Chris Horner, un veterano campeón al que una extraña enfermedad no le deja competir

Chris Horner atraviesa uno de los momentos más críticos de su carrera. A sus 44 años, el veterano ciclista norteamericano -aunque nacido en Japón- sufre una extraña enfermedad que podría acabar por retirarle del deporte profesional. Consciente de que está en sus últimos años como profesional, el que fuera ganador de la Vuelta a España en 2013 no quiere dejar la bicicleta de esta manera: una bacteria en los pulmones podría provocar su adiós al deporte.

En aquel año 2013, el norteamericano hacía historia. Con 41 años -a punto de cumplir los 42-, el que fuera corredor del RadioShack se llevaba la victoria en la general de la Vuelta, convirtiéndose en el ganador más veterano de la historia de una de las tres 'grandes', destrozando el anterior registro que poseía el belga Firmin Lambot tras llevarse el Tour de Francia de 1922 cuando contaba con 36 años. Ahora, dos años después de su logro, su vida ha cambiado.

Tras pasar por Lampre en 2014, Horner empezó a notarse extraño. En pleno Tour de Francia, empezó a ver que su cuerpo no respondía a los esfuerzos como estaba acostumbrado. Fue tras la quinta etapa de aquella edición, una de las más duras por culpa del pavés, cuando empezó a ver que aunque iba bien de piernas, sus pulmones no eran capaces de aguantar el esfuerzo de manera continuada. Algo extraño estaba pasándole a Horner.

Después de competir en ese Tour, en el que sufrió en exceso, compitió en un par de pruebas más para confirmar una evidencia: su cuerpo no funcionaba. Así, empezó una batería de pruebas con el objetivo de desentrañar el extraño mal que le aquejaba. Tras practicarle durante todo 2014 y parte de 2015 todo tipo de análisis físicos, no sería hasta el mes de octubre del presente año cuando descubría lo que le pasaba: pseudomonas aeruginosa.

Un asma 'artificial' que puede retirarle

Una bactería había entrado en sus pulmones, provocando que éstos no funcionaran de la manera correcta. Así lo explicó el propio Horner en 'Bussiness Insider': "Sabía que mi cuerpo tenía algo extraño. Sufría los mismos síntomas del asma, como una reacción alérgica que no me dejaba respirar... pero no era asma". Tras miles de pruebas, una broncoscopia revelaba el extraño problema físico que sufría, momento desde el que se está tratando.

El ciclista norteamericano ha realizado nueve ciclos de antiobióticos y, de momento, no ha sido capaz de eliminar la bacteria de su cuerpo. Pese a ello, sigue confiando en que los tratamientos médicos eliminarán todo rastro de su enfermedad para volver a competir a los 44 años. Aunque lo que sí tiene claro es que, si no consigue estar sano cuando comience la próxima temporada, el ciclismo al más alto nivel se acabó de por vida.

"Estoy tranquilo porque todos los médicos con los que hablo me dicen que estoy en el camino correcto, que solo tengo que esperar. Así que estoy tratando de mantenerme sereno. Pero si la temporada empieza y tengo la bacteria en los pulmones, quizá tenga que pensar en otra cosa", confiesa Horner. El veterano ciclista norteamericano vive un momento crítico: un invisible enemigo alojado en sus pulmones puede acabar con su carrera.