Pogačar golpea primero: victoria de peso en la cuarta etapa y liderato del Tour de Francia

El Tour de Francia ha comenzado de manera fascinante. Tras el inicio en suelo italiano, con la dureza como protagonista, la Gran Vuelta de mayor envergadura ha entrado en Francia. Los Alpes esperaban a un pelotón que afrontó la primera etapa de alta montaña con la subida al Galibier. Tadej Pogačar se ha impuesto en la cuarta etapa y ha logrado el maillot amarillo. Remco Evenepoel lo sigue en la clasificación, perseguido también por Jonas Vingegaard.

Es la primera vez en toda la historia que el Tour ataca dos puertos de más 2.000 metros de altitud sobre el nivel del mar en sus cuatro primeras etapas, tal y como sucedió con Sestrières (de 2.035 metros) y Galibier (2.642 metros). Una etapa que se postulaba como una gran prueba para luchar por la clasificación general.

El UAE-Team Emirates tenía claro su objetivo: endurecer la carrera para preparar el ataque de su líder. Durante toda la etapa controló la numerosa escapada, formada a las faldas del primer puerto, no cogiera demasiada distancia. La distancia no fue más de tres minutos. Una fuga en la que hubo participación española: Raúl García Pierna, Cristian Rodríguez y Oier Lazkano. El ciclista vasco se mostró más combativo.

La resistencia de Vingegaard

A los pies del Galibier, Pogačar mandó al equipo que aumentara el ritmo. El tren del UAE-Team Emirates incrementó la marcha hasta cazar a Lazkano, el más valiente de la escapada. Por el camino, el grupo de favoritos menguó en cantidad, y sufrió hasta el maillot amarillo. Richard Carapaz cedió tiempo con respecto a los más fuertes de la carrera. Y perdió el liderato de la clasificación.

Juan Ayuso, Carlos Rodríguez y Mikel Landa resistieron al enorme empuje. Incluso Ayuso trabajó para Pogačar, que lanzó su ataque a menos de un kilómetro para coronarse en el Galibier. Vingegaard fue el único ciclista que resistió, pero por poco tiempo. El esloveno llegó a la cima en solitario y se lanzó cuesta abajo para consolidar su fuerte ataque.

En los menos de 20 kilómetros hasta la meta, Pogačar no hizo más que incrementar su distancia. A Vingegaard se le unieron los españoles, Evenepoel y Primož Roglič para dar caza al Pequeño príncipe. Pero no sería hasta la meta cuando lo volverían a ver, y ya vestido de amarillo. Casi no tuvo ni tiempo para celebrar el triunfo. Al final, sacó 35 segundos a sus perseguidores.