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Tadej Pogačar gana Lombardía en una exhibición total e iguala a Merckx y Coppi
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Marcos Pereda

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Tadej Pogačar gana Lombardía en una exhibición total e iguala a Merckx y Coppi

El ciclista esloveno sumó su quinta victoria consecutiva en el monumento italiano del Giro de Lombardía. Evenepoel terminó segundo y Storer, tercero. Nadie le pudo frenar

Foto: Tadej Pogacar es imparable. (AFP7)
Tadej Pogacar es imparable. (AFP7)

Pocas veces habíamos llegado a un Monumento con las cartas así de marcadas. Con el favoritismo tan claro, con la sensación de que solo las desgracias... Pocas veces. Pero es que con las exhibiciones de Tadej en Mundial y Europeo, con las exhibiciones de Isaac del Toro en semiclásicas italianas, con el equipazo, con las ausencias, con, con, con... pues favorito indiscutible. Para ganar su quinta Lombardía, para entrar en la historia. Más tarde les cuento sobre números y rankings.

La esperanza venía de Evenepoel. Remco Evenepoel. Remco tiene, en su casa de Flandes, una habitación con muchas alas cerúleas derretidas por volar demasiado cerca del sol. Evenepoel es de los que cargó en Balaclava, Evenepoel parece Juanma Lillo contra el Barça. Pero prueba. Y prueba. Y prueba. Con su rostro de permanente malhumor, con ese aire de niño a medio educar, de adolescente con pósters de Nine Ich Nails, Evenepoel prueba, nunca rehúye batallas, tiene la cabeza durísima de tanto embestir un muro. También aquí, donde bajando precisamente el Muro casi se marcha muy lejos.

A Tadej Pogačar le hacen enorme, también, sus rivales, como sucede con todos los mitos. Armisticiado Vingegaard, que salió del último Tour con un pódium y pocas ganas de mambo sabrosón, hoy la vara de medir a Tadej son Remco y, sobre todo, Mathieu van der Poel. Pongámoslo por escrito porque acojona mucho... sin Mathieu en liza, Tadej Pogačar hubiese ganado los Cinco Monumentos... el mismo año. Solo él resta en su luchar frenético contra la Historia. Solo él. Mejor ciclista de siempre en piedras, dicen algunos. Clasicómano de bagaje tipo Gotha.

La grandeza de Pogacar

Solo él. Y Evenepoel, luego les digo. Hubo escapada tempranísima, escapada clasicota de Monumento, pero con tipos de mucha calidad. Pidcock buscando un podium prefijado como pódium (y defendiendo el honor de los perros salchicha, ausente Ayuso), Ganna trotando, Quinn Simmons recién llegado del parque autocaravanero de los hermanos Hickey, Pello Bilbao, Storer... Buen grupo, buenas diferencias. Estando en el tiempo que vivimos... imposible llegar. Pero esto en los años de Valverde te daba dos o tres sustos.

Nah, la carrera sigue atrás. Subiendo Ganda, nada más empezar a subir Ganda, aprieta Rafał Majka. Majka fue, durante mucho tiempo, un gregario de jeta gordísima, uno de esos que siempre caminaban más el día que les tocaba fuga que cuando tiraban para el líder. Rafał Majka tiraba de Contador y podía llegarte décimo, porque lo de vaciarse nunca fue lo suyo, así que perpetró palmarés cuquísimo. Y, oye, fue pillar un nuevo capo, fue ponerse al servicio de Tadej... y otro Rafał. Segunda juventud, bastante más seriedad que la primera. Hoy terminaba su desempeño en el profesionalismo, Majka, que en tiempos, fue pódium lombardo (también pódium de Madrí, trás Aru y Purito, esos lapsos se manejan). Pero ninguna ambición personal... todos para Tadej.

Con todo, protagonista. Porque hizo la selección gorda en Ganda, justo antes de que entrase Vine. Allí estaban el gran líder, y del Toro (aspirante con galones, en otro equipo hubiera sido interesante ver cómo iba actuando), Storer, Seixas y Remco Evenepoel. Que no intenta salir esta vez. Atacar siempre la aldea de Asterix puede terminar cansando... Aunque después recupere. Acaba cansando.

(Un apunte sobre Seixas. Que tiene diecinueve años, que maneja ritmos, galones y resultaos inéditos para esas edades. Top ten, al final. En 2030, cuando Tadej gaste 32, Paul Seixas andará por los... 24. La edad con que ganó un Giro Berzin, ¿recuerdan?, qué jovencito. No me atrevo a dar afirmaciones gruesas, porque en esta generación de campeones precocísimos a saber cómo evoluciona su cuerpo, su formación, su madurez... pero pinta a ciclista de espesor. De mucho espesor).

El ataque letal del esloveno

A treinta y seis llega el hachazo de Pogačar, y nadie sale al hachazo de Pogačar. Dos kilómetros y medio minuto. Tres kilómetros y pilla a Simmons. Se miran, se entienden. Quinn a rueda. Ya sabes, a rueda. A rueda de Wayne Rainey, sigue a Juha Kankkunen por el camino de zarzas. Imposible. Treinta y tres y solo. Se viene exhibición. Otra. (Apunte totalmente personal, que pueden comprarme o hacer crítica). Emoción no es sinónimo de espectáculo, o no debería serlo. Emoción es la Lombardía de Dan Martin, que llegan nueve paisanos bien juntos al último kilómetro, todos con sus opciones de victoria.

