Purito Rodríguez volvió de su retirada en la Milán-Turín porque el Katusha le obligó

A mediados de julio, Joaquim Rodríguez reunió a la prensa que cubría el Tour de Francia para dar una rueda de prensa. Era la primera jornada de descanso y Purito estaba en casa, en Andorra, rodeado de los que más le quieren fuera de la bicicleta. Los necesitaba, porque iba a anunciar que la carrera en línea de los Juegos Olímpicos de Río sería la última que corría como profesional. Aquella carrera se produjo el 6 de agosto, es decir, hace casi dos meses. Y este miércoles, Purito ha vuelto a competir. Ha regresado a la carretera, a montarse sobre una bici para volver a luchar por victorias después de más de cincuenta días sin hacerlo.

Purito, como vemos en el vídeo (que más bien parece un 'sketch' guionizado y todo) se lo toma con humor, porque el ciclista catalán siempre le encuentra el lado positivo a las cosas. Pero en realidad, a él y a su entorno más cercano no le hizo ni la más mínima gracia tener que correr varias carreras de aquí a que acabe el año y, por tanto, su contrato con su equipo, el Team Katusha. Porque el corredor no tenía ni la más mínima intención de romper su palabra y volver a subirse a una bici para competir. Como aseguró, su intención era retirarse tras los Juegos Olímpicos y era, según cuentan allegados a Purito, algo ya acordado con el equipo ruso, que ha roto su palabra.

"Mi contrato con el equipo Kathusa no finaliza hasta el 31 de Diciembre, y si el equipo me obliga a correr lo que queda de calendario, donde están estas pruebas, no tengo más remedio que volver a montarme en la bicicleta y participar, me guste o no, pero vamos a ver", dijo hace unos días el corredor afincado en Andorra. Purito se refería a las clásicas italianas de otoño, es decir, la Milán-Turín de este miércoles, el Giro del Piamonte de este jueves y el Giro de Lombardía del próximo sábado, además del Tour de Abu Dabi, que se correrá en la tercera semana del mes de octubre. En todas ellas estará Purito con el maillot del equipo que le paga y en el que ha estado desde 2010.

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Va con pocas ganas, dice la gente que lo conoce bien, pero "va a intentar hacerlo lo mejor posible". En una situación normal, Purito Rodríguez sería uno de los grandes favoritos al triunfo, especialmente en el tríptico italiano, donde la media montaña de los Alpes le viene que ni pintada para sus características de escalador. Pero después de tanto tiempo sin preparación, Purito no está en condiciones de luchar por la victoria en ninguna de las carreras, pero ahí estará, disputándolas y tratando de quedar lo más arriba posible, no le queda otra. Él se divierte también así. Y lo que le aguanten las piernas...

Mientras él estaba descansando con la familia, el resto de sus compañeros y rivales que estarán en estas jornadas, entre los que se encuentran Fabio Aru, Esteban Chaves, Adam y Simon Yates o Alberto Contador, tienen las piernas bien cargadas de kilómetros. La gran mayoría de los que correrán el tríptico participaron en la Vuelta a España y por tanto, su preparación es excelente. Eso sí, a ninguno de ellos les ha valido de nada, al menos en el primer asalto, que fue a parar a manos del colombiano Miguel Ángel López, que dio al Astana el primer triunfo desde una etapa en la Vuelta a Burgos.

No es el final que deseaba, claramente. En Río de Janeiro no cumplió con el objetivo de colgarse una medalla olímpica, pero sí se llevó un diploma olímpico que con el tiempo irá cogiendo un sabor mucho más dulce que cuando se lo entregaron. Lo que sí está descartado definitivamente es que esté en Qatar. Javier Mínguez dio su preselección para el Mundial y no está incluido, por lo que Abu Dabi será, sí o sí, su última carrera como ciclista profesional... a no ser que Katusha se saque otra carrera de la manga. Hasta finales de octubre no tiene, de hecho, pensado anunciar qué será de su futuro cuando se baje de la bicicleta, pero no se alejará mucho del ciclismo, que, al fin y al cabo, es su vida.