Dani Díaz suelta la rabia, destrona a Nairo y hace historia en el Tour de San Luis

“Me sentí ganador”. Quiso ser cauto, pero la virtual victoria que tenía entre sus manos le traicionó. Dani Díaz (25) llegó a la última etapa del Tour de San Luis con su nombre prácticamente grabado en la corona de ganador, sólo faltaba pulirlo porque lo tenía hecho. Su felicidad se delataba en esa media sonrisa tan suya; tan contento estaba que no se atisbaba cansancio en su gesto. Y es que este triunfo no es uno cualquiera: el argentino se ha convertido en el primer ciclista de la historia que ha conquistado dos veces el Tour de San Luis (2013 y 1015). Lo ha hecho golpeando al mejor escalador del mundo, Nairo Quintana, delante de su gente, la apasionada afición argentina, y en el mismo lugar en el que hace un año tocó fondo.

Con dos etapas en el bolsillo (la segunda en el Mirador de Potrero y la cuarta en el Amago) y dominando las etapas de montaña, Dani Díaz ha labrado una victoria impulsado por su meticulosa preparación y motivado por las ganas de revancha. La pretemporada del argentino (escalador nato) ha estado centrada en la montaña -se ha preparado en Jujuy, al norte de su país natal- y las consecuencias positivas de su plan no han tardado en aparecer. Los 40 días que ha pasado en las alturas han provocado que su rendimiento estuviera a un alto nivel y que sus piernas respondieran como y cuando lo necesitaba, pero, sobre todo, ha servido para marcar las diferencias con Nairo Quintana.

Hablar del colombiano es hacerlo del mejor escalador del momento. Dani Díaz era consciente de ello, como también tenía en cuenta que el ciclista del Movistar Team está comenzando la temporada. De esta manera, el argentino se pegó al actual campeón del Giro de Italia para no dejarle ni a sol ni a sombra para golpear donde más duele y destronarle en la montaña. Junto a Díaz, su fiel escolta Torres. Y es que el papel del Funvic ha sido vital. En un deporte como el ciclismo donde la palabra equipo tiene especial relevancia, Dani Díaz tiene muy presente el trabajo de sus compañeros en el que ha sido su debut con el conjunto brasileño después de tres etapas en la formación argentina San Luis Somos Todos.

En plena madurez física y mental, el ciclista argentino ha dado un paso al frente en la carrera donde se dio a conocer. La misma que se desarrolla en su Argentina natal. Lo cierto es que estos no han sido los únicos ingredientes para que la receta de la victoria le haya salido tan bien a Dani. Probablemente, el principal aliciente fueran las ganas de revancha, el deseo de desterrar el agrio sabor que le quedaba del último Tour de San Luis. Volviendo la vista atrás y viajando hasta enero de 2014, en la subida al Mirador de Potrero, Díaz tocó fondo. Comenzaba un año de tinieblas para uno de los ciclistas más prometedores de Argentina.

Miembro del equipo de su país, San Luis Somos Todos, a Dani le abandonaron las ganas y la motivación. Algo básico para todos los que se suben sobre una bicicleta para competir y pelear contra todo y contra todos. El joven ciclista subió y bajó demasiado rápido; se vio sumido en una crisis que tenía una causa clara: la ausencia de cambios, progreso y evolución a pesar del trabajo, el esfuerzo y la dedicación invertidos. Presionado e incómodo por su situación, Dani Díaz necesitaba encontrar el camino que le ayudase a despejar su cabeza y le permitiese volver a disfrutar. Fichar por el Funvic fue una jugada clave puesto que la formación brasileña no sólo supuso un cambio de aires, también le puso sobre la mesa un calendario más competitivo e internacional.

Junto a su cambio de equipo, el apoyo de su círculo más cercano resultó vital. Y es que la familia de Dani ha jugado un papel fundamental para llegar a ser el ciclista que es hoy en día. Fueron sus hermanos y su padre los que le enseñaron la pasión por las dos ruedas; de ellos aprendió y de la mano de Ulrich y Pantani se motivó y soñó. El mismo corredor que declina elegir entre Contador y Armstrong porque cree que hay más ciclistas, destaca por su talento natural, su férrea ética en a la hora de trabajar y su dedicación. Tanto que cuando en su país aún no utilizaban los potenciómetros, él se valía de ellos en los entrenamientos específicos que realizaba en sus concentraciones en altura.

Conocidos los inicios, es justo reconocer que su camino hasta el momento actual no ha sido fácil. Los buenos resultados que cosechó en Sudámerica le hicieron destacar hasta el punto de cruzar el Atlántico para recalar en España. Dentro de nuestras fronteras, recaló en el equipo amateur Cafés Baqué. Los éxitos no se detuvieron: ganó un par de etapas en la Vuelta a Navarra y se llevó la de la Comunidad de Madrid, entre otros logros. Con el objetivo de seguir progresando y aprendiendo, fue cedido al equipo francés Vélo-Club La Pomme Marseille. El problema es que la crisis se cruzó en el camino de Dani y del ciclismo, deporte especialmente golpeado.

La desaparición del conjunto español Geox-TMC le dejó sin equipo y le llevó de vuelta a su país para formar parte del San Luis Somos Todos. La sensación del pelotón amateur español regresaba a casa y no tardó en demostrar de qué era capaz. En 2012 fue tercero en el Tour de San Luis dentro de la categoría Sub 23 y un año después, se llevó la victoria en la misma cita. La temporada pasada se colgó la medalla de oro que le acredita como campeón de ciclismo en ruta de Argentina y fue segundo en el campeonato de contrarreloj. El año que acaba de arrancar no ha podido empezar mejor: la victoria en el Tour de San Luis confirma el cambio de ritmo que comenzó con la mencionada medalla de oro. Dani Díaz ha ido soltando la rabia acumulada en 2014 en una cita a la que llegaba con el cartel de favorito. No quiso descolgárselo, sabía cuál era su condición y la asumió. En el ciclismo, la gloria es para los que la buscan.