Donald Trump ficha como consejero a Vince McMahon, el dueño del pressing catch

Donald Trump es un gran seguidor de la lucha libre, un deporte-espectáculo en el que los protagonistas muestran todas sus habilidades sobre el ring a través de combates espectaculares, rivalidades guionizadas y un público enfervorizado que anima a sus luchadores favoritos mientras abuchea a sus rivales.

La mayor empresa del mundo de la lucha libre, o del pressing catch como se le conoce popularmente en España, es la WWE, la World Wrestling Entertainment. Y el propietario de esa empresa que factura miles de millones de dólares anualmente es Vince McMahon, la persona que desde ahora es uno de los nuevos consejeros del gobierno de Donald Trump.

La presencia del magnate de la lucha libre no es el único fichaje del presidente de los Estados Unidos. Trump también quiere añadir a los responsables de las ligas deportivas más importantes del país, la NBA, la NFL, la MLB y la NHL, Adam Silver, Roger Goodell, Rob Manfred y Gary Bettman. No solo eso, también contará con el presidente de la UFC, Dana White, y con los dueños de los Dallas Mavericks y los New England Patriots, Mark Cuban y Robert Kraft.

La lucha libre, un negocio de primera necesidad

En una de sus comparecencias ante la prensa que recoge Metro, Donald Trump hablaba este martes sobre la importancia que tiene para el país el regreso de las competiciones deportivas cuanto antes: "Tenemos que recuperar nuestros deportes, estoy cansado de ver partidos de béisbol de hace 14 años. En realidad, no he tenido mucho tiempo para verlos, diría que tal vez veo un bateador y luego vuelvo al trabajo".

Poco antes, se había confirmado que la WWE podría continuar emitiendo sus shows en directo desde su centro de entrenamiento en Florida gracias a que ha sido considerada como un "negocio esencial" y, por lo tanto, no tiene que seguir los criterios de confinamiento que afectan a la mayoría de las empresas. El propio alcalde del condado de Orange, Jerry Demmings, explicaba que se produjo "alguna conversación con la oficina del gobernador" para que la lucha libre pasara a formar parte de la lista de negocios esenciales y, por lo tanto, pudieran permanecer abiertos.

Donald Trump es un apasionado de la lucha libre y ha participado en varias ocasiones en los espectáculos de la WWE. En el año 2007, protagonizó la llamada ‘pelea de los billonarios’ con el propio Vince McMahon, representado cada uno por un luchador en el ring. Años más tarde, siendo ya presidente de Estados Unidos, recibió un castigo en el ring por parte de uno de los mitos de la WWE, ‘Stone Cold’ Steve Austin, que dejó KO al presidente sobre la lona.