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Dayer Quintana pasa de patrullar como policía a escalar subido en una bicicleta
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ha debutado en la Iberostar Challenge

Dayer Quintana pasa de patrullar como policía a escalar subido en una bicicleta

El hermano pequeño de Nairo debuta en la Iberostar Challenge de Mallorca. Otro escalador colombiano que trabajó de policía antes de dar el salto a Europa

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En apenas dos años el apellido Quintana se ha convertido en uno de los de mayor peso dentro del pelotón. Nairo, el mayor de la saga, es hoy por hoy el corredor de moda y quien ha llevado, ni más ni menos, el apellido al segundo escalón del podio del Tour de Francia. Sin embargo, desde hace unos días no es el único ciclista que luce Quintana en su dorsal, ya que el hermano pequeño, Dayer, se ha estrenado con los colores del Movistar en la Iberostar Challenge a Mallorca que ha finalizado este pasado miércoles.

Con una complexión física muy similar a Nairo, Dayer es otro diamante de la factoría colombiana que en apenas seis meses con el Lizarte amateur ha llamado la atención del único equipo español en el World Tour. A sus 21 años (nació el 10 de agosto de 1992), Dayer muestra un desparpajo impropio de su edad. “A mí me gusta que la carretera 'pique' hacia arriba. Cuanto más, mejor. Y después ya se verá quién es más rápido”, reconoce cuando se le pide que se defina como corredor.

No obstante, no es de extrañar esa valentía después de todo lo que ha vivido, pese a contar con apenas 21 primaveras. De hecho, a los 10 años ya sabía conducir y trabajaba de noche como taxista para contribuir en la economía familiar. Por aquel entonces, la familia Quintana salía adelante como buenamente se podía en la región norteña de Boyacá. Tanto Nairo como Dayer ayudaban también en los cultivos de patatas y con el ganado de la familia. Sin descuidar, eso sí, sus quehaceres en la escuela. La bici, por aquel entonces, más que su pasión era una necesidad.

“Nairo fue quien me enseñó a montar en bicicleta”, revela Dayer. “Pronto le cogí el gusto y siempre quería ir más rápido. Camino de la escuela hacíamos carreras, pero nunca conseguí ganar a Nairo”, continúa. La vida del pequeño de los Quintana pasaba deprisa y pronto encontró un sueño por el que luchar. “Cuando Nairo empezó a ir a las carreras y a ganar supe que quería seguir sus pasos. Él llegaba a casa feliz con sus medallas y sus trofeos y, además, traía dinero para ayudar a la familia. Me dije: ‘Dayer, tienes que seguir la senda de tu hermano’. Y eso hice”.

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Cuando Nairo dio el salto a Europa, Dayer se quedó en casa ayudando a la familia, pero con una idea clara: ser ciclista. Los éxitos del hermano mayor no tardaron en llegar y como buen protector de su familia puso todo de su parte para que los Quintana escaparan de una vida de apuros. Para ayudar a su hermano pequeño, Nairo creó un equipo de jóvenes talentos y así Dayer podría cumplir su sueño. Se alcanzó un acuerdo con el cuerpo de Policía de Boyacá para que lo patrocinara y de esta forma los jóvenes corredores tuvieran algún tipo de ingreso. A cambio, éstos debían ayudar en labores administrativas a los agentes.

No obstante, en este punto la vida de Dayer volvió a acelerarse. Tanto como su bicicleta cuando la carretera se empina. Un conflicto político llevó a los jóvenes a cambiar las labores administrativas por el uniforme. Dayer pasó de dar pedales a patrullar las calles. Justo en su primer año de sub 23.

Sin embargo, Nairo volvió a ‘tirar’ de su hermano menor y en abril de 2013 consiguió que le brindaran la oportunidad de correr en el equipo navarro amateur del Lizarte. Rápidamente el pequeño Quintana despuntó y maravilló a Eusebio Unzué, que esta temporada le ha enrolado en el Movistar, donde Dayer podrá seguir creciendo como ciclista y luchando por su sueño de ciclista. “Afronto el año con optimismo y miro al futuro con ganas. Ahora mi esperanza es ayudar a Nairo a ganar el Tour de Francia, porque seguro que algún año lo logrará”, confiesa. “Sería la mejor manera de devolverle todo lo que ha hecho por mí”, relata.

Además, de esa forma no tendría que madrugar tanto como el verano pasado, cuando se levantaba de noche para ir a entrenar y llegar a casa justo a tiempo para ver las etapas del Tour de Francia por la tele. “Cuando vi a mi hermano en el podio se me saltaron las lágrimas”, algo especial para “un tipo duro al que le es difícil mostrar los sentimientos”, como él mismo se define. Pero hasta los tipos más duros tienen su ‘coranzocito’ y sus sueños y Dayer Quintana no iba a ser menos. El ‘patrullero’ Quintana ha llegado al pelotón y quiere hacer cumplir su ley: esa de ir lo más rápido que se puede cuando la carretera mira hacia el cielo.

En apenas dos años el apellido Quintana se ha convertido en uno de los de mayor peso dentro del pelotón. Nairo, el mayor de la saga, es hoy por hoy el corredor de moda y quien ha llevado, ni más ni menos, el apellido al segundo escalón del podio del Tour de Francia. Sin embargo, desde hace unos días no es el único ciclista que luce Quintana en su dorsal, ya que el hermano pequeño, Dayer, se ha estrenado con los colores del Movistar en la Iberostar Challenge a Mallorca que ha finalizado este pasado miércoles.

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