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"El hotel es un hospital de guerra". El equipo que se parte la cara gratis por España
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EL DURO MUNDIAL DE LAS MMA

"El hotel es un hospital de guerra". El equipo que se parte la cara gratis por España

Álvaro Ucendo, Carlos Ibáñez y Ricardo Cáceres, del 12 al 19 de noviembre en Bahrein, disputarán el Mundial de las MMA representando gratuitamente a España

Foto: Carlos Ibáñez, Álvaro Gómez, Pablo Ortin, Morad Birok y Álvaro Ucendo.
Carlos Ibáñez, Álvaro Gómez, Pablo Ortin, Morad Birok y Álvaro Ucendo.

Cuando un luchador de MMA sale de una jaula después de tres asaltos, rara vez sale intacto. No sólo es que haya realizado un enorme esfuerzo físico y mental o que haya sufrido heridas, es que ha descargado toda la adrenalina de su cuerpo después de meses de preparación y sacrificios. Cuando un combate de MMA termina, el peleador se lo ha dejado todo y, gane o pierda, al menos sabe que tiene unos días para, por lo menos, comer lo que le dé la gana. Esto es así siempre y cuando el luchador no esté en el mundial amateur de MMA. Allí la prueba a la que se enfrenta el deportista es, si cabe, más dura. Y es que este mundial es casi como pelear en cinco veladas del tipo de UFC en la misma semana.

Este es el reto al que se enfrentarán Álvaro Ucendo, Carlos Ibáñez y Ricardo Cáceres del 12 al 19 de noviembre en Bahrein. Siete días de campeonato en los que, para poder hacerse con el oro para España, tendrán que ganar nada más y nada menos que cinco peleas. “El problema para ganar no es solo que vayan los mejores peleadores del mundo a nivel amateur sino poder aguantar. Llega un momento en que el hotel parece un hospital de guerra”, dice Pablo Ortin, entrenador de Álvaro y Carlos, que el año pasado ya pudo comprobar la dureza del formato en Las Vegas.

Foto: El canadiense Saint Pierre. (Foto: @GeorgesStPierre)

El hecho de que las MMA sean un deporte tan duro hace que sea muy difícil plantearse una estrategia para tantas peleas seguidas. Para Pablo “las primeras se ganan más técnicamente y las finales más con el corazón. La idea es ganar pelea a pelea y evitar lesiones que nos impidan avanzar hasta la final. Tú puedes ser muy bueno pero si noqueas a tu rival en semifinales y te haces daño justo con ese golpe estás fuera de la final”. Pese a que pueda parecer otra cosa, lo cierto es que es un deporte que exige tanta fuerza como inteligencia y estrategia. Como dice Álvaro Ucendo “las peleas no se ganan siempre por ser el mejor sino el más inteligente”. Que se lo pregunten a George St-Pierre, que hace poco se hizo con el cinturón de campeón de UFC frente a Bisping gracias a un detalle de chico listo.

placeholder Las MMA siguen creciendo en España. (Foto: Ricardo Rubio)
Las MMA siguen creciendo en España. (Foto: Ricardo Rubio)

Grandes metas, pocos recursos

Carlos, que peleará en peso pluma, tiene muy claro que va a por el oro. “Voy a ir con todo”, dice. Este luchador madrileño entrena varias horas todos los días y los fines de semana trabaja como mozo de almacén para pagarse sus entrenamientos y su vida: “Es muy duro. Nadie nos paga por entrenar y apenas tenemos financiación. Casi todos los recursos van a deportes de pelota”. Su entrenador, Pablo, pone a su disposición todo su tiempo y su propia escuela, Santadolores, pero en España los recursos para el deporte de competición se asignan en función de distintos criterios, que sean olímpicos entre ellos. Y las MMA no lo son. Los luchadores de MMA se suman a esa larga lista de jóvenes que trabajan sin descanso por grandes objetivos sin demasiada ayudas por parte del Estado.

Carlos, Álvaro, Ricardo e incluso Pablo asistirán a este mundial haciendo un gran esfuerzo en todos los sentidos para representar a España. Se lanzarán a la conquista de Bahrein con la ilusión de traer alguna medalla y, con ello, dar el salto a las grandes ligas profesionales, que envían a sus ojeadores a estas competiciones para captar los mejores talentos. De hecho, la propia UFC renovó su compromiso con la Federación Internacional de Artes Marciales Mixtas (IMMAF), organizadora del campeonato, cuyo objetivo es conseguir que este deporte llegue al estatus de olímpico. Igual esto tarda en llegar, así que mientras tanto los luchadores siempre tendrán la opción de que UFC se fije en ellos y lleguen a ocupar el lugar de las estrellas que hoy admiran: McGregor o Cody Garbrandt entre ellos.

Cuando un luchador de MMA sale de una jaula después de tres asaltos, rara vez sale intacto. No sólo es que haya realizado un enorme esfuerzo físico y mental o que haya sufrido heridas, es que ha descargado toda la adrenalina de su cuerpo después de meses de preparación y sacrificios. Cuando un combate de MMA termina, el peleador se lo ha dejado todo y, gane o pierda, al menos sabe que tiene unos días para, por lo menos, comer lo que le dé la gana. Esto es así siempre y cuando el luchador no esté en el mundial amateur de MMA. Allí la prueba a la que se enfrenta el deportista es, si cabe, más dura. Y es que este mundial es casi como pelear en cinco veladas del tipo de UFC en la misma semana.

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