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¿Te meterías en un ring con un boxeador jubilado? ¿Y si ese jubilado es Mike Tyson?
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¿Te meterías en un ring con un boxeador jubilado? ¿Y si ese jubilado es Mike Tyson?

Esta noche, quizá por última vez, veremos a Mike Tyson en acción sobre el cuadrilátero. No será un paseo y, desde luego, es posible que se despida del boxeo tirado en la lona

Foto: Tyson, durante el pesaje de ayer. (Reuters)
Tyson, durante el pesaje de ayer. (Reuters)
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Hace veinte años de la última vez que Tyson se enfundó los guantes para subir a un ring. Fue contra el irlandés Kevin McBride, un púgil ramplón cuyo mayor éxito es, de hecho, haber vencido aquella noche a Iron Mike.

Se esperaba que el combate fuera un trámite para Tyson, que todavía albergaba la esperanza de volver a pelear por el cinturón de los pesos pesados. Al fin y al cabo, solo tenía 38 años, una edad a la que Bernard Hopkins, George Foreman o Manny Pacquiao rendían a su mejor nivel. El plan era sencillo: noquear a McBride en los tres primeros asaltos e irse a casa a esperar el siguiente combate.

Pero la Furia de Brooklyn ya no era el mismo. En realidad, el recuerdo que todo el mundo tiene de Tyson, el del púgil arrollador que siempre ganaba por KO, se reduce a unos unos años concretos, del 85 al 90. Lo que vino después de la derrota ante Buster Douglas, un señor que pasaba por allí, fue un rápido deterioro de sus condiciones, tanto físicas como psicológicas, que se hizo patente en su doble enfrentamiento contra Evander Holyfield a mediados de los 90. La imagen de Tyson con un trozo de la oreja de Holyfield en la boca, que muchos consideran un símbolo de macarrismo, era fruto de la impotencia.

A los 29 años, Tyson ya había cumplido cuatro años de prisión y, al contrario de lo que suele sucederle a los boxeadores, regresó en peor estado. Por eso en la pelea contra McBride, cuando el mundo vio a Iron Mike lanzar golpes al vacío, cabecear a su oponente e incluso irse al suelo de puro cansancio, todos entendieron que era el final.

placeholder Tyson abofetea a Paul durante el pesaje. (Reuters)
Tyson abofetea a Paul durante el pesaje. (Reuters)

Paul, favorito para las apuestas

Esta noche, Tyson vuelve al cuadrilátero para enfrentarse a Jake Paul, un youtuber de 27 años. Será en la primera velada promovida y emitida en Netflix, que ha garantizado una bolsa de 40 millones de dólares a cada púgil. Sobre el papel, la leyenda de Tyson dice que Paul no va a durarle un asalto: en la práctica, el influencer va a enfrentarse a un boxeador que no ha vuelto a ser Iron Mike desde finales de los 80 y que lleva 19 años sin enfrentarse a un reto semejante.

Porque el reto es la única motivación del púgil de Brooklyn, que hace tiempo reeencauzó su vida y es dueño de una marca de productos deportivos que le ha proporcionado unas ganancias estimadas en 150 millones de euros. "Pase lo que pase, nada va a cambiar. Con este combate solo quiero ver si estoy preparado para afrontar algo como esto", ha explicado Tyson en los prolegómenos.

Tampoco Paul lo hace por dinero. Entre él y su hermano Logan, más conocido incluso que él, ya facturaban de adolescentes los suficiente como para mantener a toda la familia. Hoy, se estima que entre los dos acumulan un patrimonio de más de 200 millones de dólares... y todavía no han cumplido los 30.

Serán solo ocho asaltos de dos minutos, una medida que favorece las opciones de Tyson

Si Jake está aquí es por su convicción de convertirse en boxeador profesional. Ha disputado diez combates, la mayoría con ex luchadores de MMA, registrando una sola derrota. Se trata de un púgil correoso, con buen fondo físico, una circunstancia que sin duda explotará para cansar a Tyson, cuyo horizonte físico no debería ir mucho más allá del cuarto asalto. Para protegerle, se ha pactado que los rounds sean de dos minutos (normalmente son tres) y ocho asaltos máximo, por los diez o doce habitales.

Una vez más, quizá la última, Iron Mike saldrá a noquear a su rival en los primeros segundos. ¿Lo conseguirá? Las apuestas creen que Paul aguantará y terminará ganando el combate a los puntos. Lo sabremos a partir de las 2 de la mañana, cuando empieza la gran velada de Netflix.

Hace veinte años de la última vez que Tyson se enfundó los guantes para subir a un ring. Fue contra el irlandés Kevin McBride, un púgil ramplón cuyo mayor éxito es, de hecho, haber vencido aquella noche a Iron Mike.

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