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UFC 270: Francis Ngannou unifica título ante Ciryl Gane con ¡su lucha de agarre!
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SE CELEBRARON DOS MUNDIALES

UFC 270: Francis Ngannou unifica título ante Ciryl Gane con ¡su lucha de agarre!

Deiveson Figueiredo recuperó el cinturón mosca en una estratégica pelea muy cerrada ante Brandon Moreno (48–47, 48–47, 48–47). No sería de extrañar que se citaran por cuarta vez.

Foto: Francis Ngannou contra Ciryl Gane en UFC 270 (USA TODAY Sports).
Francis Ngannou contra Ciryl Gane en UFC 270 (USA TODAY Sports).

El campeón titular de los pesos pesados Francis Ngannou ya avisó que había mejorado mucho como peleador desde que abandonó su gimnasio en Francia. Que era otro distinto. Que ya no lo conocían. Y hoy ha sorprendido al mundo. El que es considerado como la fuerza más aterradora de UFC por su pegada tremebunda, unificó el título de los pesados gracias a su lucha de agarre ante el asombro de todos los espectadores y del propio Ciryl Gane que hasta el tercer asalto iba dominando el combate de forma clara gracias a su movilidad en la pelea de pie. Ganó al final Ngannou en la decisión de los jueces por un apretado 48–47, 48–47 y un sorprendente 49–46.

El evento UFC 270, celebrado en el Honda Center de Anaheim, California, lo encabezaba la pelea de unificación del título de peso pesado entre el campeón titular Ngannou y Gane, su ex compañero de equipo de MMA Factory y campeón interino. El duelo era uno de los combates por el título más intrigantes de los últimos tiempos, ya que dos grandes talentos y antiguos compañeros de entrenamiento se enfrentaban bajo el telón de fondo de que Ngannou finalice su actual contrato con la UFC. Parece que el camerunés está centrado en ganar más dinero desarrollando una carrera en el boxeo, en lugar de competir al más alto nivel de las MMA.

Gane venía de lograr la mayor victoria de su carrera, después de derrotar a Derrick Lewis en UFC 265 por TKO en el tercer asalto, y reclamar así el campeonato interino de peso pesado de la UFC. En cuanto a Ngannou, hacía diez meses que ganó el campeonato de peso pesado en su revancha contra Stipe Miocic en UFC 260. Acabó con su rival por nocaut, en poco menos de un minuto del segundo asalto, en marzo de 2021.

El hasta entonces invicto Gane es un táctico metódico cuya capacidad de planificar el juego en oponentes específicos es muy habilidosa. Ngannou es el peso pesado más temido y poderoso de la UFC. Ha demolido por completo a todos los que se han atrevido a intercambiar golpes con él. Hasta el tercer asalto, la ventaja de movimiento de Gane era una clase magistral sobre cómo evitar ser noqueado. Puede que no haya un humano en el planeta que pueda noquear a un oponente con tanta facilidad como Ngannou. Lo único que tenía que hacer era conectar y la pelea podría terminar. Sin embargo, se enfrentaba a un oponente increíblemente hábil cuya perspicacia técnica es algo fuera de lo común.

Gane es un peleador con una ligereza asombrosa en los pies para un hombre de su tamaño. Utilizó su juego de piernas superior para mantener a Ngannou a distancia, mientras el camerunés imprimía la presión, erraba la mayoría de sus golpes que acababan perdidos, huérfanos en el aire. El francés conectaba mucho más, manteniéndose fuera de la distancia del peligro inminente que suponía ser alcanzado por el campeón titular. Gane era demasiado rápido, escurridizo y eficiente como para ofrecer a Ngannou las aperturas en su defensa que necesitaba para conectar sus disparos.

El francés en el segundo asalto se empezó a gustar. Ahora ya cruzaba la derecha después de lanzar su jab de izquierda incisivo, ejecutaba rodillazos, patadas frontales y laterales al cuerpo y hasta una patada en giro a la cabeza, siempre saliendo de la distancia acto seguido para no ser alcanzado por las contras del camerunés. Todo iba encarrilado hasta que una patada frontal a la cabeza, una acción fruto de su excesiva confianza, permitió a Ngannou proyectarle de forma espectacular. Ahí cambió el cariz del combate. El campeón titular consiguió afianzar una posición lateral en el suelo para después tomarle la espalda. Gane logró levantarse pero sólo para ser proyectado de nuevo durante el asalto dos veces más y continuar siendo dominado. Hubo un intento del francés de aplicar una llave de Kimura en el proceso pero fue abortado por completo.

Al cuarto asalto Gane salió visiblemente cansado. Se mantenía fuera de la distancia y prácticamente solo ejecutaba patadas tímidas a las piernas. Otro derribo de Ngannou fue el inicio de un ronda donde su presión con la lucha de agarre no dejó respirar al francés durante casi todo su recorrido. Se llegaba al quinto asalto con dos ganados para cada uno. Así que el último era el que definiría la victoria. Mientras el camerunés buscaba conectar con contras poderosas, Gane intentó afianzar su victoria proyectando esta vez él. En el suelo Ngannou volvió a sorprender a todos volteando su posición inferior para quedar arriba ejecutando el 'raspaje' con maestría técnica, una acción que fue la que consolidó su triunfo. Desde esa posición supo mantener su dominio gracias a sus caderas pesadas. Gane intentó una llave de tobillo en dos ocasiones sin éxito, incluso logró virar su deficiente situación pero Ngannou volvió a posicionarse de nuevo por encima ejerciendo el control mucho más tiempo y llevándose con claridad el asalto definitivo.

