El golpe de Eslovenia a la Vuelta a España y por qué su deporte está de moda

La Vuelta a España no se corre por países, pero Primoz Roglic y Tadej Pogacar, dos eslovenos de equipos rivales, se unieron en las rampas de Los Machucos para dejar atrás al resto de los candidatos a ganar el jersey rojo. El primer aumentó su ventaja al frente de la clasificación general y el segundo, que logró su segunda victoria de etapa (ha ganado las dos más duras de la carrera hasta ahora) escaló hasta el podio. Solo Alejandro Valverde, que le saca 18 años, se interpone entre él y su compatriota.

Eslovenia tiene a dos ciclistas que le pueden dar muchas alegrías en los próximos años. De hecho ya lo están haciendo. Roglic, un ex saltador de esquí que cambió la nieve por el asfalto, es uno de los mejores ciclistas del pelotón. En 2018 acabó cuarto en el Tour de Francia, este año fue tercero en el Giro de Italia y va a por la Vuelta. Sacó tiempo a todos sus rivales en la contrarreloj y también en las rampas de Los Machucos. Es el más fuerte de la carrera y cuesta verlo vestido de otro color que no sea el rojo el 15 de septiembre de Madrid.

A su lado, vestido con el jersey blanco de la clasificación de los jóvenes, puede que esté Tadej Pogacar, a quien ya no se le puede llamar promesa del ciclismo. El esloveno, que cumplirá 21 años en dos semanas, lleva dos temporadas demostrando que tiene talento para ser protagonista durante la próxima década. En 2018 ganó el Tour del Porvenir y en lo que va de año el Tour de California y la Vuelta al Algarve, además de los triunfos parciales en las etapas de Andorra y Cantabria. Está donde no debería estar, igual que otro joven ciclista que ya es una realidad: Egan Bernal. Sus duelos en las grandes vueltas están servidos.

"Ha sido muy bonito para el ciclismo esloveno que hayamos sido protagonistas en la etapa, la verdad es que los dos hemos dado el máximo", dijo Roglic. "Pogacar tiene gran talento y gran futuro en el ciclismo. Cada vez está más cerca de podio, y además es un buen amigo y gran rival".

"Hoy hemos sido aliados, pero seguro que habrá peleas hasta Madrid. Le conozco desde hace dos años, es un buen tipo, muy respetuoso", dijo Pogacar sobre su compatriota. "No me puedo creer que haya ganado dos etapas en mi primera participación en una gran vuelta, es algo especial, me siento muy feliz y no sé cómo expresarlo (...) "No sé cómo voy a responder de aquí al final, pero estas dos primeras semanas han sido perfectas. Espero seguir así, y mi objetivo es estar al lado de Primoz Roglic en el podio de Madrid. No tengo presión no que demostrar nada a nadie".

Eslovenia está de moda. No solo tiene presente, como Roglic o Jan Oblak, uno de los mejores porteros del mundio, también mucho futuro. Pogacar es un año más joven que Luka Doncic, la mayor aparición en el baloncesto europeo en décadas y ganador del premio al mejor novato de la NBA la pasada temporada. Uno es uno de los ciclistas con más futuro y el otro, un baloncestista llamado a hacer historia.

Eslovenia tiene poco más de dos millones de habitantes y una gran tradición deportiva. Más orientada a los deportes de invierno, pero no exclusivamente. Roglic, Pogacar y Doncic son la demostración. Los dos primeros se están exhibiendo en la Vuelta, donde van primero y tercero.