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El peaje de la maternidad en el deporte, contado por una medallista olímpica
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leire olaberria, bronce en pekín 2008

El peaje de la maternidad en el deporte, contado por una medallista olímpica

La ciclista Leire Olaberria, bronce en Pekín 2008, ha denunciado a la Real Federación Española de Ciclismo ante el CSD. Le acusa de discriminarla por ser madre

Foto: Leire Olaberria subió a su hijo al podio tras ganar el oro en madison junto a Eukene Larrarte en el Campeonato de España de octubre de 2017.
Leire Olaberria subió a su hijo al podio tras ganar el oro en madison junto a Eukene Larrarte en el Campeonato de España de octubre de 2017.

En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Maialen Chourraut ganó el oro olímpico. En la grada estaba una persona que no había asistido cuatro años antes a Londres, donde la piragüista guipuzcoana se llevó el bronce. Era su hija Ane, de tres años, seguramente ajena a lo que son unos Juegos, pero feliz porque su madre lo era. Esa escena no es normal en el deporte. Es más habitual en el caso de los hombres, pero al revés no sucede. Las mujeres se ven obligadas a retrasar la maternidad porque la edad de procreación coincide con la carrera deportiva, en general corta. Muchas tienen que elegir entre una cosa y la otra.

Eso es lo que hizo Leire Olaberria, medallista de oro en los Juegos de Pekín 2008 en la prueba de puntuación de ciclismo en pista. Durante gran parte de su carrera, ser madre no fue una prioridad. Pero en cuanto se quedó sin plaza para Río 2016, decidió que había llegado el momento. Tenía 39 años. "Como me ha apasionado tanto el ciclismo, he estado a punto de perderme el hecho de vivir una experiencia como la maternidad. Lo retrasé porque los resultados estaban siendo buenos y todos los años había un objetivo", explica a El Confidencial.

placeholder Leire Olaberria también ganó el bronce en la prueba de Scratch en el Campeonato de España de octubre de 2017. (EFE)
Leire Olaberria también ganó el bronce en la prueba de Scratch en el Campeonato de España de octubre de 2017. (EFE)

Fue madre a finales de 2016 y en la primavera del año siguiente volvió a competir. Lo hizo bien y en septiembre regresó al equipo nacional. Y ahí comenzaron los problemas, que desembocaron en varias denuncias, primero ante la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) y más tarde ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Unión Ciclista Internacional (UCI). Olaberria, apoyada por la Asociación Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP), denuncia un trato discriminatorio por ser madre por parte de la RFEC y el seleccionador. La ciclista asegura, entre otras cosas, que la federación le comunicó que el viaje y el alojamiento para su hijo los tenía que costear ella.

La RFEC niega las acusaciones. En declaraciones a 'Efe', el presidente, José Luis López Cerrón, dijo que facilitaron que Olaberria pudiera acudir a una concentración en Mallorca con su pareja y su hijo y que más tarde la ciclista se negó a competir con la compañera elegida (Ana Iriarte) por el seleccionador, Raúl Mena, porque quería hacerlo con Eukene Larrarte, con la que ganó el oro en madison en el Campeonato de España celebrado en Palma de Mallorca en octubre de 2017. El Comité de Disciplina dio la razón a la federación tras la primera denuncia de la ciclista. "Dejó la bicicleta y nos denunció, pero la verdad es que se le facilitó todo, pero la decisión de la convocatoria la tenía que tomar yo como seleccionador", dijo Mena.

"Ellos lo llevaban todo a la situación técnica. Y evidentemente tiene una carga técnica, pero es que parte de una situación personal. Vuelvo a competir y soy madre, ya no me podéis pedir las cosas como las pedíais antes porque la situación ya no es la misma para mí", se queja Olaberria. "Estoy decepcionada por las respuestas recibidas", continúa. "Cuando me planteo la idea de volver, en todo momento entendía que lo complicado aquí iba a ser cubrir las necesidades de la criatura y otra vez alcanzar el nivel internacional. Y me he encontrado que si adaptas el calendario mientras la criatura es muy pequeña, se puede competir. Que mi nivel ha sido sorprendentemente bueno cuando corté la lactancia materna. Que en un equipo pequeño he podido conciliar. Mi decepción vino al nivel de la selección nacional. Me plantearon una situación deportiva sin ninguna motivación y sin ninguna ambición. Me dijeron que tenía que hacer yo frente a los gastos de ir a la competoición con el crío. Y la incomprensión. Como si estuviera planteando algo que no entraba en la cabeza de quien tenía delante".

