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El Tour se empina, Froome afila los dientes y Contador prepara la defensa
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El Tour se empina, Froome afila los dientes y Contador prepara la defensa

La quinta etapa del Tour de Francia acaba en alto y todo el pelotón tiene claro que Froome lanzará su primer gran ataque. Alberto Contador, listo para superar el primer examen serio

Foto: En la imagen, Chris Froome junto a Alberto Contador. (EFE)
En la imagen, Chris Froome junto a Alberto Contador. (EFE)

La carretera se empina. Tras un primer ramillete de etapas con un piso más llano, el Tour de Francia se empieza a adentrar en otro escenario en el que poco a poco se irá comprobando cuál es el estado real de los favoritos. Queda mucho por delante, pero esta quinta etapa se presenta como el primer test para que los hombres que pelearán por el triunfo final aparezcan en escena de verdad. Empezando por Chris Froome, que conoce al dedillo el final en alto, donde en 2012 mostró su fortaleza, el lugar en el que dio un zarpazo para empezar a dejar claro que tarde o temprano reinaría en el mundo del ciclismo. Alberto Contador está listo para el primer examen de cierta entidad.

Tras una cuarta etapa marcada por el accidentado final, con expulsión fulminante de Peter Sagan, pero sin incidencia en la trayectoria de los favoritos, aparece una quinta con un final en alto. La Planche des Belles Filles (1.025 metros) es una cota en la que pueden empezar a marcarse las primeras diferencias, un alto que conoce a la perfección Chris Froome. Se interna el Tour en los Vosgos y el pelotón asume que el gran favorito sacará por primera vez las uñas para empezar a poner de manifiesto su poderío. Fue en 2012, cuando era fiel gregario de Bradley Wiggins, cuando el británico selló en este punto su categoría. Ganó aquella etapa, la séptima, acabando en aquella edición en segunda posición por detrás de su líder.

Se trata de una etapa corta, de 160,5 kilómetros, y en la que también cabe destacar la subida a un puerto de tercera a solo 55 kilómetros para la meta, en un terreno en el que ya se pueden mostrar los primeros espadas. La subida a La Planche des Belles Filles apenas es de 6 kilómetros de distancia, pero con rampas de un desnivel del 15%; el tramo final es el que pondrá más a prueba a los Froome y compañía, llegándose al 22%. Las fuerzas están prácticamente intactas y todos los aspirantes a levantar los brazos en París parecen listos para la batalla. Esta subida, sin embargo, sí puede empezar a mostrar las costuras de unos y el poderío de otros.

Cautela


No se espera que haya grandes diferencias, si se marcan, pero en el interior del pelotón se da por hecho que esta quinta etapa no será una más. Chris Froome es todo un especialista en aprovechar cualquier oportunidad que se le presente, grande o pequeña, para castigar a sus enemigos. Por ello, en un alto de enjundia, se asume que el británico, con el poderoso Sky apretando a una, accionará el acelerador cuando toque para intentar marcar las primeras distancias a las primeras de cambio, para luego ir administrando esfuerzos a medida que pasen los días, ya con un botín debajo del brazo.

Aparece en segunda línea Alberto Contador, agazapado, al acecho y listo para responder al ataque de Froome, llegue cuando llegue. Hace unos días reconocía el de Pinto que no se encontraba listo para asumir grandes esfuerzos, aunque es cierto que ahora su físico ha adquirido mejor tono. En estos primeros días del Tour ha asomado la cabeza en determinados momentos, destellos que hacen pensar que el campeón español parece preparado para combatir y dar guerra a Froome. Hasta desde el interior del mismo equipo Sky se han deslizado declaraciones que ponen de manifiesto que no se fían de uno de los rivales, a priori, de su jefe de filas. "Contador ha mejorado en relación a la Dauphiné y será un rival duro de batir", ha manifestado Nicolas Portal, director del Sky.

Ataque seguro

La vida de Alberto Contador ha cambiado, parece que a mejor, con el cambio de equipo. Nunca se sintió cómodo en el Tinkoff, donde no encontró lo que esperaba. Mucho menos el mejor patrón para que le impulsara, a él y al equipo. El polémico Oleg Tinkov no fue el jefe modélico que esperaba el ciclista español, que acabó amargado de correr a las órdenes de un desagradable personaje, como sus propias declaraciones se encargan de confirmar siempre. De su boca siguen saliendo todo tipo de exabruptos contra el que fue asalariado suyo. En el Trek-Segafredo ha encajado perfectamente, desde el principio, y prueba de ello es que la renovación del contrato —ejecución de la cláusula que contempla una campaña opcional— está en camino, noticia que adelantó 'AS' hace unos días.

Sabe que en esta quinta etapa le tocará apretar los dientes y conocer de verdad si está en condiciones de pelear por el triunfo final con Chris Froome, el indiscutible favorito para ganar la gran carrera. "Me pude librar de una caída", dijo refiriéndose al final de la etapa del martes, aunque lamentó que su compañero Dagenkolp no corriera la misma suerte. "Esperemos que no le afecte, pues es una gran ayuda para mi", subrayó. Refiriéndose a La Planche des Belles Filles, en 2014 se cayó, y abandonó el Tour, antes de afrontar sus rampas, reconoció que "es una subida espectacular, corta pero con mucha pendiente". Y destacó que "ya comienza a hacer calor y en la primera etapa de montaña suele haber sorpresas". "Seguro, Froome intentará sacar más diferencias, siempre lo hace en la primera etapa de montaña", explicó un Contador que afronta su primer examen para saber a qué puede aspirar en Francia.

La carretera se empina. Tras un primer ramillete de etapas con un piso más llano, el Tour de Francia se empieza a adentrar en otro escenario en el que poco a poco se irá comprobando cuál es el estado real de los favoritos. Queda mucho por delante, pero esta quinta etapa se presenta como el primer test para que los hombres que pelearán por el triunfo final aparezcan en escena de verdad. Empezando por Chris Froome, que conoce al dedillo el final en alto, donde en 2012 mostró su fortaleza, el lugar en el que dio un zarpazo para empezar a dejar claro que tarde o temprano reinaría en el mundo del ciclismo. Alberto Contador está listo para el primer examen de cierta entidad.

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