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Remco sufre y aguanta, Roglič mordisquea segundos y Enric Mas aparece: hay Vuelta
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Una jornada muy intensa

Remco sufre y aguanta, Roglič mordisquea segundos y Enric Mas aparece: hay Vuelta

Arensman se impone en Sierra Nevada y Roglic y Enric Mas afilan sus cuchillos. Este lunes, el pelotón disfrutará de su última jornada de descanso antes del tramo final

Foto: El belga Remco Evenepoel (Quick Step), a su llegada a la meta. (EFE/Javier Lizón)
El belga Remco Evenepoel (Quick Step), a su llegada a la meta. (EFE/Javier Lizón)

Que hay Vuelta, vaya. Así, como conclusión gorda. Que hay Vuelta. A ver, Vuelta ya había de antes, porque hasta cruzar la última línea todo es blablablá. Pero ustedes me entienden, aquí acuden por su ración de hostias y los saltos sin red. Vamos, que si quisieran análisis para imbéciles, frases hechas y más tópicos que ripios hay en un disco de Sabina, les bastaba con mirar a algunos de esos que se llaman 'influencers', son analfabetos funcionales y solo funcionan con emoticonos. Pero no, asumen riesgos y pasean por estos andurriales, que son lugar de sucesos inesperados, comparativas locas e historietas verdes...

Y eso, que Vuelta. Ya les digo, antes también, pero es que somos muy de sacar conclusiones apresuradas (Ullrich gana siete Tours, Tristán es Balón de Oro, Javián conquista 'Operación Triunfo', por supuesto que me puedo tomar dos absentas) y nos parecía ya todo con sentencia gordísima, Evenpoel mediante. Analicen, analicen rendimientos y sensaciones, que tampoco digo cosas loquísimas. Pero cómo mola cuando el ciclismo te lleva la contraria, en serio.

placeholder Roglic llega al punto crítico mordiendo los talones de Evenepoel. (EFE/J. Lizón)
Roglic llega al punto crítico mordiendo los talones de Evenepoel. (EFE/J. Lizón)

Antes... lo de Montilla. Por seguir un orden. Pedersen y Ayuso. Mads Pedersen y Juan Ayuso, que lo otro parece un nuevo plan de abastecimiento sanitario. A ver, si hablamos de competición... etapa llana con terreno quebrado al final y rampita cara a meta. Vamos, que se abre abanico, porque los esprínteres sí, pero no todos, y a lo mejor los espigados gerifaltes (ay, mis gerifaltes espigados) quieren probar cosas. Lo hizo Roglič poniendo a su escuadra para que, ritmo-ritmo, descolgasen culos gordos. Quizás alguien estaba mostrando dientes y no supimos entenderlo, oigan... Y eso, que se quedan las espaldas gruesas, pero alguno aguanta, y entre los que aguantan está Mads Pedersen, y para Mads Pedersen cuanto peor, mejor (el suyo beneficio político), y se impone fácil.

La máquina fantástica de Ayuso

Es curioso lo de Pedersen. Ganó el arcoíris en Yorkshire, año 2019, y de aquella parecía mancha en palmarés tan prestigioso. Ahora es su nombre el que ennoblece historiales. Ciclista de calidad, sufridor, sube mejor que los de su tamaño, esprinta mejor que los que escalan junto a él. Buena combinación para lucir entrada en Wikipedia. De la Vuelta se irá (casi seguro) con el maillot verde, esto de Montilla y vaya usted a saber si alguna cosa más. Siempre merece aplauso. (Yo estuve allí, en Yorkshire, el día de Pedersen. Ambientuco, sí. Otro día les cuento sobre el pub que tenía una bici conectada al rodillo, y éste a una pantalla gigante, y podías ver allí los vatios que generabas pedaleando. Ganaba el juego quien generase más potencia mientras bebía una pinta del trago. Lo dejo aquí, por si la UCI se anima a innovar).

