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Roglic sale líder de la catedral de Burgos mientras Landa sigue fiel al landismo
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El alavés perdió 39 segundos en 7 kms

Roglic sale líder de la catedral de Burgos mientras Landa sigue fiel al landismo

El último ganador de la Vuelta confirma la magnífica forma demostrada en Tokio y deja a Alex Aranburu a seis segundos de la gloria. Enric Mas, el mejor de los escaladores; Mikel Landa, el peor

Foto: Roglic, durante la contrarreloj. (Eurosport)
Roglic, durante la contrarreloj. (Eurosport)

En una Burgos con 33 grados a las ocho de la tarde, junto a la catedral en la que duerme Rodrigo Díaz de Vivar, el campeón olímpico y último ganador de la Vuelta (Primoz Roglic) volvió a demostrar este domingo su supremacía en la contrarreloj que marca el inicio de la mejor edición de los últimos tiempos en la tercera vuelta 'grande' del calendario internacional.

Los ciclistas de la ‘Vuelta de las Catedrales’ (que terminará dentro de tres semanas en Santiago de Compostela) disputaron una divertida contrarreloj de sólo 7,1 kilómetros, que incluía tramos muy diversos para tratarse de un prólogo tan breve: un primer puerto corto pero bastante duro (el Alto del Castillo, tercera categoría), una zona de llano para tirar a bloque y una parte muy técnica, en plena ciudad, en la que el riesgo proporcionaba segundos de ventaja frente a los corredores que se negaban a exponerse a una caída en el primer día de competición.

El campeón español de contrarreloj, Alex Aranburu, estuvo a punto de lograr el doble premio de la etapa y el maillot rojo. El ciclista del Astana mantuvo el sueño hasta el mismísimo final de la prueba; el último ciclista en partir era sin duda el más peligroso, y el campeón esloveno cumplió expectativas con una ambición indisimulada: subió el puerto inicial de tercera categoría levantándose del sillín, bajó con riesgo las rampas del descenso y fue a tope durante los casi ocho kilómetros de competición. Ocho minutos y medio después, ya era el protagonista de las primeras fotos de la Vuelta. "Estoy muy contento, era una crono más corta que en los Juegos, pero no me ha quedado nada", dijo Roglic al final de la etapa, aún pedaleando en su bicicleta.

Siempre Landa

No hay, lógicamente, diferencias de relevancia en la clasificación (Mas perdió 18 segundos; Bernal, 27), aunque cabe destacar la pésima contrarreloj de Mikel Landa, puesto 88, que perdió 39 segundos y rozó el desastre al llegar con menos de cinco segundos a la rampa de salida. El alavés, tan acostumbrado a superar dificultades en cada gran vuelta que disputa, podrá reaccionar a partir de la tercera etapa, este lunes, en el que aparece ya la montaña. No parece en su mejor condición todavía el líder del Bahrein, cuyo triunfo en la Vuelta a Burgos acaso pueda ser engañoso.

Foto: Etapa de la última Vuelta a España. (EFE)

Los 184 corredores, repartidos en 23 equipos, han dado negativo en los tests de COVID y ven en el calor su principal obstáculo, dada la tremenda exigencia del recorrido de esta edición (la número 76). Roglic defenderá el maillot rojo este domingo en la primera etapa en línea, que se disputará entre Caleruega y Burgos Gamonal, jornada llana de 166,7 kilómetros. Una gran ocasión para los velocistas antes de la cima del Picón Blanco, con rampas del 17%, en la que seguro empezarán los 'hachazos'.

En una Burgos con 33 grados a las ocho de la tarde, junto a la catedral en la que duerme Rodrigo Díaz de Vivar, el campeón olímpico y último ganador de la Vuelta (Primoz Roglic) volvió a demostrar este domingo su supremacía en la contrarreloj que marca el inicio de la mejor edición de los últimos tiempos en la tercera vuelta 'grande' del calendario internacional.

Los ciclistas de la ‘Vuelta de las Catedrales’ (que terminará dentro de tres semanas en Santiago de Compostela) disputaron una divertida contrarreloj de sólo 7,1 kilómetros, que incluía tramos muy diversos para tratarse de un prólogo tan breve: un primer puerto corto pero bastante duro (el Alto del Castillo, tercera categoría), una zona de llano para tirar a bloque y una parte muy técnica, en plena ciudad, en la que el riesgo proporcionaba segundos de ventaja frente a los corredores que se negaban a exponerse a una caída en el primer día de competición.

El campeón español de contrarreloj, Alex Aranburu, estuvo a punto de lograr el doble premio de la etapa y el maillot rojo. El ciclista del Astana mantuvo el sueño hasta el mismísimo final de la prueba; el último ciclista en partir era sin duda el más peligroso, y el campeón esloveno cumplió expectativas con una ambición indisimulada: subió el puerto inicial de tercera categoría levantándose del sillín, bajó con riesgo las rampas del descenso y fue a tope durante los casi ocho kilómetros de competición. Ocho minutos y medio después, ya era el protagonista de las primeras fotos de la Vuelta. "Estoy muy contento, era una crono más corta que en los Juegos, pero no me ha quedado nada", dijo Roglic al final de la etapa, aún pedaleando en su bicicleta.

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