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El Cerler más salvaje inaugura temporada como la mejor estación de España
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CON LA MIRADA PUESTA EN el puente de diciembre

El Cerler más salvaje inaugura temporada como la mejor estación de España

Lo salvaje de sus paisajes, la altitud de sus montañas y la dureza de sus trazados convierten a la estación oscense en un referente nacional.

Foto: Cerler estrena galardón a la mejor estación de España
Cerler estrena galardón a la mejor estación de España

“Todo el que va, repite”; “es una estación increíble”; “nunca había aprendido en una pista verde rodeada por árboles”… los halagos a Cerler son tan frecuentes entre los aficionados que no debe extrañar a nadie que acabe de recibir el premio World Ski Awards, considerados como los Óscar del deporte blanco, a la mejor estación de esquí de España. Los que aún no la conocen, ya tienen una excusa.

Posiblemente, la principal razón es la pureza: su atractivo radica en lo salvaje de sus paisajes, en la altitud de sus montañas y en la dureza de sus trazados. Se dice que las pistas verdes de Cerler serían azules en otras estaciones, por lo que si aprendes a esquiar en la estación más alta del Pirineo podrás hacerlo en cualquier sitio. Sólo por poder bajar el trazado de nueve kilómetros que te lleva del Pico del Gallinero hasta la base de la estación, con más de 1200 metros de desnivel, ya merecerá la pena la visita porque es un recorrido único. En ninguna otra estación pirenaica pueden bajarse 9 kilómetros consecutivos y, además, con mayoría de pistas azules en el trazado.

La estación está dividida en tres sectores: Cerler (en cota 1500), Ampriu a 1900 metros y Cota 2000. De ahí parten todos los telesillas que te llevan a conocer las 68 pistas que convierten a Cerler en la mejor estación de España. Lo lógico es subir desde Cerler, ya que muchos hoteles tienen servicio de traslado a pistas o incluso se puede llegar caminando hasta el telesilla desde los apartamentos, pero también existe la posibilidad de subir en coche hasta la zona de Ampriu, que cuenta con su propio parking y este año han mejorado los 8 kilómetros de carretera (al igual que la que una Benasque con Cerler, sin duda dos estupendas noticias). Es una buena decisión para aquellos que decidan hacer sus cursos de esquí en esta zona, ya que de otra manera tendrían que subir hasta Cota 2000 y después llegar hasta Ampriu y no es sencillo si no se sabe esquiar bien.

Los pequeños detalles marcan la diferencia y si a Cerler, ya de por sí una fantástica estación, le añades que alguien de manera altruista te ayude a conocer mejor todos sus secretos, la idea no puede ser mejor. Se trata de los ‘embajadores’, una figura que la estación oscense ha importado de Estados Unidos, donde son frecuentes, y que ayudan a los visitantes a conocer todos los recodos de la montaña. Gabi Mur, director de Cerler, lo explica de esta manera: “Nos enseñan cosas que no están en los planos como son vistas impresionantes o determinadas formas de llegar a alguna zona de la estación, pero sobre todo sorprende al aficionado que sea totalmente altruista”.

Los ‘embajadores’ son gente del Valle de Benasque que conoce la montaña palmo a palmo y que quiere compartirlo con los visitantes para que, como ellos, se enamoren de la zona y repitan cada temporada. “Primero El molino, después El puente y luego la pista del bosque. Ayudamos a que la gente llegue a zonas que, si fueran solos, no conocerían o no se atreverían a conocer”. Actualmente, las citas con los embajadores son los lunes, sábados y domingos, a las 10.30 de la mañana en Cerler 1.500, junto a la cafetería Remáscaro.

Además de 9 pistas verdes, 17 azules, 26 rojas y 15 negras que completan 79 kilómetros de pistas esquiables, Cerler dispone de un snowpark, un crono-slalom y circuitos para ‘boardercross’, motos de nieve, raquetas, esquí de travesía y trineo de perros. Una oferta que se completa esta temporada con un circuito infantil llamado "El Bosque Encantado", que discurre por el interior de un bosque de pino negro, en el sector Cota 2.000 (tiene acceso por la pista Fontanals) y tiene preparadas muchas sorpresas para los más pequeños.

Por ponerle algún pero a la estación, hay que apuntar que no tienen muy bien programadas las pruebas de nivel los fines de semana en su escuela. A las 12 se cita a todos los alumnos para colocarlos en uno u otro grupo y ahí se forma la marimorena; quizás hacerlo de manera más escalonada sería ganar más de un punto a favor.¿Qué es lo mejor de la estación? Como para gustos están los colores, cada aficionado tiene su propia respuesta. Muchos hablan de

Rovellóns, una pista verde única ubicada en el sector Cerler ya que su trazado se encuentra rodeado por pinos y tiene dos kilómetros, aunque tendrás que ir sorteando a los aprendices que la llenan desde primera hora. Lo bueno para los debutantes es que no sufrirán con arrastres ya que tiene un telesilla dedicado para esa pista. Para los que dan sus primeros pasos, también disfrutarán en otras verdes como Fontanals y Farnuserals.