Olaberria, que compite con el Gipuzkoa Ogi Berri desde su vuelta, explica que con su denuncia, además de justicia, busca dar a conocer los problemas que tienen las deportistas para conciliar su carrera con la maternidad. "Espero que la situación que me he encontrado sirva para algo en el futuro. Que no sea algo tan fuera de lo común atreverse con una aventura tan maravillosa y exigente como la que me he atrevido yo", dice.

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"El ránking no recuerda que has sido madre"

Tenga razón ella o la tenga la RFEC, es evidente que existe una falta de protección para las deportistas que deciden ser madres. Hay casos sangrantes, como las cláusulas antiembarazos, pero sin llegar ese extremo, los obstáculos que se encuentran las deportistas son notables. Es conocido, por ejemplo, el caso de Serena Williams, que se ha quejado de las normas de la WTA para una tenista que vuelve tras un embarazo. La vuelta se hace aún más cuesta arriba porque gran parte del trabajo anterior se pierde.

"Cuando vuelves partes de cero. Es alucinante hasta dónde ha llegado tu cuerpo, aunque yo hice deporte a lo largo de todo el embarazo, aunque a otras intensidades y de otra manera. El ránking UCI no recuerda que has sido madre. Te dice que has estado doce meses fuera de competición y que todos los puntos que tenías ya no los tienes. Yo cuando vuelvo no lo hago diciendo 'soy Leire y tengo este palmarés', sino que vuelvo diciendo 'soy Leire, soy la madre de Javier y estando Javier en mi vida voy a ver qué soy capaz de hacer", dice.

"Yo he sido muy consciente de a qué edad estaba volviendo. Y era muy consciente de que me quedaba un poquito, no mucho más. Pero las respuestas que he recibido me han hecho plantearme en qué país estamos. No soy capaz de expresar lo que es una situación de estas para una deportista", lamenta. "Las máximas referentes de este deporte han tomado esta decisión y han podido seguir brillantemente sus carreras deportivas y compaginándolas con la maternidad. Yo me he encontrado una situación bastante diferente".

placeholder Leire Olaberria ganó un bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. (EFE)
Leire Olaberria ganó un bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. (EFE)

Tener un hijo cambia las prioridades, dice Olaberria. "Cuando no eres madre, desde que te levantas hasta que te acuestas, solo estás para entrenar y para descansar. Solo estás pensando en el día de la competición. Y cuando llega una revolución a tu vida, los planes van día a día porque la criatura no siempre está igual. En mi caso tenemos una guardería cerca de casa y una persona que me ha ayudado en las horas que me hacían falta para entrenar. Y competir ha sido toda una aventura, porque hasta los nueve meses he podido darle la lactancia materna y tengo una familia que me ha ayudado y ha vendido a todos los sitios que ha hecho falta", cuenta la ciclista.

Ella ha podido llevar el embarazo con cierta seguridad. Además de haber cotizado durante todas su carrera, algo que muchos deportistas en España no pueden hacer, ha recibido la ayuda de la Fundación Basqueteam, una institución del Gobierno Vasco que tiene como objetivo "dotar de recursos a los deportistas vascos y vascas, no profesionales, para facilitar su participación en las más altas competiciones internacionales", según se puede leer en su página web.

"En todo este año siempre he dicho que he vuelto para intentar dar el nivel de antes. Y si no soy capaz de darlo, soy la primera que me retiro, porque aparte de pedalear también sé hacer otras cosas en la vida", dice Olaberria. Ese momento está más cerca que nunca, pero no porque no dé el nivel, explica, sino por lo que ha pasado. "Una deportista de alto nivel que no hace el Mundial, prácticamente está sentenciada. Ya no tienes plan ADO. Y ya no tengo ni mucha motivación ni muchas ganas de seguir en forma. Porque estar en forma ahora es mucho más complicado que antes".

La ciclista de Icazteguieta opina que la situación mejoraría con "más mujeres en puestos de resposabalidad en el deporte, porque han vivido realidades diferentes". "Una, cuando vive por dentro todas estas historias, imagino que en el momento en que le toca gestionar también tiene otras capacidades diferentes. Defiendo el derecho a conciliar, como en cualquier otro trabajo. Eso no se le debe negar a nadie. Para las deportistas debería ser normal ser madre. Hay que normalizarlo y que las cosas no sean tan complicadas".

En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Maialen Chourraut ganó el oro olímpico. En la grada estaba una persona que no había asistido cuatro años antes a Londres, donde la piragüista guipuzcoana se llevó el bronce. Era su hija Ane, de tres años, seguramente ajena a lo que son unos Juegos, pero feliz porque su madre lo era. Esa escena no es normal en el deporte. Es más habitual en el caso de los hombres, pero al revés no sucede. Las mujeres se ven obligadas a retrasar la maternidad porque la edad de procreación coincide con la carrera deportiva, en general corta. Muchas tienen que elegir entre una cosa y la otra.

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