Es noticia
Nibali se 'sube' al coche de Astana y provoca su expulsión de la Vuelta a España
  1. Deportes
  2. Ciclismo
fue remolcado para recuperar tiempo

Nibali se 'sube' al coche de Astana y provoca su expulsión de la Vuelta a España

El corredor italiano se vio involucrado en la masiva caída en la segunda etapa, exactamente lo mismo que le pasó en el Tour. Para recuperar tiempo, se apoyó en el coche de Astana

El inicio de la Vuelta a España está siendo feo, la verdad, para qué engañarnos. La contrarreloj ya fue extraña, y la segunda etapa fue en verdad mejor, puro ciclismo y una enorme emoción final atípica de los inicios de las grandes vueltas. Sin embargo, hay algo que se está convirtiendo en una costumbre cuando llegan las grandes: las caídas. Y claro, los corredores quieren recuperar tiempo, pero nunca pueden hacer lo que hizo Vincenzo Nibali, uno de los grandes del ciclismo mundial: el italiano se apoyó en el coche de su equipo para ser remolcado y ganar tiempo. La Vuelta no lo dudó y expulsó al ciclista de Astana.

Si algo tenía el Tour 2015 que no tenía en otras ocasiones era un enorme número de candidatos al amarillo, pero al final, lo que le pasó es que se quedó sin lucha hasta la penúltima etapa. No sólo por la enorme superioridad que demostró Chris Froome en la subida al Soudet, sino porque en la seguda etapa, en los abanicos de Zelanda, en Holanda, dos de los principales corredores del pelotón, Nairo Quintana y Vincenzo Nibali, perdieron casi dos minutos con respecto al británico, por no contar ya a Purito Rodríguez, que a partir de entonces renunció a la general. La pelea a partir de entonces se redujo a ver cuándo daba el golpe el de Sky.

Y ahora, de nuevo, una caída que ha generado unas distancias en la clasificación que hablan de la diferencia real entre los corredores. Y después del primer día de verdad, tres corredores ya han abandonado. Para el público general, el que está deseando ver una lucha encarnizada entre los mejores del mundo, ya tiene una razón para molestarse: Nibali volvía a perder mucho tiempo por razones ajenas a su rendimiento individual. Lo mismo, exactamente, que le pasó en el Tour. Y como quería que el tiempo perdido no fuera demasiado, fue remolcado por su coche y, por tanto, expulsado, como es normal.

Nibali se apuntó a la Vuelta, o mejor dicho, le obligó Vinokourov a apuntarse, porque no había estado lo suficientemente cerca del triunfo en el Tour de Francia. Su gran victoria en los Alpes no le pareció suficiente al director de Astana, que le hizo acompañar a Fabio Aru y Mikel Landa en la lista del equipo kazajo para la Vuelta. Pero su objetivo de resarcirse, de recuperar las sensaciones perdidas durante el Tour (porque, hay que recordar que a parte de su victoria, su nivel no fue realmente bueno), se ha visto truncado nada más arrancar la ronda española por una pillería absurda de Astana y el propio corredor.

Uno de los seis corredores que han ganado las tres grandes vueltas se despide de la tercera del año por la puerta de la vergüenza. La desesperación por estar a punto de decir adiós de nuevo a toda opción le hizo cometer un error, un error muy grave que le marcará en el futuro... y a su equipo, que no es ajeno a las polémicas en general. Esta expulsión es una verdadera pena para el espectador, el principal afectado, que se queda sin uno de los mejores. Ahora, la responsabilidad del equipo kazajo recae en Fabio Aru y Mikel Landa. Estará contento Vinokourov...

El inicio de la Vuelta a España está siendo feo, la verdad, para qué engañarnos. La contrarreloj ya fue extraña, y la segunda etapa fue en verdad mejor, puro ciclismo y una enorme emoción final atípica de los inicios de las grandes vueltas. Sin embargo, hay algo que se está convirtiendo en una costumbre cuando llegan las grandes: las caídas. Y claro, los corredores quieren recuperar tiempo, pero nunca pueden hacer lo que hizo Vincenzo Nibali, uno de los grandes del ciclismo mundial: el italiano se apoyó en el coche de su equipo para ser remolcado y ganar tiempo. La Vuelta no lo dudó y expulsó al ciclista de Astana.

El redactor recomienda