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UFC Philadelfia: el KO en 49 segundos en una noche espectacular para las MMA
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UFC Philadelfia: el KO en 49 segundos en una noche espectacular para las MMA

La velada de Filadelfia fue una noche de puro espectáculo en la que los jueces tuvieron que decidir poco. Jack Hermansson tardó solo 49 segundos en ganar a David Branch

Foto: Uno de los combates de UFC Filadelfia. (USA TODAY Sports)
Uno de los combates de UFC Filadelfia. (USA TODAY Sports)

Cuando metes en una misma velada a Justin Gaethje, Edson Barboza, Josh Emmett o Jack Hermansson sabes que vas a lo que vas, a dar espectáculo, a repartir nocauts para que el público disfrute. Nada estaba hecho al azar en UFC Filadelfia porque Dana White se había pensado muy bien los emparejamientos. El resultado, como no podía ser de otra manera, fue brutal. Y lo cierto es que no le venía nada mal a la gran liga estadounidense, que en las últimos tiempos se ve dominada por los 'wrestlers', peleadores que priman la lucha olímpica o el sambo por encima de otras disciplinas. Luchadores como Henry Cejudo, Khabib Nurmagomedov o Kamaru Usman, todos ellos campeones en sus respectivas divisiones, solo vienen a confirmar esa tendencia (acentuada, además, por la llegada de Ben Askren).

UFC Filadelfia, no obstante, no estaba pensada para ellos. La pelea estelar de la noche la protagonizaron el estadounidense Gaethje y el Edson Barboza, dos pegadores ('strikers', como se les conoce) de libro. El duelo se lo llevó Gaethje, que planteó una pelea muy inteligente desde el primer segundo del primer y único asalto. A sabiendas de que tenía delante de sí a un gran experto en 'kick boxing', lo primero que hizo fue colocarle dos patadas bajas al muslo. Al brasileño, interpelado en su propio terreno, eso le debió parecer inadmisible y se lanzó a responder a si rival con la misma moneda.

Grave error, porque con ello ya estaba jugando a lo que su rival quería, a intercambiar golpes. Y ahí, quien salió vencedor fue el estadounidense, que se mantuvo mucho más ordenado y colocó mucho mejor sus golpes, hasta que mandó a su rival a la lona.

Excelente pelea de Gaethje que le pone no solo entre los mejores luchadores de su división, el peso ligero, sino también entre los que más espectáculo dan. Eso garantiza peleas y dinero y él lo sabe bien. "Las MMA son el deporte más duro del planeta pero también el mayor espectáculo del mundo. Y yo lo garantizo", dijo nada más terminar el combate. Le esperan buenas peleas al estadounidense.

Pero si la velada iba de dar espectáculo, de peleas cortas en las que los jueces tienen poco que decir, el sueco Jack Hermansson también cumplió su función acabando con el estadounidense David Branch en 49 segundos. Lo que tardó en derribar a su rival y estrangularlo en el suelo, aunque para esto contara con la colaboración del propio Branch, que según cayó no tuvo mejor idea que intentar levantarse dando la espalda a su oponente. Todo un suicidio en MMA.

Por si faltaba poco, por Philadelphia también andaba Josh Emmett, que en su día sonó como aspirante al cinturón (hasta que Jeremy Stephens le mandó a dormir). Emmett es un luchador algo limitado que a veces da la impresión de hacer solo dos cosas, esquivar y sacar el croché o entrar al clinch y sacar el croché (porque sabe que tiene dinamita en las manos). Frente a Michael Johnson lo hizo durante toda la pelea, una vez después de otra, hasta que su rival se confió. Llegado el momento, Emmett se ahorró la esquiva o la entrada y lanzó simplemente el golpe, que alcanzó de lleno la cara de su oponente. Es lo que tiene entrar en automatismos y es lo que tiene tener una mano derecha de acero.

Lo dicho, la UFC, cuando quiere y puede, sabe cómo emparejar a los contrincantes para que los nocauts proliferen. La velada de Filadelfia fue una buena prueba de ello. Esperemos que UFC 236, que tendrá lugar en Atlanta, esté a la misma altura, algo que no será difícil si tenemos en cuenta que allí se enfrentarán Max Holloway y Dustin Poirier por el título interino del peso ligero e Israel Adesanya y Kelvin Gastelum por el cinturón del peso medio.

Cuando metes en una misma velada a Justin Gaethje, Edson Barboza, Josh Emmett o Jack Hermansson sabes que vas a lo que vas, a dar espectáculo, a repartir nocauts para que el público disfrute. Nada estaba hecho al azar en UFC Filadelfia porque Dana White se había pensado muy bien los emparejamientos. El resultado, como no podía ser de otra manera, fue brutal. Y lo cierto es que no le venía nada mal a la gran liga estadounidense, que en las últimos tiempos se ve dominada por los 'wrestlers', peleadores que priman la lucha olímpica o el sambo por encima de otras disciplinas. Luchadores como Henry Cejudo, Khabib Nurmagomedov o Kamaru Usman, todos ellos campeones en sus respectivas divisiones, solo vienen a confirmar esa tendencia (acentuada, además, por la llegada de Ben Askren).

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