El deportivo gesto de Kerman Lejarraga tras perder el cinturón del peso welter

Kerman Lejarraga cedió su corona de campeón de Europa del peso welter tras perder por KO técnico en el noveno asalto ante el ruso David Avanasyan en un Bilbao Arena abarrotado por 10.000 aficionados que fueron testigos de la primera derrota en la carrera del boxeador vizcaíno. El árbitro del combate paró la pelea cuando apenas habían transcurrido 30 segundos del noveno asalto después de que Avanesyan descargara una demoledora serie de golpes sobre el rostro de un Lejarraga ya desarbolado y sin capacidad de reacción pese a que intentó aguantar con bravura. Lejarraga protagonizó un gesto de enorme deportividad al ser él quien puso el cinturón al nuevo campeón.

Avanasyan, excampeón del mundo, se proclamó nuevo monarca continental tras una encarnizada pelea en la que supo soportar con entereza el trabajo de desgaste del vasco en los primeros tres asaltos para, a partir de cuarto, castigar con crudeza los huecos que iba encontrando en la guardia de su rival. En ese cuarto asalto Avanesyan cazó por primera vez a Kerman con un derechazo al mentón que mandó a la lona al pupilo de Txutxi del Valle. Lejarraga, después de escuchar la cuenta de protección, se sobrepuso con entereza, pero apenas encontró respuestas para neutralizar la explosividad y la velocidad de movimientos de Avanesyan, cada vez más sólido y confiado sobre el cuadrilátero.

En el octavo, 'El Revólver' aumentó la presión con varios golpes de izquierda de hicieron daño a Avanesyan y, por momentos, hicieron soñar a su legión de seguidores con una nueva victoria por la vía rápida, una ilusión que cortó de raíz el ruso poco antes de que sonara la campana con otro duro golpe en el mentón que hizo daño a Lejarraga. El duro castigo empezó a hacer mella en el vizcaíno. Avanseyan olió la sangre y lanzó ese último y letal ataque que obligó al árbitro a parar la contienda para evitar un mayor castigo ya innecesario ante la superioridad del boxeador afincado en Inglaterra y preparado por Neil Marsh.

"Lo siento familia, espero tener una revancha en Bilbao, en Rusia o en Londres. Lo he intentado, pero no ha sido suficiente", se despidió un emocionado Lejarraga desde el cuadrilátero nada más acabar la pelea.