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Los directores deportivos piden un "plan B" para afrontar el temido paso del Crostis
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CONTADOR YA LO CALIFICÓ COMO "DE MIEDO"

Los directores deportivos piden un "plan B" para afrontar el temido paso del Crostis

El debate sobre el "sterrato" (pistas de tierra) ha vuelto con fuerza al Giro de Italia y ahora son los directores deportivos los que han tomado

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Los directores deportivos piden un "plan B" para afrontar el temido paso del Crostis

El debate sobre el "sterrato" (pistas de tierra) ha vuelto con fuerza al Giro de Italia y ahora son los directores deportivos los que han tomado la palabra para conocer las condiciones en las que los corredores van a afrontar el paso del Monte Crostis, el sábado en la decimocuarta etapa, que incluye 9 kilómetros de descenso en esa superficie.

Aunque Angelo Zomegnan, director de la carrera, se ha cansado de repetir que la seguridad está garantizada, y para ello se han hecho "revisiones semanales" del tramo de la discordia, los corredores están inquietos, unos más que otros, y quieren saber cuáles van a ser las condiciones que se van a encontrar en aquel descenso, calificado en su día por Contador como "de miedo".

Zomegnan mostró un vídeo a los pesos pesados del pelotón, entre ellos Contador, Nibali, Millar y Garzelli para mostrar los adelantos en las obras de arreglo de aquella pista descendente. Se ha hecho un esfuerzo económico importante, pero hay otros aspectos igual o más preocupantes que plantea aquella carretera, como el del tránsito de los vehículos de la caravana, entre ellos los de asistencia técnica y médica.

En este punto hubo discrepancia en la reunión que mantuvieron en la salida de Tortorero Lido los directores de los equipos y la dirección de carrera, en esta ocasión representada por el director operativo, Mauro Vegni, ya que Zomegnan se encontraba en Gante para asistir al funeral del belga Wouter Weylandt.

La dirección de carrera plantea la limitación de acceso a los coches de los equipos, uno por cada uno, así como los de asistencia técnica y médica, con uso de motos y vehículos de tres ruedas. Este aspecto, según algunos directores, como Bjarne Riis (Saxo Bank), no garantiza las atenciones que un corredor en plena etapa. El planteamiento del técnico danés es que un ciclista puede perder tiempo por cuestiones físicas o tácticas, pero nunca, por ejemplo, por tener que esperar una eternidad a un vehículo que debe suministrarle una rueda o una bicicleta.

Una reunión que se fue calentando a medida que fueron aumentando las críticas a las condiciones que ofrece la organización en el paso del Crostis. Vegni salió disparado, indignado ante la posición de los directores contrarios a subir y bajar el inédito y ya famoso Crostis.

Finalmente, los directores decidieron solicitar a la organización la elaboración de un plan B por si no se dan las condiciones propicias para esa etapa. En caso de nieve o lluvia ese tramo será condenado y habrá que seguir recorridos alternativos y, si las condiciones son normales, posiblemente quede a criterio de los corredores su actitud a la hora de bajar por las pendientes del puerto previo al Zoncolan, que será el punto final de la decimocuarta etapa.

El Monte Crostis, una dificultad de primera categoría

Alberto Contador ofreció su punto de vista al respecto. "Sé que se ha hecho un gran esfuerzo para pavimentar la bajada. Si se hace la etapa como está previsto no hay mayor problema, pero si no se cumplen los requisitos por el tiempo o cualquier otra circunstancia no se debe hacer. Puede ser caótico con los vehículos subiendo y bajando. No sé hasta que punto son necesarios esos riesgos", dijo.

Después de su participación en la pasada Flecha Valona, Contador se fue a inspeccionar las etapas de montaña del Giro, las que serán decisivas a partir del próximo jueves. Sus sensaciones fueron tajantes tras visitar el Crostis. "Me da miedo, nunca he visto una cosa similar, se va más allá del límite", dijo Contador, quien sólo pudo ascender 4 kilómetros, sin llegar a la cima a causa de la nieve.

El Monte Crostis es un puerto inédito en el Giro de Italia, que se ascenderá por primera vez en el Giro en la decimocuarta etapa, entre Lienz y el Monte Zoncolan. Se trata de una dificultad de primera categoría, con 1982 metros de altitud, 14 kilómetros de subida y un desnivel de 1.417 metros. La pendiente media es del 10,1 por ciento y tramos de hasta el 18 por ciento a partir del kilómetro 12. El desnivel que se salva en el ascenso es de 1.417 metros. 

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El debate sobre el "sterrato" (pistas de tierra) ha vuelto con fuerza al Giro de Italia y ahora son los directores deportivos los que han tomado la palabra para conocer las condiciones en las que los corredores van a afrontar el paso del Monte Crostis, el sábado en la decimocuarta etapa, que incluye 9 kilómetros de descenso en esa superficie.

Aunque Angelo Zomegnan, director de la carrera, se ha cansado de repetir que la seguridad está garantizada, y para ello se han hecho "revisiones semanales" del tramo de la discordia, los corredores están inquietos, unos más que otros, y quieren saber cuáles van a ser las condiciones que se van a encontrar en aquel descenso, calificado en su día por Contador como "de miedo".

Zomegnan mostró un vídeo a los pesos pesados del pelotón, entre ellos Contador, Nibali, Millar y Garzelli para mostrar los adelantos en las obras de arreglo de aquella pista descendente. Se ha hecho un esfuerzo económico importante, pero hay otros aspectos igual o más preocupantes que plantea aquella carretera, como el del tránsito de los vehículos de la caravana, entre ellos los de asistencia técnica y médica.

En este punto hubo discrepancia en la reunión que mantuvieron en la salida de Tortorero Lido los directores de los equipos y la dirección de carrera, en esta ocasión representada por el director operativo, Mauro Vegni, ya que Zomegnan se encontraba en Gante para asistir al funeral del belga Wouter Weylandt.

La dirección de carrera plantea la limitación de acceso a los coches de los equipos, uno por cada uno, así como los de asistencia técnica y médica, con uso de motos y vehículos de tres ruedas. Este aspecto, según algunos directores, como Bjarne Riis (Saxo Bank), no garantiza las atenciones que un corredor en plena etapa. El planteamiento del técnico danés es que un ciclista puede perder tiempo por cuestiones físicas o tácticas, pero nunca, por ejemplo, por tener que esperar una eternidad a un vehículo que debe suministrarle una rueda o una bicicleta.

Una reunión que se fue calentando a medida que fueron aumentando las críticas a las condiciones que ofrece la organización en el paso del Crostis. Vegni salió disparado, indignado ante la posición de los directores contrarios a subir y bajar el inédito y ya famoso Crostis.

Finalmente, los directores decidieron solicitar a la organización la elaboración de un plan B por si no se dan las condiciones propicias para esa etapa. En caso de nieve o lluvia ese tramo será condenado y habrá que seguir recorridos alternativos y, si las condiciones son normales, posiblemente quede a criterio de los corredores su actitud a la hora de bajar por las pendientes del puerto previo al Zoncolan, que será el punto final de la decimocuarta etapa.