Froome no tiene las piernas del Tour pero resucitó para mandar su primer aviso

“No no, no estoy decepcionado”, respondía Chris Froome tras quedar segundo en la novena etapa de la Vuelta a España. El triunfo lo perdió en los últimos metros pero realmente la noticia importante para el británico es que está de vuelta. “Estoy muy feliz con el resultado logrado en el día de hoy. Para ser honesto, no me esperaba estar tan bien a estas alturas. Voy a hacer que sea duro que me batan en esta Vuelta. Mi condición no es la del Tour de Francia, veré qué puedo ir haciendo día a día, y agradezco el trabajo del equipo, que me ha ayudado muchísimo”, confesó.

No fue el Froome que en otras ocasiones ha sido arrollador, pero sí fue el ciclista que sin levantarse de la bicicleta planteó la prueba de menos a más. “De este hombre muchas veces no sabemos que pensar. Si va bien o si va mal. A veces se queda, a veces se adelanta y al final termina atacando como un misil”, señaló su rival Nairo Quintana. Al primer ataque de los favoritos, Froome fue el primero en separarse del grupo, parecía el de la séptima etapa donde se deshinchó y cedió tiempo. Pero para nada, resucitó, llegó al grupo, cogió aire y se lanzó al ataque. A punto estuvo de ganar la etapa, y de los favoritos, solo 'Purito' pudo aguantarle. El británico lanzó su primer aviso y va en serio para ganar esta Vuelta a España.

“Es realmente muy complicado ganar Tour y Vuelta. Sabía que no tendría la misma forma tras el desgaste del Tour”, admitió. Pero eso ya lo sabían la mayoría de sus rivales, ya que algunos viven la misma situación que él, que al hacer esta gran etapa ha visto que tiene mejores piernas de lo que pensaba y se ha llevado una gran dosis de moral: “Esta carrera me gusta mucho, me encuentro cómodo, el ambiente es muy bueno”, reconoció.

“El ataque de Froome me ha matado"

Froome llegó a la menta contento, con una sonrisa a cada entrevista que recibía a pesar de estar “destruido” tras el duro esfuerzo que los ciclistas tuvieron que realizar, sobre todo, en los cuatro últimos kilómetros explosivos de la ascensión a la Cumbre del Sol. “Corrí de la manera más conservadora en la parte inferior (de la ascensión) para tratar de salvar algo, y para un esfuerzo en la parte superior si tuviera las piernas”, declaró tras acabar la etapa. Así planteó su estrategia, se dejó llevar al principio, y como siempre, su equipo le echó una mano para que el plan surtiera efecto: “Los chicos, Nicolas Roche, Mikel Nieve y Sergio Henao, hicieron un trabajo fantástico para mantenerme en la parte delantera de la carrera, y llevándome a la subida en una posición perfecta”, señaló, agradeciendo todo el trabajo de sus compañeros.

Una vez en la parte delantera, “lo di todo, lo intenté”, reconoce, y finalmente se escapó con otros cuatro ciclistas. 'Purito', Rafal Makja y el que es ahora el actual líder de la Vuelta a España, Tom Dumoulin. Primero atacó el español, y después respondió Froome: "He gastado demasiado. Me veía tan seguro y tan bien... El ataque de Froome me ha matado", admitió después Joaquim Rodríguez. Pero al británico le quedaba otro rival, el holandés: “Pensé que lo tenía por un segundo. Pero Dumoulin ha demostrado una forma increíble en esta carrera y me quito el sombrero ante él. Él es un joven ciclista con un futuro brillante por delante”, señaló.

Tras la etapa del domingo, Froome se coloca de nuevo entre los diez primeros clasificados. Está octavo, a 1:17 del líder. Y a la espera de si aguantará el holandés, con quien tiene más diferencia, ya está más cerca del resto de los favoritos: a un segundo de Nairo Quintana, quien explicó que esta era una de “las llegadas más duras y difíciles” para él y quiere “esperar a Andorra, donde posiblemente se verán las cosas mucho más definidas”. A cinco segundos de Fabio Aru, a nueve de Alejandro Valverde, que tras una caída perdió probablemente la posibilidad de luchar por la etapa ya que corrió “como si tuviera un cuchillo clavado” en el hombro (seguirá en carrera con una fuerte contusión y heridas). Y a veintiún segundos de Joaquim Rodríguez, que señaló que están "corriendo muy a lo loco" y coincide con Nairo en que en Andorra se decidirán las cosas. A falta de que llegue lo más duro, la ventaja que tenían con Froome la han perdido y además han comprobado que el británico les pondrá las cosas muy difíciles.