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Vingegaard deja sentenciado el Tour de Francia: Pogacar vuelve a pisar la Tierra
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DECIMOCTAVA ETAPA DEL TOUR

Vingegaard deja sentenciado el Tour de Francia: Pogacar vuelve a pisar la Tierra

El danés se exhibió en Hautacam con la ayuda ineliduble de sus compañeros del Jumbo-Visma. El esloveno, por contra, se aferró a la épica solitaria y terminó sucumbiendo

Foto: Jonas Vingegaard, celebrando la victoria de etapa en Hautacam. (REUTERS/Christian Hartmann)
Jonas Vingegaard, celebrando la victoria de etapa en Hautacam. (REUTERS/Christian Hartmann)

Jonas Vingegaard se ha coronado como vencedor de la decimoctava etapa del Tour de Francia y, de esta forma, deja casi sentenciada la prueba francesa. Tadej Pogacar, que tuvo que pelear contra todo y contra todos, acabó sucumbiendo a falta de cuatro kilómetros tras correr solo en el tramo final y pasó por la línea de meta segundo. La clasificación general distancia a los dos corredores de más de tres minutos. A falta de la siguiente etapa, la crono del sábado y el cierre del Tour el domingo, el danés es el nuevo campeón de la carrera más emblemática del ciclismo.

La cita del jueves marcaba un recorrido que arrancaría en Lourdes y concluiría en Hautacam. Los expertos apuntaban en la jornada previa que, esta etapa, podría ser la que decidiese gran parte del Tour y dejase un buen espectáculo sobre el asfalto francés. No se equivocaban. Lo que se vivió en Spandelles con los dos líderes de la general fue simplemente espectacular.

Foto: Vingegaard y Pogacar, el Tour es cosa de dos. (EFE/EPA/Guillaume Horcajuelo)

Poco que destacar en la primera parte de la carrera. La segunda parte del recorrido marcaría gran parte de las aspiraciones y el grupo se mostró tranquilo. Lo más reseñable fue, por un lado, la doble caída de Jack Bauer y Nils Eekhoff con el coche del UAE Team y las motos de prensa. Imagen inverosímil, como poco. Por otro lado, Vingegaard no se despegaba de Pogacar ni aunque este se adelantase unos metros para recibir bebidas del coche de su equipo. El danés, pegado como una lapa a su rueda trasera. Bien que hizo en no fiarse de él. Tadej tiene veneno hasta en las uñas.

placeholder Decimoctava etapa del Tour de Francia. (REUTERS/Gonzalo Fuentes)
Decimoctava etapa del Tour de Francia. (REUTERS/Gonzalo Fuentes)

Giulio Ciccone se encargó de coronar el primer puerto, Aubisque, como líder. Eso sí, escoltado por sus compañeros del Trek-Segafredo. Junto a ellos, dos Jumbo, lo cual suponía, en ese instante, una enorme ventaja táctica para Jonas Vingegaard de cara al tramo final. Por detrás, Meintjes a 53 segundos, como grupo perseguidor, y el grupo del maillot a 3:15 con el ritmo marcado por otros dos Jumbo. Pogacar, junto a su compañero McNulty, pegados a estos últimos.

Se había formado una fuga muy grande, quizá demasiado, lo cual acabó desembocando en una fragmentación de hasta cuatro grupos que, posteriormente, se acabó juntando en solo dos y luego se terminó por diluir. Entre tanto, a 58 kilómetros del final, se descolgó Enric Mas que, ni con la ayuda de Gorka Izaguirre consiguió reengancharse al grupo del líder. Se habían metido hasta tres del equipo Movistar en la fuga del jueves, pero Enric no tenía el día -otra vez- y acabó siendo alcanzado por Meintjes. Carlos Verona aguantó arriba, por lo que pudiese pasar, y hasta se permitió el lujo de sacarle la lengua a la realización. Los líderes de la general, al acecho.

Llegó Spandelles y, con ella, el show. Trek Segafredo encaró la ascensión con varios corredores en cabeza. McNulty tomaba el mando del grupo del maillot, remando a favor de Pogacar. Pero se descolgó y dejó a Pogacar solo contra el mundo, o contra el Jumbo, según se quiera ver. Kuss, gregario verificado de Vingegaard, aguantó todo lo que pudo, hasta que al esloveno le dio por mostrar su mejor versión. Se le veía más que cómodo sobre la bicicleta. Y venga, una y otra vez. ¡Qué espectáculo, qué bendición! Así da gusto sentarse a ver una etapa. Constantes arrancadas para intentar librarse de los dos Jumbo.

Mientras Wout Van Aert terminaba de coronar Spandelles, llegó el espectáculo por detrás, en la bajada técnica de la misma, con los dos mejores. Como si de motos de competición se tratase, Vingegaard y Pogacar tumbaban sus bicis en cada curva. El primero, persiguiendo al esloveno, estuvo a punto de caerse, pero salvó la acción de forma milagrosa, mientras la rueda trasera le saltaba en la misma curva. Pocos metros después, Pogacar se derrumbó a cámara lenta tras haber entrado muy pasado a una curva que no le perdonó. Durante un instante, el Tour pareció sentenciado. La cara del vigente campeón vislumbraba un rostro de derrota. Pero no. Recuperó el ritmo, Vingegaard le esperó -consciente de que le venía mejor no ir solo- y se chocaron la mano dejando una imagen de deportividad que emocionaría a cualquiera.

Últimos 13 kilómetros y quedaba Hautacam. Van Aert, Pinot y Martínez, en cabeza. Vingegaard y Pogacar seguían recortando y ya bajaban del minuto. En medio, todavía seguía el bravo Verona. Le diferencia fue cayendo poco a poco, gota a gota. El esloveno tenía, de nuevo, una tarea imposible por delante. Se iba a juntar con el grupo líder donde se encontraba otro Jumbo más. Tres contra uno. Y claro, cuando te toca pelear contra todos los seres vivientes, durante toda la etapa, al final pasa lo que pasa.

Y se acabó. Van Aert y Vingegaard arrancaron al compás, como si de una coreografía se tratase, y dejaron atrás al esloveno de forma casi instantánea. No podía más y los Jumbo deslizaban una sonrisa picarona en la subida, quién sabe si del esfuerzo sobrehumano o por saber que ya tenían el Tour y la etapa en el bolsillo. El belga dejó que Vingegaard se exhibiese y permaneció a rueda de Pogacar. La cima del Granon y Hautacam han sido suficientes para coronar al danés como nuevo campeón del Tour de Francia. Tan solo una tragedia cambiaría el resultado cosechado hoy. Pogacar vuelve a pisar la Tierra, demostrado que es humano. Vingegaard, en cambio, junto a Van Aert, demuestran que pueden ser algo más.

Jonas Vingegaard se ha coronado como vencedor de la decimoctava etapa del Tour de Francia y, de esta forma, deja casi sentenciada la prueba francesa. Tadej Pogacar, que tuvo que pelear contra todo y contra todos, acabó sucumbiendo a falta de cuatro kilómetros tras correr solo en el tramo final y pasó por la línea de meta segundo. La clasificación general distancia a los dos corredores de más de tres minutos. A falta de la siguiente etapa, la crono del sábado y el cierre del Tour el domingo, el danés es el nuevo campeón de la carrera más emblemática del ciclismo.

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