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¿Tienes siete millones? ¿Eres un 'crack'? La Fórmula 1 es tuya
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UN DEPORTE QUE EXIGE GRANDES INVERSIONES PARA LOS PILOTOS

¿Tienes siete millones? ¿Eres un 'crack'? La Fórmula 1 es tuya

Si apostar como emprendedor en el mundo empresarial requiere una osadía sin límites, intentar llegar a la Fórmula 1 traspasaría todas las fronteras de la racionalidad

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¿Tienes siete millones? ¿Eres un 'crack'? La Fórmula 1 es tuya

Si apostar como emprendedor en el mundo empresarial requiere una osadía sin límites, intentar llegar a la Fórmula 1 traspasaría todas las fronteras de la racionalidad económica. Sobre todo, cuando son las economías familiares las que suelen soportar parte de los escalones a ascender en la pirámide automovilística.

¿Cuánto cuesta llegar a la Fórmula 1? Para empezar a responder la pregunta, y dinero al margen, numerosos factores políticos, deportivos, condicionamientos técnicos y avatares de la fortuna que acompañan la carrera de un piloto  ejemplifican más salvaje expresión de la selección natural, eso sí, envuelta en millones de euros. La posibilidad de éxito es infinitesimal incluso contando con un gran talento entre las manos. 

Medio millón como mínimo, en el karting

Si empezamos con un valiente alevín de ocho años acompañado de su menos intrépido e 'inconsciente' papá -en el más cariñoso de los sentidos-, arrancaríamos en el mundo del karting, donde hablaríamos de unos 200.000 euros “desde los ocho a los trece años donde, a nivel nacional, las temporadas están costando en torno a los 30-40.000 euros,” comenta a El Confidencial Carlos Abella, Director de Promoción Deportiva de la Federación Española de Automovilismo, “y es que hoy la gente en el karting va como si fuera la Fórmula 1”.

Entre los trece a los dieciséis la cosa se pone seria. Se supone que nuestra joven figura compite ya en programas internacionales de alto nivel, “ fase que podría costar entre 300-400.000 euros en total”, explica Abella. Ya a estos niveles, los  cazatalentos merodean, y alguno está creando estructuras para captar a las jóvenes promesas con las que firman contratos de largo recorrido. Algunas de estas estructuras están encareciendo notablemente el mercado del karting internacional.

Así, con el cebo de que los 'Briatores' del presente se fijen en tu chaval, se están llegando a pedir hasta 18.000 euros por carrera, un techo elevadísimo que, aunque excepcional, arrastra al alza las demandas económicas de los equipos oficiales. “Uno de alto nivel te puede pedir unos 6.000 euros por carrera, y los oficiales pueden llegar a pedirte 9.000”, explica Abella. Hablamos de media de doce a quince carreras por temporada, así que hagan cuentas. Total, que podemos abandonar el mundo del karting con medio millón de euros invertidos como mínimo.

En monoplazas, para empezar, otro 'kilo'

Si papá tiene bolsillos profundos o no ha perdido todavía  la camisa, toca el turno de los monoplazas. En Gran Bretaña, por ejemplo, optar a un equipo competitivo costaría en torno a los 200.000 euros por temporada. Pero si diéramos el salto al continente con la Fórmula Renault Eurocup, por ejemplo, “los equipos de nivel no te hablan por debajo de los 300.000 euros anuales”, matiza Carlos Abella.

Tras dos temporadas en este escalón inferior de los monoplazas rondaríamos como poco el millón de euros para un joven de entre dieciséis a dieciocho años. Esto sí que es capital riesgo. Por el camino, ya se habrán quedado muchas carreras truncadas  porque las familias no pudieron 'cazar' patrocinadores, programas deportivos de fabricantes, un Red Bull Junior Team, o managers y sociedades que afronten las inversiones requeridas por el retoño para seguir su camino hacia el estrellato.

A partir de aquí, toca abrocharse los cinturones. Si ascendemos a la Fórmula 3 británica donde echaron los dientes Jaime Alguersuari y Carlos Sainz junior, unas condiciones de competividad más que decentes requieren en torno a los 600.000 anuales. Si se trata de un campeonato europeo las cifras pueden exigir unos 200.000 adicionales. No se mareen, que ahora empiezan las curvas ciegas y a 'ras'.

Abróchense los cinturones, que vienen curvas

Dando por hecho que nuestro joven fenómeno tiene capacidad para templar con éxito los morlacos de la GP2 o World Series –escalones inferiores de la Fórmula 1-   ya quisieran muchas empresarios disponer de las cifras  que exige este nivel para poder invertirlas en su actividad. Andy Soucek, piloto que ha competido en ambos certámenes y también ejerce en la actualidad como 'coach' de varios jóvenes cachorros, tiene las cuentas muy claras: “En las World Series, un equipo medio se puede mover en torno a los 900.000 euros, pero los punteros no se bajan de 1.200.000 por temporada”.

Como resulta muy excepcional contar con el talento para matar al toro en la primera temporada, la inversión rondaría los dos millones de euros con un año adicional.  Algo similar ocurre en GP2, pero lucir el palmito ante Domenicalli, Horner y Whitmarsh cada fin de semana de gran premio -el certamen se celebra en paralelo con la Fórmula 1- rondaría entre 1.400.000 y 1.500.000 de euros por temporada. Calculen otras dos temporadas… 

“Si tomamos a un chaval desde los ocho años y le llevamos a la Fórmula 1, la inversión necesaria no bajaría de los seis a siete millones de euros”, remata Carlos Abella, antiguo piloto y buen conocedor del 'paño' deportivo internacional. Prorrateando, hablamos de una inversión cercana al medio millón de euros al año durante la trayectoria deportiva de nuestro campeón. 

El número de pilotos que llega a la Fórmula 1 cada temporada es indicio de los millones gastados por el camino que no consiguen su objetivo. Pero al chaval en cuestión que le quiten lo 'bailao', porque habrá vivido una juventud trepidante como pocas. El padre, en otro sentido, y hasta donde fue capaz, no se sabe...

Si apostar como emprendedor en el mundo empresarial requiere una osadía sin límites, intentar llegar a la Fórmula 1 traspasaría todas las fronteras de la racionalidad económica. Sobre todo, cuando son las economías familiares las que suelen soportar parte de los escalones a ascender en la pirámide automovilística.

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