UFC 271: Israel Adesanya venció justito a un inteligente Robert Whittaker

Israel Adesanya y Robert Whittaker son, con diferencia, los dos mejores pesos medios del planeta. Ambos habían limpiado la categoría en sus respectivos ascensos hacia la supremacía de la división. La última vez que se enfrentaron, se batió el récord de asistencia a un evento de la UFC y tuvo lugar en el estadio Marvel de Melbourne (Australia). Esta vez, Adesanya defendió su título del peso medio por decisión unánime (48–47, 48–47, 49–46), en una esperada revancha contra Whittaker en la pelea principal de UFC 271, en el escenario del Toyota Center de Houston, Texas.

‘The Last Stylebender’ Adesanya tuvo una actuación increíble en el primer encuentro, derribando a Whittaker en el primer asalto, antes de conseguir un nocaut en el segundo. Desde ese combate, Whittaker se había recuperado con tres victorias consecutivas, demostrando que es uno de los luchadores más completos del mundo. Adesanya había defendido su título en tres ocasiones desde que derrotó a ‘The Reaper’, pero perdió por primera vez en su carrera en las MMA cuando intentó, sin éxito, convertirse en campeón de dos divisiones, enfrentándose a Jan Blachowicz en el peso semipesado.

Adesanya es el mejor 'striker' que compite actualmente en la UFC. Lo ha demostrado una y otra vez, derrotando a los mejores de la división con relativa facilidad. Con esta perspectiva, Whittaker supo hacerle una pelea muy competitiva maximizando sus potencialidades. El peleador australiano buscó utilizar su lucha para neutralizar el golpeo dinámico de Adesanya que prácticamente hasta el cuarto asalto se impuso en todos los intercambios. Y es que hasta ese momento en base a su mayor envergadura, ejecutó basculaciones con la cadera para dominar la distancia, y fue muy astuto como para mantener a su rival mucho tiempo en la lucha de pie y aterrizar contragolpes precisos cada vez que el retador se atrevía a lanzar una combinación. Sus mejores armas fueron sus contragolpes, aunque hoy no ha sido capaz de imponer un dominio tan claro. Mientras mantiene la calma, hay muy pocos competidores que puedan dar problemas al campeón en un enfrentamiento a cinco asaltos.

Así que Whittaker que, aparte de sus habilidades de boxeo, es también un talentoso luchador con sumisiones subestimadas, buscó con ahínco su chance para llevarse el pleito. En principio, Whittaker debería haber utilizado su fuerza y su 'grappling' superior para presionar continuamente al campeón y entrar en la distancia del boxeo para exponerse en intercambios, similar a lo que hizo Kevin Gastelum en 2019. Porque a pesar de su naturaleza elusiva, Adesanya había sufrido castigo en intercambios de boxeo desde la corta distancia. Pero en cambio, centró su estrategia en proyectar a su rival, aunque el campeón supo ponerse siempre de pie cuando estuvo postrado en el suelo para esquivar el peligro, y buscar sus opciones en el golpeo desde una distancia larga. En el primer asalto sus intentos de derribo estuvieron telegrafiados pero a partir del segundo empezó a dominar el ‘timing’ y tuvo éxito en sus aproximaciones. Al punto de que gracias a esta ofensiva, a su trabajo de reja y a igualar los intercambios con su jab incisivo de izquierdas y su croché de derechas, se llevó los dos últimos asaltos de campeonato. Hasta ese instante, en las tres primeras rondas, el dominio de la distancia fue total para el campeón que ha suplantado a Anderson Silva como el más letal 'striker' de la división. Su sincronización y control de la distancia, ejecutada desde sus cambios de guardia, gracias a su largo alcance, a su arsenal de patadas de élite y a su habilidad para descifrar los ángulos ciegos de los oponentes, le hacían invencible en la pelea de pie. Pero Whittaker utilizó su combinación de golpes para presionar con su lucha e intentar que la pelea fuera trabada. El retador llegaba a este pleito con la necesidad de realizar una actuación de máxima calidad para conseguir una victoria que definiera su carrera y a punto estuvo de dar la sorpresa. Pero necesitó de algún asalto más para materializarla.

En el resto de la velada sucedieron las siguientes finalizaciones:

En el cartel principal, Tai Tuivasa noqueó a Derrick Lewis en la segunda ronda con un brutal codazo en un enfrentamiento en el que hubo despliegue de artillería pesada por parte del perdedor.

Jared Cannonier finalizó a Derek Brunson con sólidos codazos en el suelo hasta que el árbitro intervino para detener el pleito en el segundo asalto.

Renato Moicano venció por sumisión a Alexander Hernández después de castigarle hasta postrarlo en el suelo para desde allí finiquitar la pelea con una estrangulación por la espalda.

En los preliminares, Kyler Phillips sometió a Marcelo Rojo con una llave de brazo ejecutada desde triángulo en el tercer asalto.

Douglas Silva de Andrade durmió a Sergey Morozov con una estrangulación por la espalda en la segunda ronda.

Y Jeremiah Wells sometió a Mike Mathetha con un mataleón en el primer asalto.