Y Ayuso, que no me olvido. Porque lo de Ayuso exige reflexión, y no realizada por mí (después de Peñas Blancas les conté más o menos qué opino sobre el tema). Dio el mozo en covid, pero su equipo tiene una máquina recién llegada de la USS Enterprisse, y la máquina dice que está bastante bien, y que no contagia a nadie salvo intercambio intenso de fluidos, y que todo ok, José Luis. No entro yo (líbreme Eddy) a pontificar veracidades sobre el asunto, porque corresponde a otros (y porque no tengo ni puta idea, igual que todos esos que ustedes leen pontificando fuertemente, con puñitos cerraos). Pero sí parece, al menos, que un poco desigual queda el asunto, después de tantísimos abandonos por el mismo tema. Y que si la máquina mágica funciona realmente pues deberían tenerla todos los equipos (o, al menos, la organización). Y, en definitiva, que cuesta mucho imaginarse idéntico affaire si el protagonista no fuese español, no tuviese diecinueve años y no estuviese tan arriba en la general. Y hasta aquí, que yo de virología sé aún menos que de ciclismo...

placeholder El líder de la general, el belga Remco Evenepoel, seguido por el español Juan Ayuso. (EFE/J. L.)
El líder de la general, el belga Remco Evenepoel, seguido por el español Juan Ayuso. (EFE/J. L.)

La Pandera, pues. Qué cambio de dirección, en La Pandera. Antes había nordeste y lucía sol, ahora viene gallego y barruntamos lluvia. A ver si es decisivo, decíamos. A ver si no es solo un mal momento. Pero... Tenía Remco un auténtico muro para defender, y le salieron tres o cuatro grietitas... Primero, victoria de etapa. Para Richard Carapaz. Segunda en tres días, los dos últimos finales en alto. Cuando un tío con sus características se reconvierte en cazador (y anda con mentalidad de ello) suele sembrar terrores cual caballo de Atila (o cual grupo de transalpinos en localidad turística española). Lo tuvieron casi pillao (a Carapaz, con los italianos no hay manera), pero el tío agarra las oportunidades como para transmitirles leishmaniasis. Enhorabuena a él, y deja que no trinque más botín de aquí a la ciudad con mejor agua del mundo...

La etapa más dura de La Vuelta

Detrás hubo dos detalles, antes de contar todos los otros detalles. Detrás tira con fuerza Robert Gesink. El mismo Robert Gesink que atacó en La Pandera (en esta Pandera) allá por 2009. Iba líder Alejandro Valverde, sufrió como un cocker spaniel entre escajos. Ambos siguen aquí, y el holandés fue decisorio, mira tú. A la vejez, viruelas, y tal. Decisorio porque redujo el grupo de los buenos, provocando algo que funciona casi siempre (pero cuando no lo hace... hostia, qué cagada cuando no lo hace). Hablo, claro, de la táctica chucuchú. La táctica chucuchú es cuando un líder o favorito pone a uno de sus gregarios a tirar del grupo. El paisano en cuestión debe poner caras, hacer gestos, transmitir sensación tener ahí cerca el sub-35-minutos en Alpe d´Huez... pero avanzar menos que Paquirrín en una Olimpiada Matemática.

La escapada aumenta diferencias, entran ciento diez tíos que antes iban descolgados, Mikel Landa se hace selfis con los fans, pero nadie osa atacar al líder porque, joder, es el líder, y si tiene un gregario ahí, haciendo tantas muecas, pues será que prepara zafarrancho. Y no, oigan, no. Táctica chucuchú. Farol de los gordos, órdago a grande con rey-dos-caballos. ¿Problema? Si te descubren cartas... cagadón. Todos saben que fingimiento, todos huelen debilidad de cara a días posteriores. Arriesgado.

placeholder Mikel Landa, durante esta edición. (EFE/J. L.)
Mikel Landa, durante esta edición. (EFE/J. L.)

