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Drucker gana en Peñíscola y Quintana y Froome velan armas antes de la crono
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este martes, última jornada de descanso

Drucker gana en Peñíscola y Quintana y Froome velan armas antes de la crono

Drucker ganó al sprint y el líder mantuvo el maillot rojo sin ningún tipo de problemas. Este martes, segunda y última jornada de descanso antes de la crono del viernes y la ascensión a Aitana

Foto: La alegría de Drucker al entrar primero en meta (Javier Lizón/EFE).
La alegría de Drucker al entrar primero en meta (Javier Lizón/EFE).

El luxemburgués Jean-Pierre Drucker aprovechó la cita de velocistas junto al Mediterráneo para imponerse al sprint en la decimosexta etapa de la Vuelta, disputada entre Alcañiz y Peñíscola, de 156 kilómetros, en la que Nairo Quintana retuvo el maillot rojo de líder sin complicaciones. Drucker, un especialista de ciclocross de 30 años, sufrió en Pirineos y a punto estuvo de bajarse de la bicicleta. Pero su intuición le dijo que en 'La ciudad en el mar' podía alcanzar su día de gloria. Acertó. Se impuso por velocidad a Rudiger Selig y Niklas Arndt, con un tiempo de 3:21:18, en un trayecto disputado a una media de 46,6 km/hora.

Jornada de transición pura para los favoritos, que salvaron el día sin incidentes, en sus puestos y contentos pensando en el día de descanso que les espera en Castellón y provincia. Quintana, feliz con el colchón de 3:37 minutos sobre Froome y 3.57 respecto a Esteban Chaves. Alberto Contador, cuarto, al acecho, a sólo cinco segundos del podio. Tal vez planeando ya su próxima emboscada.

Foto: Contador hizo una etapa descomunal. (Javier Lizón/EFE)

Después de las dos grandes etapas de alta montaña en los Pirineos, el pelotón se fue a la playa bajo un sol de plomo entre la capital de la Comarca del Bajo Aragón y la veraniega Peñíscola. El Alto del Castillo de Morella, de tercera, era la única dificultad montañosa de la jornada. Por allí pasaron los seis escapados del día: Luis Ángel Maté, Bystrøm, de 24 años, campeón del mundo sub'23 en Ponferrada 2014, Dillier y Morice.

Proyecto condenado de inicio, ya que el pelotón en ningún momento permitió un retraso de más de 3 minutos. Había hambre de esprint después de días duros en las montañas. El Giant-Alpecin, IAM, Bora-Argon y Dimension Data se encargaron de que hubiese una llegada masiva, por eso a 15 kilómetros de meta los aventureros se diluyeron entre la marabunta. Había temor por el viento cuando la carrera se pegó a la costa, pero Eolo no sopló, aunque falta hizo, ya que la temperatura superaba los 35 grados, insoportable con la humedad. Aun así, se plantaron al frente los hombres del Tinkoff de Contador y el Sky de Froome. Por si acaso.

No apareció el viento y los líderes se echaron a un lado. La etapa la iban a negociar los velocistas que quedan en carrera, los supervivientes de la montaña. Atacó Daniele Bennati, en la baza de la sorpresa, pero el nuevo corredor del Movistar no tuvo fuerzas para contener a la bestia del pelotón. Se formó el sprint, desbandado, sin 'treno' que controlara. Entre todos emergió otro anónimo. Antes sorprendieron Meersman en Baiona y Lugo, Van Genechten en Puebla de Sanabria y Keukeleire en Bilbao.

Foto: Quintana, Brambilla y Contador, luchando por la victoria (Javier Lizón/EFE).
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Jesús Garrido Agencias

En Peñíscola, junto al mar, los veraneantes en bañador se asomaron un rato a la Avenida del Papa Luna para ver cómo levantaba los brazos Jempy Drucker, un chico simpático que cumplió 30 'tacos' el pasado día 3. "Estoy feliz con mi primera victoria en una grande, es como un regalo de cumpleaños atrasado. Sufrí en el Aubisque y Formigal, pero quise seguir para encontrar una victoria como esta", dijo el ciclista luxemburgués.

Ahora, a descansar antes de la traca final. Quintana sonríe, contento de lo que está "aprendiendo de corredores como Contador, Froome o Purito". Y con cautela para no sufrir el 'efecto Fuente Dé'. Le espera una semana que puede ser inolvidable. Si Contador no decide lo contrario.

El luxemburgués Jean-Pierre Drucker aprovechó la cita de velocistas junto al Mediterráneo para imponerse al sprint en la decimosexta etapa de la Vuelta, disputada entre Alcañiz y Peñíscola, de 156 kilómetros, en la que Nairo Quintana retuvo el maillot rojo de líder sin complicaciones. Drucker, un especialista de ciclocross de 30 años, sufrió en Pirineos y a punto estuvo de bajarse de la bicicleta. Pero su intuición le dijo que en 'La ciudad en el mar' podía alcanzar su día de gloria. Acertó. Se impuso por velocidad a Rudiger Selig y Niklas Arndt, con un tiempo de 3:21:18, en un trayecto disputado a una media de 46,6 km/hora.

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