La escabechina en una etapa llana que reengancha a Nairo Quintana a la Vuelta

Nairo Quintana, que salió el lunes de La Cubilla sexto en la clasificación general a casi ocho minutos de Primoz Roglic, es ahora segundo a 2'24 del esloveno. Ese salto es consecuencia de una de las mejores etapas de la Vuelta a España, una sin ningún puerto puntuable, pero con más kilómetros que ninguna otra (220), un ritmo altísimo (50,6 km/h) y un viento de costado que ha torturado a los ciclistas durante buena parte de la jornada. El colombiano se coló en una escapada numerossa que acabó por destrozar al equipo del líder. Si no es por el trabajo del Astana para defender los intereses de Miguel Ángel López, Roglic habría perdido el jersey rojo.

Aún lo mantiene, y no por poco tiempo, lo que le permite ser optimista ante las dos etapas de montaá que quedan, la de este jueves en la sierra de Madrid y la del sábado por la sierra de Ávila. Roglic ha sido el más fuerte en la montaña y debería ganar, pero ahora tiene un rival más y el Movistar cuenta con una baza que ya daba por perdida. Nairo Quintana y Alejandro Valverde son segundo y tercero y el Jumbo-Visma cada vez parece más débil.

La etapa demuestra, una vez más, que no hacen falta llegadas en alto para que haya espectáculo y cambios en la clasificación general. Las etapas largas, el viento y, sobre todo, las estrategias de los equipos y la valentía de los corredores son muchas veces más decisivas que el desnivel de las carreteras. En esta misma edición, otra etapa 'a priori' no tan dura, la segunda entre Benidorm y Calpe, ya deparó una gran jornada de ciclismo. Nairo Quintana también fue uno de los grandes beneficiados al conseguir la victoria.

La escabechina de este miércoles se fraguó nada más comenzar la etapa. Se formó una escapada de más de 40 corredores en la que se metió Nairo Quintana junto a tres compañeros del Movistar. El Jumbo-Visma tardó en agruparse para tirar por detrás. Cuando lo hizo, los escapados ya tenían más de un minuto de ventaja. Por delante tiraban más corredores, lo que unido al viento de costado que hubo en los primeros dos tercios de la etapa hizo que la diferencia fuera aumentando. La etapa iba tan rápido y estaban pasando tantas cosas, que TVE tuvo que adelantar media hora la conexión.

La ventaja llegó a superar los seis minutos, mientras por detrás se sucedían los ataques y el pelotón se cortaba. Hasta Alejandro Valverde atacó para intentar aislar a Roglic. En un momento dado, el líder se quedó solo junto a otros seis ciclistas, entre ellos Valverde, Pogacar y Majka. Solo cuando el Astana se reagrupó, parando a corredores que iban en la fuga, el pelotón creció y la persecución se organizó. Pero los perseguidores no evitaron la pérdida de más de cinco minutos en meta.

Quintana reconoció que no era el plan de Movistar. "La estrategia estaba bien. Tan pronto no estaba planeado porque teníamos otra estrategia, pero hemos aprovechado, nos hemos sabido mover y hemos sacado provecho cuando menos esperábamos", dijo tras la etapa.

Lo sucedido este miércoles camino de Guadalajara recordó a la etapa de Formigal hace tres años en la que Quintana sentenció su único triunfo en la Vuelta por delante de Chris Froome. Aquel día, el ataque de salida de Alberto Contador pilló descolocado a todo el Sky, pero fue el trabajo de los Movistar el que permitió hacer camino a la fuga. Quintana entró en meta 2'37'' antes que Froome y sentenció la carrera.

Como entonces, Quintana ha sido uno de los grandes protagonistas de la etapa, pero no se ha llevado la victoria. El ganador en Guadalajara fue Philippe Gilbert, que ya suma dos triunfos en esta edición.