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Lindsey Vonn, el ejemplo de superación del que todos deberíamos aprender
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LA MEJOR ESQUIADORA DE LA HISTORIA, en ANDORRA

Lindsey Vonn, el ejemplo de superación del que todos deberíamos aprender

No sólo es la mejor esquiadora de la historia, también es la deportista de nieve más mediática. Lindsey Vonn lo tiene todo… incluso una historia de superación increíble

Si hay un nombre propio en el mundo del esquí femenino, ese es el de Lindsey Vonn. Sus 76 victorias en pruebas de la Copa del Mundo y sus veinte títulos conquistados la convierten en la mejor esquiadora de la historia. Su forma de esquiar y su técnica le han catapultado al olimpo de los deportes de nieve. Su cuerpo, su belleza y ese rostro angelical, además, le han llevado a portadas de revistas, pasarelas de moda y todo tipo de eventos. Su historia es impresionante, y se ha repetido este fin de semana en Andorra este fin de semana. Tras caerse el sábado en el supergigante Copa del Mundo disputado en Grandvalira y sufrir un pequeña fractura en la rodilla izquierda, este domingo ha vuelto a competir y ha ganado la primera prueba de la combinada.

Tiene 31 años y ha ganado más que nadie en la historia del esquí femenino. De hecho, en la historia del esquí solo es superada por una leyenda, Ingemar Stenmark, aunque el récord del esquiador sueco corre serio peligro. Sin embargo, para llegar hasta aquí ha tenido que superar dos lesiones que estuvieron a punto de acabar con su carrera deportiva.

En febrero de 2013, en Austria, cuando ya era un referente dentro y fuera de las pistas, sufrió una caída que le destrozó la rodilla. Su objetivo, los Juegos Olímpicos de Sochi, estaba en peligro, aunque faltaba un año para la cita. Lindsey se puso el mono de faena y comenzó su rehabilitación desde el primer día. Todo iba bien, su trabajo era ímprobo y sus esperanzas de poder ir a Rusia seguían intactas. Pero a tres meses de viajar a los Juegos volvió a romperse su rodilla durante un entrenamiento. Adiós a las Juegos.

Punto y seguido

Pese a tener casi 30 años y un maravilloso currículum, la norteamericana no quiso poner punto y final a su carrera. Volvió a operarse, volvió a entrenar desde el primer día y volvió a soñar con ser la mejor. Leo, un perro abandonado que había sido atropellado por un coche, fue su gran apoyo. Lo adoptó y comenzaron una rehabilitación juntos. ¿Quién mejor que una mascota que también tenía su rodilla machacada para ayudarle a volver a lo más alto? El tiempo le dio la razón.

Lindsey se había divorciado ese mismo año del que era, a su vez, su entrenador, Thomas Vonn, y comenzó a salir con Tiger Woods, que había superado un terrible divorcio tras sus conocidas infidelidades. El golfista y Leo se convirtieron en sus grandes apoyos y, de manera increíble, un año después de su lesión reapareció en Lake Luise, Canadá, ganando la prueba de descenso. El retorno de un mito se convertía en una historia increíble.

Su historia de superación quedó resumida en un documental, 'The Climb', producido por uno de sus patrocinadores. Desde entonces ha seguido ganando: Val d'Isère, Zauchensee, Cortina d'Ampezzo o Garmisch-Partenkirchen son solo algunas de las pistas que han visto a esta norteamericana de 31 años subir a lo más alto del podio en los últimos quince meses. Nadie puede con ella en la nieve… ni fuera de ella.

Entrevista con Lindsey Vonn en Grandvaliva.

Su físico espectacular, su metro ochenta de altura, su melena rubia y esa cara de no haber roto un plato le han dado innumerables portadas de revistas. Es el soporte publicitario perfecto y marcas como Red Bull, Audi, Head y Oackley exhiben su imagen por todo el mundo. Sus millones de seguidores en Facebook, Twitter e Instagram así lo atestiguan.

Es Lindsey Vonn, el ángel de la nieve, y este fin de semana la hemos disfrutado en Grandvalira.

Si hay un nombre propio en el mundo del esquí femenino, ese es el de Lindsey Vonn. Sus 76 victorias en pruebas de la Copa del Mundo y sus veinte títulos conquistados la convierten en la mejor esquiadora de la historia. Su forma de esquiar y su técnica le han catapultado al olimpo de los deportes de nieve. Su cuerpo, su belleza y ese rostro angelical, además, le han llevado a portadas de revistas, pasarelas de moda y todo tipo de eventos. Su historia es impresionante, y se ha repetido este fin de semana en Andorra este fin de semana. Tras caerse el sábado en el supergigante Copa del Mundo disputado en Grandvalira y sufrir un pequeña fractura en la rodilla izquierda, este domingo ha vuelto a competir y ha ganado la primera prueba de la combinada.

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