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Por qué deberías ver la película de Aymar Navarro si te gusta el esquí (pero no le imites)
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UNA AVENTURA POR MONTAÑAS INEXPLORADAS

Por qué deberías ver la película de Aymar Navarro si te gusta el esquí (pero no le imites)

Aymar Navarro es una referencia en el freeride mundial. Acaba de terminar una espectacular película que puede confundir a algún esquiador porque esta grabación no está al alcance de cualquiera

Desde fuera puede verse como un canto a vivir de la locura y el riesgo. Tirarse por una montaña de nieve virgen con unos esquís puestos y a ver qué pasa. Grabarlo y luego enseñárselo al mundo. Pero no: el azar y esa 'locura' ocupan un porcentaje mínimo en esta aventura extrema protagonizada por alguien fuera de lo común. Las marcas pagan por asociarse a estas sensaciones y emociones y -con ese dinero- Aymar Navarro (07/06/1989) come y vive. El 12 de noviembre se estrenó la película 'South Lines', una aventura por los Andes del mejor esquiador freerider de España, único en hacer podio en una prueba del Mundial, que cuenta con el respaldo de las 5 millones de visualizaciones de sus proyectos anteriores.

“A diferencia de otros años, hemos ido a sitios nuevos. Antes explorábamos como mucho a dos horas de una estación de esquí. Ahora pasamos jornadas de 14 o 15 horas caminando para hacer una sola bajada. Es mucho más alpino... alpinismo con bajada. Nos ha permitido, por ejemplo, esquiar dentro del cráter de un volcán”, comenta Aymar a El Confidencial. Es un deporte similar, el de bajar con unos esquís por una ladera, pero no es la misma sensación. Además, se le mete el componente del alpinismo.

“En una estación puedes bajar muchas veces, pero aquí… lo de dormir a la intemperie, moverse con mochilas de 20 o 30 kilos… la verdad es que lo pasas mal, con frío, hambre y de todo, pero es auténtico y este es el camino de futuros proyectos”. Aymar intenta explicar con palabras las sensaciones que le produce pisar nieve con sus tablas que nadie antes había pisado. El sacrificio que hay detrás (y durante) de un descenso y ese 'ansia' por conocer nuevos horizontes y ampliar límites. “El tema es ir adaptándote a tu físico y a tu dedicación. Lo que más me motiva en la actualidad son líneas que no se han hecho nunca. Lo veo como una evolución natural, la de buscar montañas grandes de 3.000, 4.000 o 5.000”.

Ser más hombre o más mujer

En estas peripecias, “Adriá Millán me acompaña siempre, pero este año se rompió la tibia y no pudo acompañarnos a Txema Trull (el fotógrafo) y a mí”. Lesiones y accidentes es algo que está presente, aunque más en los intrépidos esquiadores que pretenden emular a freeriders como Aymar sin tener mucha experiencia: “El freeride se trata de disfrutar, no por hacer más vas a ser más hombre o mujer, o mejor que nadie. Uno debe encontrar un nivel en el que se pase bien. No tienes que pasarlo mal para esquiar, hay que ser maduro y conocer cada uno sus límites”, advierte Aymar.

Instagram, Youtube, Facebook… “Ahora los jóvenes con una cámara se motivan, pero deben saber frenar esa energía, aunque cueste decir que no. Hay que ir poco a poco y aumentar tu nivel, no ir a esquiar dos días al año y pensar que puedes tirarte desde cualquier lado o hacer un fuera de pista sin materiales de seguridad o siguiendo huellas… Hemos visto muchos accidentes estos últimos años por seguir huellas y meterse por sitios que ni saben cómo terminarán: a lo mejor hay una salida con un salto de 5 o 6 metros”.

Deporte de moda, pero no federado

El control de lo que Aymar Navarro hace tiene una explicación más allá de su talento: comenzó a los 3 años a esquiar y compitió en esquí alpino hasta los 17. “Llegó un momento en el que me saturó el tema del alpino y busqué otras motivaciones y me junté con gente que hacía freeride. Fui cogiendo experiencia y todo ha ido a más. Un día vi el Freeride World Tour por la tele y al tiempo conseguí una invitación. Hice un top 10 en mi primera vez y logré que me invitaran a otra carrera en la que terminé tercero (primer podio de un español en un Mundial de freeride)” y así logró meter la cabeza en este complejo deporte que, al ser no federativo “dependes al 100% de los patrocinadores privados”. Al principio, las marcas “pasan material y de alguna carrera que ganes puedes sacar dinero para invertir”. Ahora que se ha ido estabilizando todo, los patrocinadores han ido creciendo y Aymar tiene a Atomic de sponsor principal, además de The North Face y Kayak (hay otro pendiente). También está respaldado por otros colaboradores que le proporcionan material.

Cómo surgió 'South Lines'

placeholder Aymar Navarro en modo alpinismo 'ON'.
Aymar Navarro en modo alpinismo 'ON'.

“Este proyecto empezó en 2015, con mi compañero de aventuras, Adriá Millán”. Hicieron grabaciones y comenzaron a publicar vídeos teniendo una gran respuesta tanto de reproducciones como de peticiones para poder utilizarlos desde diferentes puntos de Sudamérica. A partir de ahí “invertimos para un dron y realizar nuevas grabaciones y 'perdíamos' todo el dinero porque no teníamos patrocinador”. El primer vídeo (los lanzaban por capítulos) fue un boom y entre todas las grabaciones alcanzaron 1,4 millones de reproducciones en Facebook.

A partir de ahí y con el material guardado, montaron una película de 15-20 minutos y lo presentaron en algunos festivales. Las marcas se interesaron y Atomic impulsó un tour y animó a que al siguiente año, con la misma filosofía y estrategia, se realizara todo de una manera más profesional para llegar a las 2,6 millones de reproducciones. En este punto, “lo que sacábamos de beneficios lo invertíamos en material de grabación y viajes”. Al menos, ya no 'palmaban' pasta.

Este año, con una agencia vendiendo el proyecto -y patrocinios como el de Kayak-, han impulsado los vídeos que rozan ya los 5 millones de reproducciones. Además, algunos fragmentos han salido en casi todos los telediarios de España y han podido realizar 'South Lines powered by KAYAK', que se estrena el 12 de noviembre y dura 40 minutos. Una aventura inspiradora y con el peligroso atractivo para quien la ve de emular al esquiador criado en el Valle de Arán. Reproducir las escenas no está al alcance de todos los públicos.

Desde fuera puede verse como un canto a vivir de la locura y el riesgo. Tirarse por una montaña de nieve virgen con unos esquís puestos y a ver qué pasa. Grabarlo y luego enseñárselo al mundo. Pero no: el azar y esa 'locura' ocupan un porcentaje mínimo en esta aventura extrema protagonizada por alguien fuera de lo común. Las marcas pagan por asociarse a estas sensaciones y emociones y -con ese dinero- Aymar Navarro (07/06/1989) come y vive. El 12 de noviembre se estrenó la película 'South Lines', una aventura por los Andes del mejor esquiador freerider de España, único en hacer podio en una prueba del Mundial, que cuenta con el respaldo de las 5 millones de visualizaciones de sus proyectos anteriores.

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