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UFC: Cormier destroza a Miocic en el primer asalto con un KO brutal
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UFC: Cormier destroza a Miocic en el primer asalto con un KO brutal

Daniel Cormier noqueó a Stipe Miocic en UFC 226 y logró el título del peso pesado, que suma al título del peso semipesado. Algo al alcance de muy pocos

Foto: Cormier noqueó a Miocic en el primer asalto. Ahora es campeón del peso semipesado y el pesado.
Cormier noqueó a Miocic en el primer asalto. Ahora es campeón del peso semipesado y el pesado.

El 29 de julio de 2017, Daniel Cormier, también conocido como DC, cayó noqueado por Jon Jones en la pelea que debía dirimir quién era el campeón de los pesos semipesados de la UFC. Con una increíble patada en la cabeza, Jones mandó a Cormier a dormir, arrebatándole el título de la categoría. Lleno de tristeza y frustración, el derrotado dejó el octógono hecho un mar de lágrimas. A sus 38 años, y después de perder por segunda vez con el mismo adversario, DC pensó que su carrera tocaba a su fin. Luego sabríamos que Jones había hecho trampas, una vez más, y que Cormier seguía siendo el campeón efectivo de la división. Esa derrota, no obstante, dejó un poso muy amargo en el de Louisiana, que vio que su retirada podía llegar por la puerta chica. De alguna forma, Cormier era campeón, pero no del todo, porque no había ganado y no había posibilidad de revancha porque Jones había sido sancionado. Así que cuando la UFC le propuso a DC pelear con Stipe Miocic, el indiscutible campeón de los pesos pesados, no se lo pensó dos veces. Era su oportunidad de recuperar la gloria perdida. Si ganaba sería el campeón de los dos pesos, el semipesado y el pesado. Algo al alcance de muy pocos. Esto es lo que estaba en juego para Cormier en UFC 226.

DC, con casi 15 centímetros menos de estatura, empezó la pelea con mucho respeto, casi con miedo. Lo reconoció después: “Fui cauteloso hasta que me conectó un par de veces. Fue entonces cuando me di cuenta de que mi adversario pegaba fuerte pero no tanto como se decía”. Cormier evitó que Miocic entrara en su distancia para golpearle y, cuando entró, buscó inmediatamente el 'clinch' para tratar de conectar golpes desde ahí. La estrategia estaba clara. Solo necesitaba asentarse en la pelea y, una vez dentro, llevársela a su terreno, al boxeo sucio y la distancia corta. Fue ahí donde Cormier le soltó un croché al mentón que Miocic no pudo atajar. Cayó al suelo y ahí se acabó todo.

Máximo respeto

Impresionante. Stipe Miocic, el hombre que le había dado una buena lección de humildad a Francis Ngannou, quien había noqueado a Fabrizio Werdum de un solo puñetazo, el único que ha defendido su cinturón con éxito en dos ocasiones, estaba semiinconsciente en el suelo, noqueado por un tipo mucho más pequeño que él. Poca gente se lo esperaba, por no decir casi nadie. “Mucha gente dudaba de mí por pelear en el peso pesado, pero yo sólo he perdido con Jon Jones en MMA. Me subestimaron”, dijo DC al poco de acabar la pelea. Con esta victoria, el nuevo campeón ha levantado la admiración, reconocimiento y respeto de casi toda la comunidad UFC. Cub Swanson, Nurmagomedov, Cyborg o Covington no dudaron en señalar en Twitter que Daniel Cormier es 'the GOAT' (el más grande de todos los tiempos). Así ha recuperado la gloria y la grandeza tras haber estado en la cuerda floja después de la derrota con Jones. “Daniel siempre ha estado a la sombra de Jon Jones. Esto le saca definitivamente de esa sombra y le coloca como uno de los más grandes luchadores de la historia”, reconoció Dana White después de la pelea.

Cormier no pudo evitar romper a llorar mientras le colocaban el cinturón y el 'speaker' pregonaba su victoria. En ese momento era el hombre más feliz del planeta. “Tengo 39 años y he conseguido todo lo que se podía conseguir. No puedo describir con palabras lo que siento. Soy el campeón de dos categorías simultáneas. Es maravilloso”. De todas formas, el éxtasis en la cima del mundo duró lo que tardó en retar a Brock Lesnar, el 'wrestler' y excampeón de los pesos pesados de UFC allí presente, desde el mismo octógono. Parece que no hay vida sin reto. Al más puro estilo de la WWE, Lesnar se metió en el octógono con DC y le propinó un empujón que pudo desatar las hostilidades allí mismo. No sucedió, pero la pelea ya se dibuja en el horizonte. Serán diez centímetros de diferencia de altura y casi 30 kilos de peso, pero Cormier ya dejó bien claro que no le tiene miedo y que cuando el día llegue va a “patearle el trasero”. Ya veremos.

Preocupación por Holloway

UFC 226 nos dejó esta épica historia de Daniel Cormier, una de esas historias que tanto nos gustan. Pero en la velada no solo hubo alegría y superación, también preocupación. Max Holloway, el campeón del peso pluma, debía defender su título frente a Brian Ortega, pero la pelea no pudo celebrarse por los problemas de salud de Holloway. Tres días antes de la pelea, el campeón comenzó a mostrar síntomas preocupantes de conmoción cerebral. Lo detectaron los médicos antes de la pelea y le impidieron pelear. No se sabe bien si esto se debió a un golpe o al corte de peso, pero lo cierto es que es la tercera vez que Holloway no puede entrar en el octógono por problemas de salud.

Todavía no se sabe bien a qué se deben estos problemas, pero parece que el campeón va a estar una temporada en el dique seco. El riesgo, el miedo, el reto, la preocupación, el trabajo hasta la extenuación, el compañerismo o la superación forman parte intrínseca de este deporte. En UFC 226 a Cormier le tocó ganar su reto. A Holloway, sin embargo, le quedan el miedo y la preocupación, pero también la solidaridad de muchos luchadores que, como Conor McGregor, señalaron que las MMA también tienen zonas oscuras.

El 29 de julio de 2017, Daniel Cormier, también conocido como DC, cayó noqueado por Jon Jones en la pelea que debía dirimir quién era el campeón de los pesos semipesados de la UFC. Con una increíble patada en la cabeza, Jones mandó a Cormier a dormir, arrebatándole el título de la categoría. Lleno de tristeza y frustración, el derrotado dejó el octógono hecho un mar de lágrimas. A sus 38 años, y después de perder por segunda vez con el mismo adversario, DC pensó que su carrera tocaba a su fin. Luego sabríamos que Jones había hecho trampas, una vez más, y que Cormier seguía siendo el campeón efectivo de la división. Esa derrota, no obstante, dejó un poso muy amargo en el de Louisiana, que vio que su retirada podía llegar por la puerta chica. De alguna forma, Cormier era campeón, pero no del todo, porque no había ganado y no había posibilidad de revancha porque Jones había sido sancionado. Así que cuando la UFC le propuso a DC pelear con Stipe Miocic, el indiscutible campeón de los pesos pesados, no se lo pensó dos veces. Era su oportunidad de recuperar la gloria perdida. Si ganaba sería el campeón de los dos pesos, el semipesado y el pesado. Algo al alcance de muy pocos. Esto es lo que estaba en juego para Cormier en UFC 226.

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