El poderío de Matthews surge desde atrás para reforzar su 'maglia' rosa al sprint

Michael Matthews (Orica) sacó brilló a la 'maglia rosa' con una contundente victoria al sprint en la tercera etapa disputada sobre 136 kilómetros entre Rapallo y Sestri Levante. El australiano repitió triunfo en el Giro por segundo año consecutivo, en una demostración de fuerza que le permitió alzar los brazos con un tiempo de 3h.33:53, por delante de Fabio Felline (Trek) y Philippe Gilbert (BMC); un largo sprint que dio la novena plaza a Luis León Sánchez (Astana).

Sigue mandando el Orica en el Giro. Al estreno de la ‘maglia’ rosa tras la victoria en la cronometrada por equipos siguió el liderato de Matthews y llegó el turno para la victoria individual de ‘Bling’, conocido con este sobrenombre porque desde sus comienzos en el ciclismo iba lleno de cadenas y brazaletes. Aún luce pendientes y piercings en las orejas. Y desde este lunes presume en su palmarés de la no menos brillante cifra de veinte victorias como profesional, tres de ellas en la Vuelta y la tercera de la temporada tras las alcanzadas en la París-Niza y País Vasco.

El ciclista de Camberra subió feliz a vestirse de rosa, una ‘maglia’ que tratará de defender en la cuarta etapa con una ventaja de 6 y 10 segundos sobre sus compañeros y compatriotas Simon Clarke y Simon Gerrans. Mantuvieron las posiciones los favoritos: Alberto Contador (sexto a 17 segundos) y Fabio Aru (noveno a 23). La jornada fue corta con un inicio nervioso. Las escapadas se iban sucediendo hasta que se formó la buena con cerca de 20 corredores, entre los que se colaron los españoles del Movistar Jesús Herrada y Rubén Fernández así como Philippe Gilbert. Por el camino dos dificultades fueron filtrando la fuga.

En la segunda de ellas, el paso de Barbagelata de 5,7 km al 8,1% y con rampas del 12%, una caída espectacular de Domenico Pozzovivo (Ag2r). Quedaban 38 kilómetros para meta cuando en el descenso del puerto cayó de cara Pozzovivo. Una imagen tremenda que volvió a helar el corazón del pelotón. El recuerdo de Wouter Weylandt, fallecido en carrera en 2011, planeó por la carrera, pero enseguida las noticias hablaron de que el líder de la formación francesa se encontraba fuera de peligro.

En la fuga se rebeló Kochetkov, quien eliminó a varios rivales y obligó a perseguir a un grupo donde sobresalieron Paterski, Hansen y Clarke, que llegaron a alcanzar al corredor del Katusha. El pelotón los tenía a tiro, madurando el asalto final, que no se produjo hasta tres kilómetros de meta, cuando los equipos de los sprinters establecieron sus estrategias. Gilbert quería vender cara la derrota y se metió delante, el Astana llenó la recta de color azul, pero el Orica colocó en una posición ideal a Matthews, quien apareció volando, como si la ‘maglia’ rosa tuviera alas.