Con esta victoria, Ngannou está sujeto a la cláusula de campeón en los contratos de la UFC y seguiría en deuda con la promoción durante otro año más, momento en el que ha dejado claro que abandonará la promotora a menos que reciba una mejora en el nuevo contrato. Sería sorprendente que la UFC dejara marchar a un talento como el camerunés.

Devison Figueiredo recupera el cinturón mosca

En el combate de semifondo, Brandon Moreno se enfrentaba a Deiveson Figueiredo por tercera vez con el título de peso mosca en juego. Los dos empataron en un emocionante primer encuentro antes de que Moreno acabara arrebatándole el título a Figueiredo en la revancha en UFC 263.

Figueiredo recuperó el cinturón en una estratégica pelea muy cerrada (48–47, 48–47, 48–47), y eso que cuando los luchadores se enfrentan por tercera vez, casi en el 70 por ciento de las veces, el que ganó el segundo encuentro también sale victorioso en la tercera pelea. No sería de extrañar que se citaran por cuarta vez, dado lo entretenidos que han sido sus encuentros.

Para esta pelea, Figueredo había estado entrenando con el ex campeón de dos divisiones Henry Cejudo, que fue compañero de entrenamiento de Moreno antes de que su relación se deteriorara. La pérdida del título de Figueiredo supuso un sorprendente freno al impulso del brasileño, que venía de una campaña en 2020 en la que acabó siendo considerado como el luchador del año. Pero Moreno había demostrado que puede resistir el fuerte poder de pegada del brasileño, y que tiene la ventaja en el agarre una vez que es capaz de llevar la pelea a la lona.

En esta pelea, Figueiredo utilizó su poder y su longitud para mantener a Moreno fuera de distancia durante la mayor parte del recorrido del combate, una estrategia que por no habilitarla acabó pagando en su segundo encuentro.

Excepto en la tercera ronda y en los instantes finales del pleito, donde se produjeron intercambios abiertos, los dos luchadores estuvieron en extremo cautos. El brasileño castigó a Moreno durante todo el encuentro con patadas a las piernas para irle restando movilidad, mientras el mexicano que realizaba fintas al detonar sus disparos, estuvo casi siempre fuera de las distancia, pero ante los ataques esporádicos del brasileño respondía con contundentes contras.

El estilo de Figueiredo siempre ha sido una propuesta única para su división. Mientras que la mayor parte de la categoría de peso mosca se centra en la velocidad y la actividad, ‘Deus da Guerra’ hace su trabajo a través de la potencia y la precisión, atacando con ráfagas aisladas de contundentes golpes. Pero Moreno parece ser el único hombre con la combinación de habilidad, confianza y capacidad de absorber castigo para seguir plantando cara a Figueiredo.

En golpes significativos, el primero y el cuarto cayeron de parte de Figueiredo y el segundo y tercero hacia Moreno. En un combate muy cerrado fueron acciones singulares las que determinaron que la decisión de los jueces cayera hacia el brasileño. Un buen golpe de encuentro de izquierdas en el tercer asalto, una derecha lanzada por encima del jab que tira al suelo a su rival en la misma ronda, a la que siguió un intento de estrangulación de anaconda sin tiempo para consumarla y sobre todo una derecha de contra que provocó un knockdown en el asalto final definieron al vencedor. Moreno que es un luchador muy hábil en las transiciones y sumisiones, logró proyectar a Figueiredo en el quinto asalto pero no pudo mantener una posición fija en el suelo. Fue una pelea muy reñida. Merecen citarse por cuarta vez.

En el resto de la velada sucedieron las siguientes finalizaciones:

En la cartelera principal, Said Nurmagomedov solventó su duelo rápido con Cody Stamann al aplicarle una estrangulación de guillotina en el primer asalto.

El ecuatoriano, Michael Morales terminó a Trevin Giles en la primera ronda con una ráfaga de golpes que comenzó con un curvo de contra, continuó con el castigo de pie hasta llegar al suelo donde el árbitro detuvo el encuentro.

En los preliminares, Jack Della Maddalena con una izquierda de contra postró a Pete Rodríguez en malas condiciones en el suelo. Solo le bastó un par de golpes finalizadores para que el árbitro parara el combate en el primer asalto.

Matt Frevola, tras situarse en el suelo en la espalda de Genaro Valdéz, provocó la intervención del árbitro en la primera ronda con un castigo continuado.

Y Vanessa Demopoulos sometió a Silvana Gómez Juárez con una llave de brazo en el primer asalto.

El campeón titular de los pesos pesados Francis Ngannou ya avisó que había mejorado mucho como peleador desde que abandonó su gimnasio en Francia. Que era otro distinto. Que ya no lo conocían. Y hoy ha sorprendido al mundo. El que es considerado como la fuerza más aterradora de UFC por su pegada tremebunda, unificó el título de los pesados gracias a su lucha de agarre ante el asombro de todos los espectadores y del propio Ciryl Gane que hasta el tercer asalto iba dominando el combate de forma clara gracias a su movilidad en la pelea de pie. Ganó al final Ngannou en la decisión de los jueces por un apretado 48–47, 48–47 y un sorprendente 49–46.

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