Pero es que llegan nueve paisanos bien juntos porque se han fumado de manera vergonzante, de manera inmisericorde, doscientos cuarenta kilómetros anteriores, con sus subidas, sus bajadas y sus trampas. Eso es emoción, pero no es espectáculo, porque si la emoción dura medio minuto... pues bien, poco espectáculo vamos a darles, como podría confirmar cualquier experto en sexología. Yo prefiero lo de Tadej, para qué engañarles, prefiero ver al mejor exhibirse, ver al segundo mejor exhibirse, ver cómo entran de uno en uno los ciclistas tras dejarlo todo, tras romper pelotones a una horuca del arrivo. Yo lo prefiero, y respeto a quienes me digan lo contrario. Pero, para mí, lo de esta tarde es una exhibición enorme, y un espectáculo grandérrimo).

Detrás Evenepoel pone su ritmuco, que es lo que hace siempre Remco, y va soltando peña. Del Toro, Storer, luego coge, y despega, al propio Simmons. Pero es que hay más del minuto entre uno y otro. Como en el Europeo. Como en el Mundial. Parece imposible. Nunca se dará por vencido. Y bien lo sabe Storer. Que pierde su rueda a la salida de un viraje, que mira cómo se aleja el belga, con esa forma de derrochar vatios, con ese rodar majestuoso, moviendo solo las patas, sin alterar hombros, sin dar chepazos. Evenepoel es Bugno con mala leche, es una bala con aviesas intenciones. Nunca caminó así Remco, al menos en clásicas grandérrimas, y no le da con ello. Con todo... sigo confiando. En que no se va a rendir, en que pondrá morrucos al invencible.

A la altura de Fausto Coppi

Cambia de escuadra en invierno, y ya va dejando declaraciones sobre que busca todo del nuevo equipo para desafiar a Tadej. El ciclismo son patas, pero también mentalidad. Y la mentalidad no se mide en sonrisas o bandas de Miss Simpatía. La mentalidad es lo que tiene este flamenco enfadao (incidente con las motos incluido). Segundo en Bérgamo, en esa Città Alta preciosísima que tiene Bérgamo, y que es regalo estético con esto de las bicis, con el crepúsculo acercándose, con los siglos de historia y arquitectura. Tercero fue, por cierto, Storer, resultado destacable para él. Pódium con Pogačar y Evenepoel, endurance de calidad, con muchos kilómetros a hostias. Enhorabuena.

Así que quinta victoria para Pogačar en Lombardía. Y empezamos con los récords. Igualando a Fausto Coppi. Nunca nadie ganó cinco veces seguidas el mismo Monumento. Se pone, Tadej, con diez de esos Monumentos. Tercero de la historia, a uno solo Roger de Vlaeminck (a nueve Eddy Merckx, que en demasiadas ocasiones utilizamos las palabras de forma frívola... y aún está a nueve de Eddy Merckx). Primer ciclista de la historia en hacer pódium en los cinco Monumentos el mismo año. Segundo ciclista de siempre en trincar tres Monumentos la misma temporada (Merckx tripitió cuatro veces, como su amigo el Lonchas, así que me debo remitir a lo que dije antes sobre frivolidades y demás... y en una ocasión añade el arcoíris, como Tadej).

Foto: fausto-coppi-giro-italia-abetone

Por cierto, hace su decimocuarto pódium en estas carreras. Por entendernos... van der Poel tiene los mismos para dos victorias menos, de Vlaeminck suma veintiuno, Eddy 30. Vamos, que es francotirador de eficacia asombrosa, pese a meter el morro en tinglaos de lo más diversos. Porque ahí está la cosa, con Tadej Pogačar. En su variedad. Pogačar se ha pegado (Pogačar ha hecho cajón, muy cerquita de ganar) este 2025 en el feudo de Erik Zabel, luego en el feudo de Boonen o Cancellara. Ha triunfado donde lo hacía Valverde, donde lo hacía van Petegem, donde lo hacía Moreno Argentin. Y debutó, con picota hasta el final, en los adoquines malos, en los de la leyenda, los de Kelly, Roger o Duclos-Lasalle.

Después domeñó Francia al estilo Indurain, con golpes tempranos y control más tarde. Luego que si un segundo arcoíris, con ataque a cien de meta. Y, por fin, Lombardía. Triunfa donde los sprínters, donde los culo gordos, donde los ardeneros, controla Hors Catégorie como el mejor grimpeur, tiene un chalet en el Paterberg, tiene un piso alquilado en Bérgamo. Es acojonante. Fíjense que ni siquiera hablamos de Le Blaireau, hoy. Para ver grandezas.

Cierra, Tadej Pogačar, otro año con candidatura a "mejor temporada de siempre". Quizá inferior a lo de hace 363, pero al menos asimilable. Frotarse párpados. Qué nos deparará el monstruo para la primavera entrante. Qué ganas de verlo.

Pocas veces habíamos llegado a un Monumento con las cartas así de marcadas. Con el favoritismo tan claro, con la sensación de que solo las desgracias... Pocas veces. Pero es que con las exhibiciones de Tadej en Mundial y Europeo, con las exhibiciones de Isaac del Toro en semiclásicas italianas, con el equipazo, con las ausencias, con, con, con... pues favorito indiscutible. Para ganar su quinta Lombardía, para entrar en la historia. Más tarde les cuento sobre números y rankings.

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