Alberto Contador sentencia la Vuelta a España ganando en Ancares

Seguir a Froome y remachar en meta para coger la bonificación. Esa era la táctica de Alberto Contador para la vigésima etapa de la Vuelta a España con final en el exigente puerto de Ancares. Parece sencillo, pero no lo es. "Hay que tener piernas para hacerlo", reconocía el ciclista madrileño, que con su segunda victoria en esta edición y a falta de la mini crono de mañana -solo diez kilómetros- ha dejado prácticamente sentenciada la general. El 1:37 que le distancia de Chris Froome se antoja suficiente. "Salvo un percance parece que esto está ganado, pero hay que esperar a mañana", admitía el madrileño.

Ni su rodilla, ni su escaso entrenamiento, ni las polémicas, ni sus rivales... Nada ha podido con el pinteño. Alberto Contador ha sido el mejor de la Vuelta y en Santiago de Compostela saboreará su tercera victoria en la Vuelta a España por otras tantas participaciones. "Alberto ha sido el más fuerte. Cuando está en forma no hay manera de derrotarle", reconocía Joaquín Rodríguez, uno de los rivales del madrileño en esta Vuelta y que en las rampas más duras de Ancares se ha lanzado a la desesperada en un valiente ataque que al menos le brindara la victoria de etapa. No pudo ser, pero el catalán ha otorgado un bonito espectáculo.

La batalla Froome-Contador centraba toda la atención. El británico ha jugado sus bazas, pero en el estado de gracia que se encuentra el español no es suficiente. El duelo que todos esperaban en el Tour al final se ha dado en la Vuelta. Un preámbulo de lo que se puede ver la próxima temporada -con permiso de Nibali y Quintana, por supuesto-. "Jugarte la carrera contra Froome es algo que me motiva porque es un corredor referencia en las grandes vueltas", apuntaba el virtual ganador de la ronda española. "Pero la temporada que viene todos partiremos de cero y habrá que volver a hacer el mismo trabajo de este año para seguir estando delante", continuaba Alberto.

Pese a que el deseo del equipo Tinkoff es contar con el madrileño en alguna carrera más antes de que se eche el cierre a la temporada -el Tour de Pekín y el Giro de Lombardia parece lo más probable-, Contador está a diez kilómetros de poner el broche a una temporada brillante. De hecho, en todas las carreras en las que ha participado esta temporada ha quedado entre los dos primeros clasificados -excepto en el Tour de Francia que tuvo que abandonar por una grave caída-. "Mi objetivo para este año era estar competitivo en todas las carreras a las que fuese y creo que se ha conseguido. No se puede pedir más", apuntaba.

Unos buenos resultados que, sin embargo, no le harán cambiar de opinión con respecto a su decisión de no correr el Mundial de casa. "La decisión está tomada y el seleccionador lo sabe. Que me haya incluido en la preselección no cambia nada. Hay corredores de suficiente nivel para hacer un gran papel en Ponferrada", admitía el corredor madrileño.

Si todo transcurre con normalidad, Alberto estará acompañado en el podio final por Froome, que plantó batalla hasta el final, y Alejandro Valverde, que se defendió del ataque de Joaquín Rodríguez para afianzar su tercer puesto en la general.