Si ya tienes el nivel suficiente para lanzarte por las azules, el recorrido de los 9 kilómetros es el más recomendable (el tramo de El Sarrau está catalogado como rojo, pero es más por su estrechez que por su inclinación), pero también hay otras pistas que te harán disfrutar de lo lindo como las de la zona del Rincón del Cielo, en el sector Cota 2000, que son realmente espectaculares y bastante anchas. Cuidado con Ixarsos y Basibé (ésta tiene unas vistas impresionantes): son de esas pistas azules que en otras estaciones serían catalogadas como rojas, aunque muy bonitas para lanzarse.

Si seguimos avanzando en cuanto a dificultad, El tubo de Cogulla es la indicada junto a La Olla, La Solana, La Rabosa y Torcaces. Pistas rojas difíciles de bajar pero preciosas para disfrutar. Los más avezados también tienen 15 pistas negras para dar lo mejor que llevan dentro: Cibolles y La Canal son las más difíciles del sector Ampriu, mientras Muidors y Quebrantahuesos compiten entre sí por atraer a los mejores esquiadores a la zona de Cota 2000.

Hablar del Valle de Benasque es hablar de buena gastronomía. En Cerler destacan La Picada, con una brasa bien manejada y unos caracoles con fama bien ganada, y La Borda del Mastín, un clásico en el que se come muy bien por 20-25 euros por persona. El Ancils, en Anciles, es lo mejor de la zona: bordan los platos de caza, el foie, las setas en temporada y el carpaccio y además tienen una bodega digna del mejor somellier. El restaurante del camping de Sesué se llama Borda de Arnaldet y es muy conocido entre los aficionados: son muy recomendables las torradas de salmón y la carne, por lo que el chuletón es una gran opción para reponer fuerzas. El Fogaril, el restaurante del Hotel Ciria en Benasque, también se merece una visita.

En cuanto a alojamiento, hay muchas opciones, siempre dependiendo de cuánto nos queramos gastar. En relación calidad-precio, el Hotel Areulo es lo mejor, aunque sólo dispone de ocho habitaciones y sus clientes suelen repetir cada temporada. También los apartamentos Prados de Velarta son una opción ganadora al igual que el Hotel Casa Cornel, aunque sea algo más caro. También merece la pena el Hotel HG Cerler que, además de ser acogedor, cuenta con un servicio de traslado a pistas, y el hotel Monte de Alba: es lo más parecido a estar ‘a pie de pistas’. En Benasque son buenas opciones el Hotel Aneto y el Hotel Ciria.

Si lo que queremos es salir a tomar una copa hay que tener en cuenta que Cerler es un pueblo pequeñito, por lo que la marcha la encontramos en Benasque. Eso sí, nada de coche después de beber: por prudencia… y porque la pareja de la Guardia Civil se suele poner a menudo en esa carretera para hacer controles de alcoholemia.


Si el día no sale bueno para esquiar, el valle tiene otras muchas posibilidades: además del propio pueblo de Benasque, que se merece un paseo con calma, en los alrededores hay una Escuela de Montaña para aprender escalada; los amantes de la bicicleta de montaña están en el paraíso, aunque también hay bicis eléctricas que se alquilan en empresas como

Verde Bike que además propone itinerarios para conocer la zona ajustados al nivel de cada cliente. Se puede hacer descenso de cañones y barrancos, rafting, espeleología, parapente y ala delta, etc. Además, hay muchas excursiones cortas para descubrir el valle: Los Llanos son visita obligada, como las Cascadas de Ardones, preciosas con el deshielo.

Aunque si queremos algo que sea puro del valle, el Camino del Solano es la excursión indicada: está en la comarca de la Alta Ribagorza y es una carretera entre Castejón de Sos y Sahún que pasa por Liri, Eresúe, Arasán, Urmella y Ramastúe, la localidad que se encuentra a más altitud y desde la que se pueden disfrutar de preciosas vistas. Estos pueblos, unidos por una carretera que suele ser frecuentada por excursionistas y amantes de la bici de montaña, tienen muy poca población, pero guardan auténticos tesoros en sus iglesias que sus habitantes estarán encantados de enseñar.

“Todo el que va, repite”; “es una estación increíble”; “nunca había aprendido en una pista verde rodeada por árboles”… los halagos a Cerler son tan frecuentes entre los aficionados que no debe extrañar a nadie que acabe de recibir el premio World Ski Awards, considerados como los Óscar del deporte blanco, a la mejor estación de esquí de España. Los que aún no la conocen, ya tienen una excusa.

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