El arreón de Mercedes, entre la 'inspiración divina' y los test privados

Recogiendo las sensaciones vertidas por los protagonistas de Mercedes se nota una evolución en el rendimiento de su monoplaza desde que, casualmente, realizaron un test privado con Pirelli en el que no extrajeron “ninguna conclusión”, según ellos. “Mirando hacia atrás, donde estábamos hace un mes, hemos dando buenos pasos hacia delante”. Las palabras de Nico Rosberg tras el GP de Canadá no hacen sino fortalecer los motivos de los que Red Bull y Ferrari se quejan: Mercedes se aprovechó de esas pruebas en Montmeló. El 20 de junio, ante el Tribunal Internacional, el equipo alemán tendrá que demostrar su inocencia porque, al contrario que en la justicia ordinaria, para la Fórmula 1 es culpable hasta que no se demuestre lo contrario.

Mercedes ha logrado en dos ocasiones meter a sus dos vehículos en el ‘top cinco’: Mónaco y Montreal. Casualmente, las dos carreras que han venido después del ya considerado test menos secreto en la historia del automovilismo. A partir de aquí, ¿cómo puede el equipo de Ross Brawn demostrar que las mejoras de las que habla Rosberg no se deben, al menos en parte, a los 1000 kilómetros en el Circuit? ¿Inspiración Divina, de repente? Desde su regreso a la F1 no habían tenido dos resultados tan buenos de manera consecutiva.

En consonancia con la satisfacción mostrada por Nico estuvo la de su compañero Lewis Hamilton, “el coche ha ido fantástico”, admitió el ex de McLaren. Esta reacción difiere de las palabras que resumieron su participación en el GP de España: “No teníamos el ritmo de los coches más rápidos de hoy y la distancia con los tres equipos de delante de nosotros es cada vez mayor”. En Fórmula 1 es muy complejo dar la vuelta a la tortilla de la noche a la mañana. “No existen los milagros”, declaraba el pasado año Alonso para explicar que las diferencias entre su Ferrari y el Red Bull de Vettel no se podían recortar por arte de magia.

No ha habido un “milagro” pero sí un empujón

En el caso de Mercedes no es que se haya realizado un “milagro”, pero sí parece haber tomado impulso y, sobre todo, ha habido un cambio en la dinámica en poco tiempo. Si tras Barcelona reinaba el pesimismo de su alejamiento con los más fuertes, ahora es el optimismo porque han recortado mucha distancia. Por fin, parece que han solventado en parte su problema de degradación de gomas. Al menos lo suficiente como para haber logrado dos podios y dos 'top cinco' consecutivos. Inimaginable para Hamilton tras la carrera en Barcelona.

En defensa de Mercedes hay que aclarar que Mónaco es el circuito con menos degradación de gomas y que Canadá tampoco se caracteriza por ello (todo lo contrario que Montmeló). De esta manera, un porcentaje de su mejora corresponde al perfil de estas pistas... pero, ¿cuánto? En dos carreras han pasado de ser el cuarto equipo a ser el tercero en el campeonato de Constructores, y ya se han situado a 11 puntos de Ferrari.

El Tribunal Internacional no será el encargado de aclarar en qué porcentaje sus mejoras provienen de los test privados (según Adrian Newey, “en tres días de test se gana un segundo”), simplemente dirá si Mercedes hizo trampas al ejecutar las famosas pruebas tras el GP de España. Y, a partir de aquí, la hipotética sanción que se le imponga en caso de declararles culpable, podría ser interpretada como el reflejo del beneficio que hubieran obtenido. En ese caso, que cada aficionado haga sus cuentas.