Sucede que casi nunca descubren cartas, porque el ciclismo de ahora es así. Salvo para algunos. Son poquitos, pero les pueden llamar ustedes "campeón" sin que suene irónico. Primož Roglič es uno de ellos. Sí, cero problemas, díganle "jefazo", díganle "guapa, guapa, guapa". Hay justificación para todo. Y atacó, el tío. Y Remco quiebra, Remco quiebra, primera vez que Remco quiebra. Pero a lo grande tú, porque empiezan a adelantarle tíos, no pilla ritmuco, se clava, se levanta, suda cual gorrinete. Tiene pinta que pierde la intemerata, tiene pinta que sale esta misma noche para Flandes a preparar carreras de un día...

Pasa que no. Otro detalle. Juan Ayuso (sí, el del covid) pincha, cambia bici por una de asistencia neutra, caza a Evenepoel, lo deja tirado. Cara o cruz, hundimiento moral o... Salió lo segundo. Remco supo sufrir a unos metros del adolescente, luego carbura, termina tirando con fuerza, apretando los dientes cara a meta. Buenas sensaciones en las malas sensaciones. Pero... malas sensaciones. Con todo, pierde cincuenta segundines con Roglič, y veinte con Enric Mas (que hizo media subida a rueda de Evenepoel, luego salió a rueda de Primož y terminó a rueda de Carlos Rodríguez.

placeholder El belga Remco Evenepoel (Quick Step) está sufriendo en las últimas etapas. (EFE/J. L.)
El belga Remco Evenepoel (Quick Step) está sufriendo en las últimas etapas. (EFE/J. L.)

Más tarde, en la habitación, le preguntaron si quería ver lo nuevo eso de los dragones y los Targaryen, y dijo que vale, lo que tú digas). Carrera abierta, más por 'feelings' que por diferencias. Antes era invencible, ahora ha sangrado. Y, como dijo Chuache, si sangra, podemos matarlo.

En Sierra Nevada, por ejemplo. Que era la etapa más dura de esta Vuelta. Miren el perfil y lloren. La etapa más dura de esta Vuelta. Terreno, sí, pero... la etapa más dura de esta Vuelta. Ay, con el recorrido de esta Vuelta. La nueva etapa de Sierra Nevada, además, porque es distinta a la que presentaron en su momento (más suave) y muy distinta a la que intentaron hacer originalmente (mucho más suave). Esto de los cambios es así... lo de quitar San Pellegrino y meter Fedaia solo pasó en el Giro del 89, lo habitual es cambiar Stelvio por Carmona... En fin, que no les gruño. Al lío.

El lío final del domingo

Porque con lo de La Pandera y nuestro optimismo patológico pues... ganazas. La cosa finalmente fue un poco sí-pero-no, para qué engañarnos, aunque también alimentó dudas y esperanzas de cara a los próximos siete días. Nuestro optimismo patológico, que no tiene fin... Básicamente... escapada. Con tíos muy buenos. Que si Vine, que si Carapaz, que si Marc Soler, un poco de, mira, Lawson Craddock. También andaba por ahí Thymen Arensman, que tiene un nombre a-co-jo-nan-te y más planta que Jacques Anquetil. Igual exagero, pero tiene planta, el mozo. Y, bueno, ganó merecidamente. Pareció emocionarse (en meta), y eso siempre emociona (en casa).

Pero ustedes han venido aquí por lo de las generales, y los maillots rojos, y las polémicas, así que a ello. Porque ataca Miguel Ángel López a diez de meta, y engancha rápido con de la Cruz (que iba delante), y sale a por ambos Enric Mas, y todos nos frotamos las manucas, porque Enric Mas es 'best friend forever' de Miguel Ángel López, tienen un 'bromance', son colegas para siempre, son Sonny Crockett y Ricardo Tubbs. Vamos, que bien, uhhh.

placeholder El español Enric Mas (Movistar), a pocos metros de su llegada a la meta. (EFE/J. L.)
El español Enric Mas (Movistar), a pocos metros de su llegada a la meta. (EFE/J. L.)

