El día más grande de Rigoberto Urán y el deseo casi imposible de Mikel Landa

"A finales de la década de los 2000, con la salida de Rigoberto Urán a Europa, empezaron salir corredores a otros equipos del continente. Eran sobre todo amigos de Urán, y esto volvió a poner a Colombia en el panorama del ciclismo mundial. Cuando Urán empieza a destacar, aparecen otros como Arreondo o Quintana, que empiezan otra vez a recordar que Colombia ha sido un país de tradición ciclista y pone los ojos de los managers en ciclistas de este país". Santiago Botero, exciclista y una de las leyendas del ciclismo cafetero, marca a El Confidencial como momento clave de la resurreción colombiana en el ciclismo la explosión de Rigoberto Urán. Este corredor olvidado entre la muchedumbre del pelotón está a punto de vivir el mejor día de toda su carrera.

"Será la contrarreloj más importante de mi vida", admitió con emoción. Se juega acabar sobre el podium del Tour de Francia, el mayor éxito desde que se subiera a una bicicleta y que, de no suceder nada extraño, llegará cuando nadie lo esperaba, cuando no entraba en ninguna quiniela. Los 22,5 kilómetros que se recorrerán en las calles de Marsella, marcarán el destino del ciclista del Cannondale... el único con verdaderas posibilidades de aspirar al maillot amarillo, si bien siendo realistas su lugar estará a la derecha de Froome, como segundo, si logra robarle esos seis segundos de desventaja que le saca Romain Bardet ahora mismo.

"Va a ser difícil, es muy fuerte contra el reloj, pero es la etapa más importante de mi vida, porque estoy cerca del amarillo", dijo el de Antioquía. Urán aseguró que espera hacer una buena crono y superar esa diferencia. La historia está a favor del colombiano, más especialista que el galo en la lucha contra el reloj, aunque en la primera de este Tour, la inaugural de Düsseldorf, fue 12 segundos más lento que Bardet. "Pero la historia no importa, importa el presente", señaló el líder del Cannondale, que dijo que más importante que la especialización serán las fuerzas que tengan los ciclistas tras tres duras semanas de competición.

Su hogar estará muy pendiente del ciclista de Urrao, que ha vuelto por todo lo alto a la máxima competición tras unos años en los que los buenos resultados le habían abandonado. Urán, el más peculiar de los colombianos, se ha mantenido con los mejores en el Tour y llega a la penúltima etapa con todas las opciones en su mano. Tendrá que brillar como en aquel 22 de mayo de 2014 en las carreteras del Giro de Italia, entre Barbaresco y Barolo, cuando voló durante 42,2 kilómetros para superar a especialistas como Cadel Evans y conquistar su mayor triunfo contra el crono y el jersey rosa de líder. Ahí puso las bases del segundo puesto que acabó conquistando después de verse superado en la general por su compatriota Nairo Quintana.

Un podio para cerrar un gran Tour

En el Tour nadie pierde. No entre los cuatro primeros de la clasificación. Ninguno de ellos se quedará sin cumplir con la hoja de ruta establecida y dos de ellos, Urán y Landa, han ido mucho más lejos de lo que la misma les indicaba. A Mikel no se le olvidrá en su vida este Tour. Es, para él, un Giro 2015 pero a lo bestia. Opciones reales de victoria final no ha tenido, como sí tuvo en aquella 'corsa rosa', pero sí que se ha hecho un nombre de verdad en el pelotón internacional. Liderará un equipo en el próximo Tour o esa es su ambición y para lo que está llamado. A falta de una etapa, Landa ya ha cumplido más que de sobra.

Pero eso, queda una etapa. 22 kilómetros y medio a toda velocidad para el subcampeón de España de contrarreloj. Quitarle 1:07 a Urán es imposible, quitarle 1:13 a Bardet casi lo es también. Pero hay que correr, hay que probar. "Se me antoja demasiado tiempo para la contrarreloj que es", le dice su colega Contador. Y tiene razón. Pero a Landa le gustan las cosas difíciles.