Si crees que el guion de 'Origen' es enrevesado, no conoces el Royal Rumble de la WWE

En la madrugada de este domingo (horario español) tiene lugar uno de los eventos más importantes del año en la lucha libre profesional, la Royal Rumble de la WWE (World Wrestling Entertainment). El wrestling, ese entretenimiento deportivo guionizado, se ha convertido en una colosal industria en países como Estados Unidos, México o Japón, y la ‘Batalla Real’ es uno de sus máximos exponentes. Se trata de un evento anual en la modalidad de pago por visión, como todos estos PPVs, la jornada se compone de una serie de combates coronados por una modalidad especial: una lucha en la que 30 luchadores compiten entre sí hasta que solo quede uno en el ring. El premio, además de ser considerada una de las victorias más importantes del oficio a nivel de legado, es estelarizar el próximo Wrestlemania (el evento central del año, la Superbowl de la lucha libre) y retar al máximo campeonato de la marca a elegir, Raw o Smackdown.

Evidentemente, todo lo que sucede en dicho macrocombate está pactado. Lo habitual en las luchas es que sean modalidades de uno contra uno, tres entre sí, o por parejas. En la Royal Rumble es fácil que hasta diez luchadores coincidan en el cuadrilátero. Este es el funcionamiento general de la lucha. 30 luchadores participan (desde el 2018, también hay una categoría femenina). Dos de ellos comienzan con el pick 1 y 2. A partir de ahí, cada 90 o 120 segundos, un nuevo luchador entra a competir. Para ser eliminado, el participante debe ser sacado del ring por encima de la tercera cuerda y luego tocar con los dos pies el suelo de la arena. Durante los 36 años que se ha celebrado, estas reglas se han visto modificadas por temas de organización o, directamente, por la propia ficción.

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Guionizar las luchas cotidianas en esta industria es algo relativamente sencillo. Ambos luchadores reciben la orden de quién debe ganar y condicionantes del bookeo (como debe lucir la historia dentro del combate, por ejemplo: luchador A es el que va a dominar y luchador B obtendrá la victoria haciendo trampas al final). Gran parte del desempeño depende de ellos, que improvisan los movimientos, los practican con anterioridad, repiten secuencias o se cantan las llaves a recibir o vender. ¿El problema? El equipo de producción y guion tiene que desarrollar una historia con 30 participantes, los cuales deben ser eliminados por un orden específico, protagonizar momentos destacados, etc. Todo ello en riguroso directo, sin posibilidad de ser editado. Un traspiés cuando no se debe y toda la estrategia a largo plazo de la storyline se va al garete.

El equipo de guionistas de la WWE, por lo tanto, tiene que hilar muy fino. La industria trata de proteger al máximo los secretos tras bastidores. Algunos extrabajadores de la empresa han hablado píldoras sobre cómo es la organización. "En la Royal Rumble sabes cómo va a ser tu eliminación. Estás prestando atención a quién sale antes que tú y luego el tipo que sale después, estará pendiente de ti. Luego, todavía tienes situaciones dentro del combate, donde un luchador limpia la casa [realiza una serie de golpes o llaves a todos los que están en el ring]. Si es uno de los mejores, obviamente quieres darle brillo y alimentar su personaje", explicó el exluchador de la WWE Chris Masters.

En algunos casos, los fallos (conocidos en la jerga como botches) pueden llegar a ser anecdóticos… o terroríficos. Uno de los más conocidos tuvo lugar en la edición del 2005, cuando las dos grandes promesas de la WWE quedaron como finalistas de la Royal Rumble: Batista, el actor Dave Bautista, y John Cena. El propósito de la batalla real es que la victoria solo sea otorgada a elegidos: grandes luchadores que necesitan un último empujón para consagrarse como cabezas de cartel o superestrellas asentadas que necesitan revitalizarse. En dicha edición, Batista había sido seleccionado por el equipo creativo para ganar.

En los momentos finales de la lucha, The Animal se desequilibró cargando a su rival, ambos perdieron el equilibrio en las cuerdas y… cayeron a la vez al suelo. Es uno de los momentos más recordados de la historia de la Royal Rumble y a punto estuvo de ser el gran desastre. Los árbitros del combate comenzaron a improvisar y a señalar cada uno a un ganador. Furioso por el fallo, el propio Vince McMahon, dueño de la WWE y, por aquel entonces, manda más a nivel creativo, salió a escena y se subió al ring con tanta violencia que se desgarró los cuádriceps de ambas piernas. Desde el suelo, sentado y sin poder levantarse, obligó a que se reiniciara el combate. Batista, esta vez sí, eliminó a Cena para consagrarse como un icono de la compañía. La gente se pensó que todo formaba parte de un guion inicial.

Al ser uno de los grandes acontecimientos del año, las sorpresas, los regresos de leyendas o incluso la aparición de estrellas ajenas al negocio (Bad Bunny participó en la edición del 2022) están aseguradas. El rumor de que Dwayne Johnson, The Rock, participará este año lleva sonando durante meses. ¿Favoritos? Todo lo que no sea la victoria de Cody Rhodes sería noticioso. Pero esto es el Royal Rumble y no hay mejor fecha en el wrestling para dar la campanada.