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"Pongo la mano en el fuego: el que menos culpa tiene en Astana es Vinokourov"
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belda y mínguez, sobre el caso astana

"Pongo la mano en el fuego: el que menos culpa tiene en Astana es Vinokourov"

Vicente Belda y Javier Mínguez analizan los casos de dopaje en el equiop Astana y ambos defienden la figura de Vinokourov, al que no culpan

Foto: Vinokourov no encuentra relación entre su equipo y los casos de dopaje (EFE).
Vinokourov no encuentra relación entre su equipo y los casos de dopaje (EFE).

El ciclismo no gana para sustos. Y eso es así de forma casi literal. Cada vez hay menos empresas, menos marcas dispuestas a relacionar su nombre con un deporte tan polémico y que ha creado tantos problemas relacionados con el dopaje. Y esa ausencia de potenciales patrocinadores para este mundo es, según Vicente Belda, uno de los principales motivos por los que la UCI no se planteará siquiera tomar medidas drásticas con Astana tras los casos de los cinco positivos registrados en poco tiempo. “No está el ciclismo como para ir quitando licencias. Antes puede que se pudiera quitar, porque venían veinte pidiéndola, pero ahora no viene nadie” dice el exdirector de Kelme.

Alexandre Vinokourov fue el primer gran ciclista kazajo y como tal, trata de representar a su país lo mejor que puede. Ahora, retirado, vive sus días como director del equipo que lleva el nombre de la capital de la nación. Sin embargo, como muchos otros grandes ciclistas, también se vio salpicado en 2007 por el dopaje. Y siete años después de aquel episodio, con peleas entre la UCI y la Federación de Kazajistán incluidas, alza al aire la bandera de la lucha contra cualquier ilegalidad en su deporte. Harto de que fueran miembros del Astana los que resultaban pillados, se cargó el equipo continental, es decir, el filial de Astana, el que está llamado a surtir de estrellas al club profesional.

“Es para matar a los chavales que están haciendo el idiota en la situación en la que está el ciclismo. Matarles será poco. El ciclismo tiene unas normas y el que no las cumpla hay que largarle, porque al que está haciendo daño es al patrocinador. Encontrar un patrocinador del poder económico del Astana es muy difícil por no decir imposible. Que lleguen unos niñatos y estropeen el porvenir del ciclismo en general me parece muy grave”. Son palabras del seleccionador nacional Javier Mínguez. Éste, como Belda, resta responsabilidad a Vinokourov y cree firmemente que no tiene nada que ver con que cinco miembros de Astana (dos profesionales y tres amateurs), se hayan dopado.

“En estos casos siempre se le echa la culpa al equipo como principal infractor. Pero si hubiese una mala práctica dentro del equipo, darían positivo casi todos. Antes de decir que el culpable es Astana, habría que saber quién es el verdadero responsable”, dice Belda, que además se arriesga al poner “la mano en el fuego por Vinokourov. Él no tiene ni una sola culpa. Habrán otros responsables, pero no se puede culpar a Vinokourov”. “¿Qué culpa –pregunta Mínguez– tienen los Nibali, Aru y compañía de cuatro tontos que hacen el idiota? No deben pagar justos por pecadores. Es razonable que el que hace daño a los demás pague y pague bien, lo que no debemos hacer es que otros corredores que no tienen nada que ver paguen”.

Para un director de equipo, según comentan estos expertos, es muy difícil controlar a los ciclistas. A pesar de ser el jefe de los corredores, no creen que pueda estar encima de ellos vigilando que no consuman nada que no deban. “Puede que los chavales hayan ido a la farmacia o vete tú a saber dónde y hayan comprado vete a saber qué, que puede que ni supieran que daba positivo... y resulta que el culpable es el equipo. En esta sociedad hay un ansia de triunfar, de ganar dinero, de ser famoso. En el ciclismo y en cualquier deporte. Todos quieren superarse”, dice Belda, y hay alguno que lo hace con trampas.

Como seleccionador, Mínguez está atento a lo que hacen los corredores españoles que están desperdigados por todos los equipos del mundo. En Kazajistán hay uno, Mikel Landa. Mínguez no cree que deba preocuparse por esta situación ahora mismo. “Es un corredor que tiene unas cualidades importantes y un futuro por delante. Lo que tiene que hacer es trabajar, crecer y elegir el camino que más le convenga. Pero yo creo que le están tratando bien, con un calendario adecuado a su edad. Astana trabaja muy bien desde el punto de vista profesional”, dice a El Confidencial.

Y claro, una vez tomada la decisión de disolver el equipo continental de Astana, resulta evidente que de ahí ya no van a salir más positivos por dopaje. Sin posibles culpables, no habrá delito. Pero puede que no haya sido la decisión más inteligente, o al menos, la que tenga mejor visión de futuro. Para Mínguez, “lo importante es que los responsables del Astana se pregunten de dónde viene esto. Vinokourov debería ver de dónde sale la cultura de doparse en estos chavales. Porque deshacer el equipo no será la mejor solución para buscar talentos de cara al mañana”.

El ciclismo no gana para sustos. Y eso es así de forma casi literal. Cada vez hay menos empresas, menos marcas dispuestas a relacionar su nombre con un deporte tan polémico y que ha creado tantos problemas relacionados con el dopaje. Y esa ausencia de potenciales patrocinadores para este mundo es, según Vicente Belda, uno de los principales motivos por los que la UCI no se planteará siquiera tomar medidas drásticas con Astana tras los casos de los cinco positivos registrados en poco tiempo. “No está el ciclismo como para ir quitando licencias. Antes puede que se pudiera quitar, porque venían veinte pidiéndola, pero ahora no viene nadie” dice el exdirector de Kelme.

Javier Mínguez
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