Poli Díaz, de nuevo en la lona: pasará al menos un mes en una prisión de Canarias

El Potro de Vallecas vuelve a la cárcel. Apenas seis meses después de que anunciase públicamente su regreso a los cuadriláteros, que venía acompañado de un plan de entrenamientos y marketing exhaustivos, Poli ha sido detenido y confinado en la prisión de El Salto del Negro, en Gran Canaria. Sucedió el martes a media mañana cuando, según el entorno del boxeador, Poli se personó en la comisaría del distrito sur de Las Palmas para renovar su DNI. "Entonces a los agentes les saltó un aviso de busca y captura con código 10, que significa ingreso en prisión. Es por un juicio de 2014 que se ha retrasado hasta cinco veces: por el confinamiento, por un abogado que no estaba, por Filomena... el caso es que Poli se perdió entre tanta fecha y no se presentó en el juzgado el día que debía", explica su manager, Antonio Ricobaldi.

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La detención se desencadena por una causa del juzgado nº 30 de lo Penal de Madrid de hace siete años por un delito de agresiones. Sin embargo, es solo uno del rosario de pleitos que acumula el púgil vallecano, la mayor parte por altercados callejeros, a los que tendrá que ir haciendo frente en los próximos años. Poli se encuentra en este momento en el área de ingresos de la prisión, aislado del resto de reclusos a la espera de confirmar que no es positivo por covid. Se espera que permanezca allí al menos hasta junio, aunque fuentes conocedoras de la situación indican que su prisión preventiva podría alargarse hasta un año y medio, ya que la Fiscalía pide para él tres años de cárcel.

"Esto nos pilla en un momento horrible", afirma Ricobaldi, "porque Poli estaba entrenando bien, lejos de los malos hábitos, sacándose títulos de entrenador para tener un mejor futuro, con un patrocinador detrás como Cleto Reyes... y preparándose para volver a lo Tyson, o mejor, que Poli tiene 53 años y es un tío que te aguanta ocho asaltos". Este nuevo ingreso en prisión pone en jaque el combate de exhibición programado para finales de este año, y que se vendía como el regreso de la leyenda al ring, dado que no hay fecha fijada para el juicio. "Esto nos va a causar problemas a la hora de obtener la licencia para pelear, no hay duda, pero el combate ya estaba en duda porque aún no se puede meter público en los recintos, y hacerlo en un pabellón vacío no tenía sentido", dice su manager.

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"Ya sabéis cómo soy, no puedo evitarlo", les dice Poli a los funcionarios de Justicia cada vez que aparece por allí. El vallecano se había retirado a Canarias, donde tiene una casa su pareja Lola, para poder entrenar lejos de Madrid, donde no puede ni salir a hacer footing por la calle sin que le paren varias veces. Según su entorno, Poli mantiene a raya las adicciones, pero sigue teniendo problemas con un pronto, que desarrolló durante su infancia en las calles de Vallecas, que le induce a la agresión en cualquier altercado.

En cualquier caso, el entorno presidiario no le es ajeno a Díaz y se espera que le sea dispensado un buen trato en El Salto del Negro, probablemente como monitor en el gimnasio. "Al fin y al cabo, el Potro no ha matado a nadie ni le han pillado traficando con drogas, simplemente se ha despistado con la citación judicial y esperamos que esto se arregle antes del verano", dice Ricobaldi.