Corazón contra cabeza, las diferentes formas de ganar la Vuelta a España

Batalla de estilos en los Lagos de Covadonga. Cabeza y sumisión a los watios que impone el potenciómetro -hay veces que ni levanta la cabeza para ver qué tiene por delante-, como hizo y hace Chris Froome, ante los impulsos que dicta el corazón, que es quien rige las piernas de Alberto Contador. El deseo del alma y el desafío al destino que tantas veces le ha sido esquivo a Joaquín Rodríguez frente a la calculadora y la experiencia de Alejandro Valverde. Cuatro maneras de alcanzar un mismo objetivo: ganar la Vuelta a España el próximo domingo en Santiago de Compostela. Todas son lícitas, aunque algunas gusten más y otras menos.

La subida a los Lagos brindó un gran espectáculo. Ataques desde lejos, sin esperar al último kilómetro, y alternancias en la iniciativa. Los tres 'mosqueteros' de la 'Armada' española, 'Purito', Contador y Valverde, intentando distanciar a Chris Froome, la gran amenaza extranjera que en la última crono -aunque sólo sean 10 kilómetros- parte en teoría con cierta ventaja. Sin embargo, una vez desatadas las hostilidades y con Froome siguiendo la tiránía de su potenciómetro, el entendimiento entre los españoles no existió y las diferencias en meta fueron mínimas. "Ha sido una pena porque hemos desaprovechado una oportunidad de alejar a Froome y nos podemos arrepentir", apuntaba el líder Alberto Contador.

La rivalidad que existe entre los tres principales espadas del ciclismo nacional viene de años atrás y a estas altura de la 'película' se antoja complicado que las resuelvan. "Hemos hablado, pero como 'Purito' no dejaba de hacer cambios bruscos de ritmo había que guardarse un punto y así es imposible distanciar al de detrás", insistía Alberto Contador en una guerra dialéctica entre bambalinas y emisoras de radio continuación de la que habían duirimido minutos antes en las rampas de los Lagos de Enol. "El diálogo ha sido regular. Ayer pequé de ambicioso y me remacharon, así que hoy he guardado y he ido a por las bonificaciones", contestaba Alejandro Valverde a varios metros del madrileño. "No nos hemos entendido, pero ya sabemos cómo corre cada uno", señalaba el tercero en discordia, Joaquín Rodríguez.

El 'tira tú que a mí me da la risa' en el que se convirtió la subida a los Lagos arrojó diferencias mínimas en meta. Niemec ganó la etapa, pero el polaco del Lampre -dos victorias lleva ya el equipo que dirige Joxean fernández matxin- fue un convidado de piedra que, eso sí, 'robó' los 10 valiosos segundos de bonificación que perseguían los 'gallos' de la general. Valverde fue segundo y 'Purito' tercero sacando 5 segundos a Contador -más la bonificación de 6 y 4 respectivamente-. Y el madrileño, por su parte, ganó siete segundos con Froome. Así, la general se aprieta y los cuatro aspirantes quedan en un pañuelo de 1:20 con mucha carrera y dureza por delante. La siguiente etapa, sin ir más lejos, cin final en La Farrapona y conco puertos por subir.

Todos, eso sí, se aferran a sus opciones y nadie se ve derrotado de antemano. "Estoy más cerca de la victoria porque las etapas pasan y sigo de líder", exponía Contador. Unas palabras que oía Joaquín Rodríguez u que rebatía de esta forma: "La sensación que hay es que existe mucho cansancio en el grupo, que estamos muy igualados y que la Vuelta la ganará el más regular y yo no estoy mal". Valverde, por su parte, confía en las bonificaciones y en cómo están respondiendo sus piernas. "Mis sensaciones son buenas y con la igualdad que existe las bonificaciones pueden ser decisivas", avisa el murciano, que es el corredor que más se ha beneficiado de esta ventaja con 25 segundos extras. Su punta de velocidad puede acabar siendo decisiva ante la igualdad existente.

De una manera u otra, no cabe duda de que, quien gana es la Vuelta a España, que en cada etapa vive un espectáculo y una lucha que es la envidia de todas las carreras del calendario internacional. Mientras, a los espectadores no nos queda otra que disfrutar y valorar la presencia de tres ciclistas españoles en lo más alto. Siguiente estación La Farrapona. ¡A disfrutar!