Quien no arranca es Remco. Y tampoco Roglič. El primero amenaza otra vez con crisis, pero pilla su ritmo, no se pone nervioso, exige locamente al último gregario y luego asume responsabilidades. Mentalidad de líder. Pasó rato malo, pareció cascarse otro minutejo. Al final... cierto control. No el control dominante de los diez primeros días, pero control.

Lo de Primož es diferente. Durante toda la etapa tuvo tirando a los suyos. En El Purche (Valverde bajó con el maillot cerrado, tranquilos), luego por el comienzo de Hazallanas. Sucede que Jumbo entró en esta primera (y durísima) parte de Sierra Nevada con malas intenciones y menos cabeza. Vamos, que llevaban maillot amarillo, pero parecían El Espantomóvil, El Alambique Veloz y ese coche fálico de Pedro Bello, seguro que me entienden. Cien metrucos y tomar pol saco toda la estrategia, porque vuelve a andar Roglič solo. Aquello pudo funcionar en el Tour, pero ni el Jumbo hispano es el francés ni este Primož es el Vingegaard de julio.

Con todo... juega. Y juega, siempre, a grande. A ganar. Los ataques de los líderes son cosa del líder (algo muy evidente, pero llevamos década y media que nadie hace esto, por culpa de un quítame allá ese octavo). Así que Primož queda a rueda de Evenepoel. Qué me importa a mí que vayan delante López y Mas, qué me importa a mí ser pódium o no. Quiero la cuarta (la cuarta Vuelta, ojo), y mi único rival es el tío que lidera. Anda justito de reprís, pero le valió arrancar en el último kilómetro y limar otros segundines. Dudas para Remco, aunque respondiera como debe hacerlo un capo.

placeholder El belga conserva el maillot rojo. (EFE/J. L.)
El belga conserva el maillot rojo. (EFE/J. L.)

Otros 20 segundos perdió con Mas y López. Que no veas las risas, como Mas y López. Mas que chupa rueda, López que pide relevos, Mas que le dice "ola, ke ase", López le sale con lo de "bueno, señores, yo me quedo por aquí", hay un paisano escribiendo ahora el guion del docu y frotándose manucas. A ver, por decirlo suave... no parecieron entenderse. Al final Enric hizo lo único lógico (tirar para adelante, olvidarse de un tío al que lleva tres minutos), pero el hueco quedó en poquita cosa.

Con todo... llevaba casi dos semanas contándoles las hostias que iba goteando Remco, y aquí he empezado con cómo va cegando fugas de agua. Queda terreno durísimo, etapas espeluznantes llenas de puertos, trampas para osos, la Molteni preparando emboscadas y Henri Desgrange diciendo que sois unos perezosos, cabrones, unos perezosos. Nah, para ser sinceros quedan siete días de auténtico chichinabo hasta Madrid (¿qué es un chichinabo?, debe ser ridículo), pero con menos mimbres hemos visto hacer cestos por aquí cerquita, así que mantenemos esperanza. En Roglič, principalmente... Y eso, que hay Vuelta. Y nosotros que lo veamos.

Que hay Vuelta, vaya. Así, como conclusión gorda. Que hay Vuelta. A ver, Vuelta ya había de antes, porque hasta cruzar la última línea todo es blablablá. Pero ustedes me entienden, aquí acuden por su ración de hostias y los saltos sin red. Vamos, que si quisieran análisis para imbéciles, frases hechas y más tópicos que ripios hay en un disco de Sabina, les bastaba con mirar a algunos de esos que se llaman 'influencers', son analfabetos funcionales y solo funcionan con emoticonos. Pero no, asumen riesgos y pasean por estos andurriales, que son lugar de sucesos inesperados, comparativas locas e historietas verdes...

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