un joven periodista español una cuestión un tanto confusa: si prefería lluvia o sol esos días (es sabido que las circunstancias ideales para probar mejoras son en seco). Mark, lejos de obviar al joven, empatizó con el entrevistador y su situación para responder con todo tipo de detalles. Un detalle ‘made in Webber’ que alimenta su fama de deportista modelo.

"Ha sido una excelente parte del equipo"

Ahora se marcha para correr con Porsche las 24 horas de Le Mans (algo que ya hizo en 1998 y 1999 con Mercedes) y seguirá vinculado a Red Bull como imagen de marca y asesor de otros atletas de la empresa. "Ha sido una excelente parte del equipo", asegura Christian Horner en sus primeras palabras sobre su despedida.

De las más de 200 carreras de Fórmula 1 a sus espaldas y, tal vez, la del 12 de julio de 2009 en Nurburgring la recordará de una manera especial, fue su primera victoria. "Es un día increíble. Un día increíble para toda la gente que me ha ayudado a estar donde hoy estoy". Quizás aquel domingo pensó que podía ser campeón del mundo. Cuatro años después de su "increíble día", viendo que –aparentemente- ha tocado techo y el tiempo se le echa encima, se ha marcado nuevos objetivos fuera de la Fórmula 1.

Mucha suerte.

"Soy consciente de que la Fórmula 1 es vista como el pináculo absoluto de los deportes de motor y he trabajado con algunas personas increíbles, en particular Adrian Newey. He conducido en algunas de las condiciones y circuitos más duros y difíciles, y contra algunos pilotos increíbles con los que voy a seguir compitiendo hasta el final del año. ¿Voy a echar de menos algo de esto? Sí, por supuesto, pero el tiempo no se detiene para nadie, no tenemos 25 años permanentemente y es el momento de pasar a mi siguiente reto".

Helmut Marko