El Club de la Lucha existe y un español podría perder un ojo tras pelear: "Contaba con morir"
Madrid acogió la mayor velada clandestina de Europa en una exhibición de sangre, violencia y contundencia. Sin reglas ni protecciones para los luchadores, tres españoles pelearon. Otro combatiente se quedó sin un diente y casi se ahoga
El Club de la Lucha es real, se llama King of The Streets y ya ha estado dos veces en España, la última este pasado fin de semana al sur de Madrid. Peleas clandestinas, violencia sin límites, ultras de extrema derecha y de extrema izquierda, dedos en los ojos, dientes rotos, brazos y manos fracturadas, escupitajos, cabezazos y golpes bajos. Lo que en la mayoría de deportes de contacto sería visto como un reguero de gestos antideportivos, sin honor y nocivo para las artes marciales, aquí se permite y se jalea.
La localización de las peleas es secreta y únicamente se da a conocer el horario y el link para verlo en directo pocos días antes de la contienda. Los espectadores pueden comprar el acceso al streaming por poco más de 10 euros, pero solo miembros íntimamente ligados a la organización o personas de máxima confianza de los luchadores pueden presenciarlo en persona.
Los organizadores de la sociedad secreta cuidan con mimo su identidad real y mantienen a toda costa su anonimato. De hecho, ni los mismos peleadores conocen a los promotores. No es casualidad, porque según ha podido saber este periódico, tanto ellos como algunos de los que participan tienen delitos de sangre en su historial y han pasado por la cárcel. Es más, en ciertas ocasiones se han tenido que modificar los contrincantes porque uno de ellos ha entrado en prisión.
Morir es una posibilidad real
Otros vienen directamente del mundo ultra del fútbol y también hay luchadores profesionales y amateur, pese a que esta competición ha recibido fuertes críticas desde ciertos sectores por la ausencia de reglas en los combates. "Pelea sin reglas ni rondas. Solo el ganador se llevará el dinero. Si los ideales de nuestro club de lucha no se ajustan a ti, no te molestes en contactarnos", reza KOTS en su página web. Según ha podido saber este periódico, las cifras de los vencedores alcanzan los 5.000 euros.
KOTS MATADOR, DÍA DE PELEA. 🇪🇸 pic.twitter.com/aPKcLwYkjF
— Shotgun (@ShotLC) September 8, 2024
Quienes están dispuestos a participar en las peleas pueden contactar con la organización, otras veces son ellos mismos quienes seleccionan a los combatientes. En cualquier caso, las consecuencias de las peleas son inesperadas. Si bien hay un árbitro con la cara tapada que detiene la batalla cuando uno de los dos contendientes cae noqueado o se rinde al ser sometido, aquí el riesgo de sufrir una lesión grave o incluso morir es una posibilidad real y no una exageración.
Los protagonistas no llevan guantes ni protecciones. En algunos casos, tampoco bucal. Hay ultras eslovenos, eslovacos, rumanos, chechenos, suecos, ingleses o serbios... y españoles. La ideología política de los luchadores es relevante, porque muchas veces se empareja a nazis con comunistas para que resuelvan sus diferencias sobre el pavimento a base de patadas y puñetazos, aunque no siempre coinciden personajes antagonistas y el abanico de violencia se amplía. Por otro lado, sí se produce el típico careo y el pesaje para que no exista una gran diferencia física que hipoteque el combate.
Con españoles en las peleas
"Son muy peligrosos y no quieren que nadie sepa quiénes son", explican a El Confidencial diversos participantes que prefieren mantener su nombre a salvo. Cuando participas, te llevan a un recinto con los ojos vendados para que no sepas la ubicación. "Los organizadores van con máscara para que no se les reconozca porque están buscados por otras mafias. Si te manejas con buenos códigos, no te va a pasar nada. Si tienes un arma, te piden que la dejes a la entrada y, cuando termina el evento, te la devuelven. El árbitro lleva un cuchillo y una pistola Glock en la cintura. Pelear ahí subió mucho mi popularidad", indicó Franco Tenaglia a este periódico.
La organización secreta se acerca al millón y medio de suscriptores en YouTube y el nivel de los peleadores y la popularidad aumenta con el paso del tiempo. King Of The Streets desembarcó el pasado fin de semana en España por segunda vez y, aunque la policía les sigue el rastro de cerca, la velada se celebró sin ningún tipo de problema con hasta tres peleadores españoles: Abner Lloveras, Lewis El Elegido y Álex El Samurái.
"Estábamos como animales. Como toros a los que les abren la puerta y salen a la guerra. Fue un espectáculo, pero hay gente que va con muy mala intención, a matar", cuenta Abner Lloveras, con presencia y experiencia en veladas tan importantes como la UFC o Bellator. El peleador catalán ganó por KO a Bojan Kosednar Zelva, un hooligan esloveno de 79 kilos y medio del Olimpija Ljubljana.
Listos para morir
Lewis, que entrena en el mismo gimnasio que Ilia Topuria, y Álex se enfrentaron entre ellos con triunfo del primero. A causa de las heridas sufridas durante el combate, El Samurái podría perder un ojo. "Cuando entras ahí, tienes que asumir que puede pasar de todo, es así de radical. Si me dicen que me quedo sin ojo, volvería a pelear. Incluso volvería a pelear ciego de un ojo", confiesa Álex El Samurái a este periódico.
"Escuché a Lewis que él quería vivir algo así antes de morir y yo pienso lo mismo. Me obsesioné con ello y ya no dejé de pensar en participar. Quería estar ahí y retarme, lo hice porque era un reto personal para mí. Nunca he hecho nada tan extremo y bestia. Pero fui yo el que decidí estar ahí y los dos lo aceptamos. Todavía nadie ha muerto en KOTS y sí en combates de boxeo, por ejemplo", añade el catalán.
"Hay gente que no lo entenderá, pero por mi trabajo veo a gente que se droga y se cae desplomada en la discoteca. Otros que beben, se drogan, cogen el coche a 200km/h y tienen accidentes volviendo a casa. Yo no puse en riesgo a nadie, solo a mí mismo y ya contaba con morir", explica Álex. "Es una película cómo lo tienen todo organizado y cómo te tratan. Son la gente más honorable que me he encontrado en mi vida, donde respetan los códigos entre luchadores y se han preocupado por mí en todo momento. Es gente potente y seguramente estarán vigilados, por eso se tapan la cara, pero no me ha faltado de nada", desliza.
En efecto, el apodo de El Samurái tiene su miga y no está cogido al azar. ¿Cómo se entrena para algo así? "No te puedes preparar para mordiscos, dedos en los ojos o que te chuten la cabeza, pero sí endurecer la muñeca, trabajar con guantillas más finas... y con alguien como Abner Lloveras. A nivel mental, con una actitud de samurái donde te desapegas de la vida. Leyendo El Bushido para faltar el respeto a la muerte. En la vida del Samurái te levantabas, saboreabas el té, vivías el presente y solo ese instante, porque luego podrías morir".
El Club de la Lucha es real, se llama King of The Streets y ya ha estado dos veces en España, la última este pasado fin de semana al sur de Madrid. Peleas clandestinas, violencia sin límites, ultras de extrema derecha y de extrema izquierda, dedos en los ojos, dientes rotos, brazos y manos fracturadas, escupitajos, cabezazos y golpes bajos. Lo que en la mayoría de deportes de contacto sería visto como un reguero de gestos antideportivos, sin honor y nocivo para las artes marciales, aquí se permite y se jalea.
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