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La burocracia que puso en peligro el Giro de Italia para los 'animadores' de la carrera
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La burocracia que puso en peligro el Giro de Italia para los 'animadores' de la carrera

La primera etapa en línea de este Giro de Italia no ha deparado sorpresas, salvó la participación de una serie de ciclistas que pudieron quedarse sin correr

Foto: Michael Matthews celebra su liderato en el Giro de Italia.
Michael Matthews celebra su liderato en el Giro de Italia.

La primera etapa en línea de este Giro de Italia no ha deparado sorpresas. Los damnificados de la contrarreloj inicial, como Joaquín Rodríguez o Ryder Hesjedal, han aprovechado para lamerse sus heridas en un día pasado por agua y donde la llegada masiva era lo previsible. La victoria parcial ha sido para Marcel Kittel y el jersey rosa de líder con el que obsequió Orica a Svein Tuft por su 37 cumpleaños ha pasado a manos del australiano Michael Matthews.

Sin embargo, alguien tenía que animar esta segunda jornada de carrera de 219 kilómetros y los encargados de hacerlo fueron Maarten Tjallingii (Belkin), Sander Armee (Lotto), Andrea Fedi (Neri Sottoli) y Jeffry Romero (Colombia) que protagonizaron la fuga del día, llegando a estar más de 200 kilómetros por delante del pelotón. Precisamente este último, el colombiano, pudo filtrarse en una fuga de la que estuvo a punto de ser excluido como otros muchos corredores del pelotón de este Giro de Italia con salida en Belfast por problemas con el visado para pisar suelo británico.

La burocracia por la que debían pasar los ciclistas sudamericanos, australianos y extracomunitarios en general ha tenido en vilo a muchos equipos hasta horas antes del arranque de la carrera. La odisea de algunos ha acabado por dejarlos en tierra tras meses preparándose para esta cita. Ese es el caso de los kazajos del Astana Iglisnsky y Lutsenko, que atrapados en Mónaco y sin pasaporte -se supone que en poder de la embajada británica de París- tuvieron que desistir en su viaje a Irlanda y fueron reemplazados por los eslovenos Brajkovic y Bozic. El enfado del mandamás del Astana, Alexander Vinokourov, llegó a tal extremo que cargó contra la embajada y contra los organizadores de la carrera italiana, pero su lamento no fue más que una rabieta porque sus dos corredores no han sido de la partida.

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Pero los kazajos no han sido los únicos afectados. El equipo Androni, con muchos ciclistas venezolanos, también vivió su particular aventura. Gianni Savio, mánager del equipo italiano, y los ciclistas afectados viajaron de madrugada desde Bérgamo hasta Roma para recoger los visados a escasas 48 horas de la salida. Cuando llegaron a la ciudad capitalina, recibió una llamada de la embajada de Londres que les comunicaba que los pasaportes no se encontraban en Roma sino en suelo británico. Un miembro del staff del equipo tuvo que ir a la ciudad inglesa a recoger la documentación y hacérsela llegar a los ciclistas hasta Italia. Por suerte, en este caso, los corredores llegaron a tiempo y no tuvieron que ser reemplazados.

Peor lo pasaron, aunque también salvaron el ‘fuera de control’ como el Androni, todos los integrantes del equipo Colombia, que desde el mes de marzo estuvieron enfrascados en un atasco burocrático que les impidió correr el Tour de Turquía -carrera previa al Giro de Italia- y les alteró su preparación para la ‘corsa’ rosa. Sin embargo, y pese a que desde el Giro de Italia apenas se mostrara un intento de acelerar el proceso, los colombianos y la gran mayoría de afectados pudieron resolver sus problemas a tiempo y ayer Freddy Romero pudo animar la segunda etapa en suelo británico y podrá seguir siendo protagonista, junto a otros afectados por el ‘affaire’ de los pasaportes, en lo que queda de carrera.

Por su parte, los favoritos a la victoria final salvaron el día sin sobresaltosy guardaron fuerzas de cara a las duras jornadas que les esperan una vez la carrera deje suelo británico -el domingo es la tercera y última etapa en Irlanda- y aterrice en Italia.

La primera etapa en línea de este Giro de Italia no ha deparado sorpresas. Los damnificados de la contrarreloj inicial, como Joaquín Rodríguez o Ryder Hesjedal, han aprovechado para lamerse sus heridas en un día pasado por agua y donde la llegada masiva era lo previsible. La victoria parcial ha sido para Marcel Kittel y el jersey rosa de líder con el que obsequió Orica a Svein Tuft por su 37 cumpleaños ha pasado a manos del australiano Michael Matthews.

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