Alonso, bajo el signo del tres

“Gran victoria para Ferrari y Alonso, fantásticas 31 victorias, felicidades para él, estoy seguro que seguirán muchas más victorias. Gran trabajo”. Nigel Mansell felicitaba así en Twitter a quien acababa de igualar sus triunfos en la Fórmula 1. Seguro que el británico acertará en sus pronósticos para el dúo Alonso-Ferrari en 2013, porque el español apunta a claro aspirante al título con el actual F138. Que repita la abrumadora superioridad de ayer es otra historia. Pero esta fue una de las grandes sorpresas de Shanghái. No por ganar (se veía venir), sino por la forma de lograrlo.

A diferencia de Schumacher, Prost, Senna y Mansell (los pilotos con tantas o más victorias que el asturiano), Alonso nunca ha disfrutado en su trayectoria deportiva de ese singular monoplaza que le haya permitido, metafóricamente hablando, 'fumarse un puro' en una temporada.  Mp4/4, FW92, F2002 o F2004, Brawn 2009, RB6… son ejemplos fuera de su alcance en el pasado. Ayer, el F138 nos recordaba en sus manos aquellos coches legendarios. Puede que él afirme lo contrario, pero hacía años que no se veía ganar a Alonso con tan apabullante superioridad.

Una carrera impecable en todos los sentidos

Fue esa actuación soñada por cualquier equipo, perfecta en todas sus áreas:  puesta a punto del coche, arrancada, estrategia de carrera, degradación, pilotaje… Cuando Alonso lanzaba el mensaje a su ingeniero Stella  que ridiculizaba al resto (“no estoy tirando”) sólo confirmaba esa superioridad flagrante que se apreciaba  al analizar el número de giros con cada juego de neumáticos y el vuelta a vuelta del piloto español, que tensaba el muelle cuando y como quería. Ayer, parecía que Alonso disparaba a gorriones.

Con la prueba de China, grosso modo, la foto global de las primeras carreras  retrata a un McLaren que  rueda con la lengua fuera para alcanzar al pelotón, Lotus hace la goma según el circuito (Raikkonen ya anticipó el sábado sus pocas opciones para ganar el domingo), y Mercedes (“no estamos todavía ahí”, le decía Brawn a final de carrera a Hamilton por radio) pierde fuelle en carrera con los neumáticos. Pero, sobre todo, Red Bull no acaba de confirmar la superioridad augurada a principios de año. 

Parecía que disparaba a gorriones

¿Por qué Webber ya nos anticipaba que el RB8 tendría problemas en Shanghái, como así ocurrió? ¿Por qué Domenicali afirma que “nuestro coche rendirá mejor en determinadas pistas”? Parece que los equipos empiezan a vislumbrar determinados puntos fuertes y débiles en sus monoplazas según las circunstancias, pero su confirmación necesita más carreras. Quizás por ello Alonso nos explique “que, por ahora, Lotus, Red Bull y Mercedes están en la misma posición que nosotros, no veo que nadie tenga una clara ventaja”.

No seremos quienes corrijamos al propio Alonso. Pero, objetivamente, el F138 se está mostrando como el monoplaza con mayor consistencia en las tres carreras iniciales. Segundo en Australia, Alonso habría 'acogotado' a los Red Bull en Malasia de no mediar en incidente en la primera vuelta. Y en China, su victoria puede calificarse de  auténtica paliza. De haberla logrado Vettel con semejante autoridad, rivales, prensa y aficionados estaríamos hoy tiritando ante las perspectivas de Red Bull.

Si la gestión del neumático parece ser clave de la temporada 2013,  no se trata tanto de lograr el coche más veloz en términos de velocidad pura como de conseguir el mejor ritmo para un tipo de neumático dado. Cómo evolucionarán los equipos en este compromiso es una incógnita, y no sólo por el potencial técnico de cada uno. Por ejemplo, Niki Lauda aventuraba este fin de semana que Pirelli ofrecerá neumáticos más duraderos en un futuro próximo lo que, de confirmarse, también podría influir en la evolución de cada monoplaza en relación al presente.

El 'factor Alonso'

A pesar de sus lógicas cautelas, el panorama en 2013 se antoja brillante para Alonso. ¿Que faltan décimas en entrenamientos? El sistema de arrancada del F138 es un auténtico cañón, como ayer demostraron de nuevo los dos monoplazas italianos. Y si tanto la estrategia de carrera como las  paradas en boxes mantienen el nivel medio de la pasada y actual temporada, Ferrari remata con ese arma extraordinaria que es el 'factor Alonso'.

Porque a poco que le acompañe el monoplaza, es insultante el dominio escénico con el que el español se mueve en un gran premio, que ayer confirmó una vez más. Siempre con un implacable y elevadísimo ritmo medio de carrera a la vez que cuida el neumático, sus maniobras de adelantamiento son clínicas, y ejerce una visión global extraordinaria de la estrategia. Hay muy pocos pilotos en el presente, por no decir ninguno, que se muevan en la dimensión de Alonso. ¿Alguien lo duda? Por algo sólo Schumacher, Prost y Senna le superan en victorias en la historia de la Fórmula 1. Sí, ya lo sabemos, pero leámoslo otra otra vez para asimilarlo…

Resulta demasiado aventurado afirmar que el F138 será regularmente el arma letal en carrera que  ayer vimos, porque las características de cada pista condicionan de forma diferente. Pero semejante 'sartenazo' a estas alturas de temporada es una gran señal que permite albergar más que optimismo. 

Y como remate, si Alonso es aficionado a las coincidencias numéricas, aquí le ofrecemos algunas. En 2005 y 2006 (años de sus títulos) ganó en ambas ocasiones la tercera carrera (Baréin y Australia). En el Gran Premio de China, desde la tercera posición, el asturiano ha arrasado también en la tercera carrera del presente campeonato. Con el número 3 en su monoplaza. De ganar en 2013, sería su tercer título…. Tantas coincidencias no merecen responder a la simple casualidad.