Es noticia
Alberto Contador sale derrotado del Giro
  1. Deportes
  2. Ciclismo
¿tiene garantías de ganar el tour de francia?

Alberto Contador sale derrotado del Giro

La victoria del corredor madrileño deja un mar de dudas que restan seguridad en su gran objetivo de la temporada

Foto: Alberto Contador junto a Oleg Tinkov, dueño del Tinkov Saxo. (Efe).
Alberto Contador junto a Oleg Tinkov, dueño del Tinkov Saxo. (Efe).

La nube de confeti nubla. La victoria en el Giro de Italia de Alberto Contador deja un mar de dudas que restan seguridad en su gran objetivo de la temporada: el Tour de Francia, en el que está llamado a ser una de las ediciones más competidas desde que Lance Armstrong abandonara el ciclismo y las trampas. Tendrá que medir sus fuerzas con Chris Froome, Vincenzo Nibali y Nairo Quintana. Primeras espadas del ciclismo internacional, una liga en la que con los años plantarán cara los prometedores Fabio Aru y Mikel Landa.

Hay varias escenas claves en este desenfrenado Giro que resumen 21 días de un espectáculo televisivo de primera, en el que el gran vencedor ha sido el espectador y, sobre todo, RTVE. ¿Habrán entendido los responsables de la cadena pública que no pueden retirar su apoyo a un evento de interés de primer orden como éste?

Contador ha cumplido 32 años, pero no ha entendido que la humildad ha hecho enormes a los grandes campeones

TOMA UNO. Sexta etapa, Contador al suelo en una montonera espantosa en la misma línea de meta. Hombro fuera. En el podio declina vestirse la maglia rosa ante el estupor de la organización y público. Aquella escena dantesca sonaba a nueva retirada por caída como la del último Tour de Francia, de la que meses después aseguraría a la BBC que podría haber muerto.

TOMA DOS. Octava etapa. Cinco Astana contra Contador, tendrá que defenderse solo en la montaña. Si pincha o hay fallo mecánico, también. La escena se vuelve a repetir en la etapa 15, con final en Madonna di Campiglio (primera victoria del espectacular Mikel Landa). El líder de la carrera no tiene equipo. Ni director (Steven de Jongh, sustituto del despedido Bjarne Riis). Desaparecen Ivan Basso, Roman Kreuziger y Michael Rogers en la alta montaña. Los rodadores, Mateo Tosatto y Juul-Jansen no le protegen en el llano. Así no se puede presentar el 4 de julio en Utrecht, en la salida del Tour.

TOMA TRES. Etapa 13. Contador al suelo, de nuevo. Montonera sobre carretera mojada, en los últimos tres kilómetros. Aru le arrebata 36 segundos y es el nuevo líder. Con el recital de caídas que acumula el de Pinto en su currículo –varias graves- la mala suerte pierde fuerza en las explicaciones.

TOMA CUATRO. Etapa 14, la alegría de Aru se corta con una brillante contrarreloj de Contador. La crono de casi 60 kilómetros era un regalo para el mejor de los escaladores en esta disciplina (Froome es un contrarrelojista que puede con los escaladores). Dos minutos y 28 segundos sobre el italiano. Miguel Indurain calzó, en el Giro de 1992, tres minutos a Claudio Chiappucci, segundo en la general final, en la crono de 66 kilómetros. Así que la renta de Contador era más que favorable para administrar en la montaña con templanza. Sin embargo, a partir de este momento los acontecimientos se precipitan en una última semana fuera de control.

El verdadero rival de Alberto Contador es Miguel Indurain. No se parecen en nada: Indurain tenía potestad en el pelotón, Contador lo trata con autoridad

TOMA CINCO. Etapa 18. Final en Verbania, posiblemente la peor imagen de Contador en este Giro de Italia: ataca a casi cincuenta kilómetros de meta. En meta suma poco más de un ridículo minuto y se juega una nueva caída en un descenso muy complicado en el que arriesga más de lo normal. Lo peor: un líder con casi cuatro minutos de ventaja sobre sus rivales no ataca cuando se caen al suelo. No es un menosprecio a ellos, sino a su propia victoria.

La sombra de Miguel Indurain es alargada y cubre por completo la trayectoria de Contador en este Giro, más preocupado por hacer historia que por correr como un verdadero líder. El verdadero rival de Alberto Contador es Miguel Indurain. No haremos una lista de deberes y haberes, pero no se recuerda un gesto de venganza o revancha en el navarro. No se parecen en nada: Indurain tenía potestad en el pelotón, Contador lo trata con autoridad. La soberbia puede con el madrileño, que a los dos días se queda KO por este ramalazo de soberbia pública. Semejante paliza para un minuto. Para el de Villava lo ganado era lo guardado. Si había que exprimir, se exprimía en julio, en Francia.

TOMA SEIS. Etapa 20. Los esfuerzos se pagan, más en el ciclismo de las no exhibiciones. El gran líder es el que valora a sus rivales, a pesar de que estos vistan el maillot blanco que señala la juventud. La soberbia le aíslo en la carretera sin asfaltar de Finestre, donde de nuevo el corredor alavés demostró ser el más fuerte en la montaña este Giro. Los cinco minutos de rodillo después de cada etapa para soltar ácido láctico después de un sobreesfuerzo innecesario son como la sacarina tras un pastel de chocolate. Puro teatro. La imagen de Contador en el descenso hacia Sestriere, sin referencias, agotado, abandonado, es la viva imagen de alguien abatido por su propio castigo.

TOMA SIETE. El “tres” en el podio. El TAS es la autoridad legitimada en la lucha antidopaje, sus decisiones están avaladas por el resto de la comunidad y sus sentencias son asumidas por todo el pelotón internacional, sobre todo si se ha pronunciado en contra de uno. Cuando Contador fue sancionado por hacer trampas regresó con el favor de una segunda oportunidad, asumiendo su culpa, rehabilitado, aceptando las normas del resto de la comunidad ciclista, es decir, con un Giro y un Tour menos. Sin embargo, insiste en apuntárselos y difundirlo. Contador ha cumplido 32 años, pero no ha entendido que la humildad ha hecho enormes a los grandes campeones.

La nube de confeti nubla. La victoria en el Giro de Italia de Alberto Contador deja un mar de dudas que restan seguridad en su gran objetivo de la temporada: el Tour de Francia, en el que está llamado a ser una de las ediciones más competidas desde que Lance Armstrong abandonara el ciclismo y las trampas. Tendrá que medir sus fuerzas con Chris Froome, Vincenzo Nibali y Nairo Quintana. Primeras espadas del ciclismo internacional, una liga en la que con los años plantarán cara los prometedores Fabio Aru y Mikel Landa.

Alberto Contador
El redactor recomienda