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HRT se quedará huérfano de unos padres con buenas intenciones
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EL EQUIPO ESPAÑOL, EN VENTA, PODRÍA TENER SUS DÍAS CONTADOS

HRT se quedará huérfano de unos padres con buenas intenciones

Un equipo de Fórmula 1 es un proyecto empresarial cuyos fines son la viabilidad económica y los éxitos deportivos. Pocas compañías que nacen logran sobrevivir si

Foto: HRT se quedará huérfano de unos padres con buenas intenciones
HRT se quedará huérfano de unos padres con buenas intenciones

Un equipo de Fórmula 1 es un proyecto empresarial cuyos fines son la viabilidad económica y los éxitos deportivos. Pocas compañías que nacen logran sobrevivir si no conocen el mercado que les rodea. Además, aquellos empresarios que se muevan por una pasión logran capitalizar mucho más sus esfuerzos. HRT, quitando sus primeras horas de vida junto a su padre biológico, Adrián Campos, no ha gozado de un tutor amante del mundo del motor y conocedor de la Fórmula 1: primero fue el inmobiliario José Ramón Carabante y luego el grupo de capital riesgo Thesan Capital, ambos vinculados por Banco Popular, principal acreedor gracias a una fuerte apuesta económica por este ‘sueño’. Incapaz de encontrar inversores para mantener vivo el proyecto y después de tres temporadas en F1, HRT anunció oficialmente este lunes que el equipo español está en venta, además de preparar un ERE en el que perderán su empleo 32 trabajadores.

La Fórmula 1 es un negocio extremadamente complejo en el que se sobrevive gracias a un potente músculo económico que -como mínimo-, permita trabajar a medio plazo, además del conocimiento de cómo se trabaja en el paddock para exprimir comercialmente al Gran Circo.

Que un equipo de F1 no es un equipo de fútbol o baloncesto lo pudo experimentar en sus inicios Carabante, cuando rodeó a su Hispania de empresarios españoles como Miguel BoyerFernández TapiasAlberto CortinaCarlos CutillasLuis DelsoDíaz FreijoManuel Delgado y José Luis Zanetty. La F1 es global y, como tal, la perspectiva debe ser tan amplia como permita la superficie de la Tierra. El mejor ejemplo de ello está en Caterham, una escudería que nació a la vez que la española y cuyo dueño, el malayo Tony Fernandes, ha tenido reuniones en todo el Mundo para firmar acuerdos con entidades como General Electric, Airbus, Sibur, Air Asia (de su propiedad), Dell, Visa…

Una oportunidad única para España

Thesan Capital, cuando recibió la escudería hace poco más de un año de manos del empresario murciano, comprendió rápidamente que debían dejarse guiar por gente del mundillo de la Fórmula 1. Querían construir un proyecto y contrataron al expiloto catalán Luis Pérez-Sala, primero como asesor y luego como ‘team manager’. A este acierto le siguió el fichaje de Pedro Martínez de la Rosa y un ‘ejército’ de mecánicos, ingenieros y personal made in Spain que sentían como suya la proeza de edificar una escudería española de Fórmula 1.

Antes, Thesan Capital había cambiado el nombre de Hispania por el de HRT porque no creían apropiado involucrar la ‘marca España’ con un equipo en el que hacía y deshacía a su antojo un rumano llamado Colin Kolles. El entramado que había confeccionado éste fue una de las causas del estrés que HRT sufrió para llegar a tiempo a Australia en este 2012. Los obstáculos superados pusieron a prueba el compromiso de los trabajadores con el equipo nacional.

Deportivamente pronto se logró la estabilidad superando ampliamente el 107%, que les permitía disputar cada uno de los grandes premios del año. La escudería se estableció en la madrileña Caja Mágica y, a partir de ahí, se debía buscar una inversión financiera para consolidar el proyecto y ayudar al crecimiento deportivo. Sin embargo, la actual crisis económica, entre otros factores, no ha ayudado a que este novato superase con acierto dicho examen.

El dinero, por sí sólo, te da un tiempo limitado de  vida

Torres más altas han caído y en la parrilla actual incluso el multimillonario Vijay Mallya lanzó un SOS para mantener a su Force India, asociándose con la compañía Sahara Group, que inyectó 100 millones de dólares hace un año. No es sencillo desenvolverse en el mundo de F1, donde el dinero se va muy rápido. HRT maneja un presupuesto de entre 40 y 50 millones al año, una empresa difícil de sostener si no hay grandes ingresos. Ma Qing Hua, el primer piloto chino en subirse a un Fórmula 1 gracias a HRT, era una de las grandes bazas para buscar financiación… no parece que haya cuajado o, al menos, no ha dado tiempo a ello.

Viendo el panorama que se respira en España, lo normal será que, de conseguir vender el equipo (debe hacerlo antes del 2 de diciembre), sea con capital extranjero. De esta manera, el sueño del equipo español habría durado tres años. Un tiempo en el que, más allá del capital aportado, el romanticismo, el sacrificio y la ilusión han mantenido con vida a este bebé de la Fórmula 1

Un equipo de Fórmula 1 es un proyecto empresarial cuyos fines son la viabilidad económica y los éxitos deportivos. Pocas compañías que nacen logran sobrevivir si no conocen el mercado que les rodea. Además, aquellos empresarios que se muevan por una pasión logran capitalizar mucho más sus esfuerzos. HRT, quitando sus primeras horas de vida junto a su padre biológico, Adrián Campos, no ha gozado de un tutor amante del mundo del motor y conocedor de la Fórmula 1: primero fue el inmobiliario José Ramón Carabante y luego el grupo de capital riesgo Thesan Capital, ambos vinculados por Banco Popular, principal acreedor gracias a una fuerte apuesta económica por este ‘sueño’. Incapaz de encontrar inversores para mantener vivo el proyecto y después de tres temporadas en F1, HRT anunció oficialmente este lunes que el equipo español está en venta, además de preparar un ERE en el que perderán su empleo 32 trabajadores.