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El Tour de las caídas destroza en apenas cuatro días a su segundo maillot amarillo
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Tony martin se rompió la clavícula en le havre

El Tour de las caídas destroza en apenas cuatro días a su segundo maillot amarillo

Pase lo que pase de aquí al final, una de las principales imágenes será la caída de la tercera etapa, que supuso el abandono Cancellara, que era líder. Ahora es el turno de Martin que se rompió la clavícula

Foto: El campeón del mundo, Michal Kwiatkowski, y Julien Vermote ayudan a Martin a llegar a la meta de Le Havre (Reuters).
El campeón del mundo, Michal Kwiatkowski, y Julien Vermote ayudan a Martin a llegar a la meta de Le Havre (Reuters).

El ciclismo tiene tanta belleza que ha veces olvidamos que las caídas forman parte de este deporte. Sin embargo, este Tour de Francia se está encargando de recordarnos constantemente que sí, que caerse es común para todos los ciclistas y que, como dicen de los moteros, se dividen en dos clases bien diferenciadas y a la vez en cierto modo unidas: los que ya se han caído y los que se van a caer. Pocos se acordarán de que ganóZdeněk Štybar en Le Havre, una pena para el chaval, la verdad. Todos, sin embargo, sabrán que el Tour perdió a otro líder cuando apenas quedaban unos cientos de metros para llegar a la meta.

La caída de Tony Martin fue verdaderamente extraña."He tenido mala suerte, no sé muy bien cómo ha pasado, creo que he tocado al ciclista que estaba por delante. Esto es el Tour. Es mala suerte", dijo el ciclista alemán después de vestirse con sumo cuidado su tercermaillotamarillo. No estaba tan contento como en los dos días anteriores. No podía estarlo. Sabía que el dolor tan fuerte que sentía en el hombro izquierdo no iba a ser cosa de un apósito y un poco de agua oxigenada. Lo más probable es que tuviese la clavícula rota. Y así era. Su Tour pendía de un hilo finísimo y débil.

Poco más de una hora después de su caída, el propiomaillot jeuney su equipo, elEtixx-Quick-Step, confirmaban lo peor. Pero no acababa ahí la cosa, decían. Tenían que hacerle pruebas para saber ¡si podía seguir en la carrera! ¡Con la clavícula rota! Los ciclistas son de otra pasta, está muy claro. Al final se impuso la lógica y Martin se retiró del Tour.

Cuando hay fractura es verdaderamente complicado continuar. Por muchos calmantes que tomen y por muy fijado que esté el hombro, el dolor es insoportable. No es lo mismo que, por ejemplo, lo que le sucedió a Alberto Contador en el reciente Giro de Italia. El de Pinto se cayó también en una llegada a meta y de manera casi absurda, su hombro se salió de su sitio. Y no sólo siguió compitiendo, sino que lacorsa rosafue suya una vez más. No tiene nada que ver recolocar un hombro que fijar un hueso fracturado.

Por ahora, es precisamente Contador uno de los pocos favoritos que no se ha visto envuelto directa o indirectamente en una caída. El otro es Chris Froome, que por algo será el nuevo líder en la salida de Livarot este viernes, aunque por respeto a Tony Martin decidió renunciar a vestir elmaillot jeune. El resto se han caído. Y, en algunos casos, más de una vez. Y más de dos en el caso de Thibaut Pinot. Vincenzo Nibali fue derribado por Martin en Le Havre, al igual que Nairo Quintana, que salió peor parado que el italiano:"Me ha hecho una cura el médico. Tengo un golpe superficial y espero que amanezca bien el codo", dijo el colombiano. Los dos también se fueron al suelo en la segunda etapa, junto a Purito Rodríguez y Alejandro Valverde.

Pero ninguna caída ha sido tan grave como aquella de la tercera etapa. Cinco abandonos, entre ellos, el que era líder del Tour entonces, Fabian Cancellara, que aun así, a pesar de tener dos vértebras fracturadas, fue capaz de terminar la carrera, pero al día siguiente le fue imposible volver a partir. Fue escalofriante, sobrecogedora y sobre todo, grave. Tener que neutralizar la etapa por la falta de ambulancias refleja enormemente cómo fue... y cómo pudo haber sido.

El ciclismo tiene tanta belleza que ha veces olvidamos que las caídas forman parte de este deporte. Sin embargo, este Tour de Francia se está encargando de recordarnos constantemente que sí, que caerse es común para todos los ciclistas y que, como dicen de los moteros, se dividen en dos clases bien diferenciadas y a la vez en cierto modo unidas: los que ya se han caído y los que se van a caer. Pocos se acordarán de que ganóZdeněk Štybar en Le Havre, una pena para el chaval, la verdad. Todos, sin embargo, sabrán que el Tour perdió a otro líder cuando apenas quedaban unos cientos de metros para llegar a la meta.

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