El regalo perfecto para pedir a los Reyes Magos (si tienes pasta) es el heliski

Exclusividad, algo a lo que la mayoría de los mortales aspiramos en algún momento de nuestra vida. Un restaurante exclusivo, un coche exclusivo, un traje exclusivo… ¿por qué no una montaña exclusiva? El heliski permite disfrutar de la montaña de una manera diferente: a solas con tus amigos y tu guía, con nieve virgen y sin un solo ruido. Difícil renunciar a algo con lo que todos los esquiadores hemos soñado alguna vez.

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Óscar Rodríguez

Es famoso el heliski canadiense, la cuna de este deporte que combina el traslado en helicóptero sobrevolando las montañas y la práctica de esquí por zonas vírgenes alejadas de las estaciones. Un deporte con menos riesgo del que se le puede presuponer, ya que las empresas que se dedican a ello minimizan cualquier posibilidad de accidente trabajando con muchos márgenes de seguridad, siempre lo primero a tener en cuenta.

Hablar de heliski en España es hablar de Pyrenees Heliski, la única empresa que lo ofrece en nuestro país cumpliendo los estándares internacionales y que está ubicada en el Valle de Arán. Para ello trabajan conjuntamente con TAF Helicopters, ya que sólo ellos disponen en España de la AE31, la autorización específica de Aviación Civil para esta práctica deportiva. Utilizan los Ecureuil B3 Plus, el mejor aparato para hacer heliski ya que es pequeño, potente y con una fácil maniobrabilidad.

¿Qué se necesita para hacer heliski?

No es necesario ser un experto esquiador para disfrutar del heliski: con un nivel medio, una condición física mínima y unos buenos esquís (a ser posible anchos) estarás en condiciones de subir a la montaña. ¿Por qué en el Valle de Arán? Porque esta privilegiada zona de Cataluña también tiene sus propias condiciones exclusivas: una morfología montañosa adecuada y nieve garantizada durante muchos meses al año.

De hecho, en Europa occidental sólo se puede practicar heliski en la zona de Tres Valles, en Italia, y en Baqueira. Pero si lo que quieres encontrar es lo más parecido al heliski canadiense, entonces el destino debe ser España ya que puedes estar cinco días subiendo y bajando a la montaña sin repetir ningún valle: se dispone de un área esquiable que es quince veces la extensión de Baqueira.

La otra gran necesidad de este deporte es la seguridad. Sergi Gasa, director de Pyrenees Heliski, da las claves de un negocio que no es sencillo de organizar. "Es complejo, ya que lo que buscamos es, sobre todo, reducir riesgos para nuestros clientes. ¿Peligroso? No, porque quien quiere practicar heliski sabe que tiene el mismo riesgo de lesión que aquellos que se lanzan por las pistas de cualquier estación y el mismo riesgo de quienes usan un medio de transporte aéreo, pero no por ello es un deporte peligroso”.

¿Cómo asegurarse de que la montaña por la que se va a descender está en perfectas condiciones? Para eso cuentan con un nevólogo, un profesional de la montaña con el título de 'snowforecaster' que estudia cada zona, el riesgo de avalanchas, etc., antes y después de cada nevada. “En cada salida que hacemos se traza un perfil, se hace un test y diseñamos la bajada dependiendo de las condiciones de cada momento. Todo está muy controlado”, dice Gasa.

Un deporte al alcance de no todos los bolsillos

Hacer heliski no es barato, por eso es una buena idea pedírselo a los Reyes Magos. Para hacerse una idea, por 300 euros existe la posibilidad de hacer dos bajadas y de estar media jornada disfrutando de la montaña como nunca lo habrás visto antes. ¿Caro? No si tenemos en cuenta los gastos que genera cada subida a la montaña en los que cada minuto de vuelo cuesta 30 euros, el material de seguridad que cada esquiador lleva encima vale 1000 euros, hay que pagar al guía, etc.

¿Qué tipo de cliente practica el heliski? Sergi Gasa nos borra la idea de deporte elitista que tenemos: “El target es variopinto: el mejor es el cliente de heliski que viaja por todo el mundo conociendo todas las posibilidades y destinos de este deporte. Pero también tenemos al cliente de fin de semana de Baqueira que viene con nosotros de vez en cuando y, además, está el que quiere probarse, iniciarse, conocer este mundo y que quiere hacer media jornada para ver cómo es. Casi siempre repiten”.

En los 7 años que Pyrenees Heliski lleva ofreciendo heliski no ha habido ningún ‘susto’ importante. “Una rodilla rota en un descenso, una persona que se agotó y tuvimos que evacuarle, pero nada grave. Trabajamos con mucho margen para poder solventar cualquier contratiempo y esperamos siempre a las condiciones climatológicas perfectas. La última palabra siempre la tiene el piloto”, asegura Gasa.

Si los Reyes Magos buscan un regalo diferente, en el que sientas la exclusividad de estar sólo en mitad de la montaña junto a otras cuatro personas, lo han encontrado.