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Carolina Marín como inspiración para llegar a Río con unos guantes de boxeo
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las mujeres se hacen un hueco en el ring

Carolina Marín como inspiración para llegar a Río con unos guantes de boxeo

Miriam Gutiérrez, Jennifer Miranda, Tamara Fabiana García y Valeria del Carmen Saldaño trabajan a diario, durante interminable horas, para alcanzar un sueño: clasificarse para los Juegos de Río

Son las 10 de la mañana y se acciona la tecla del play de un radiocasete. Comienza a sonar música latina que más tarde puede dar paso al reggaeton o a cualquier estilo similar. Así se pone en marcha una sesión de entrenamiento cualquiera en una sala del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid. En este espacio, un grupo de mujeres sueña con alcanzar la gloria olímpica el próximo año en Río de Janeiro. Miriam Gutiérrez Parra, Jennifer Miranda Maqueda y Tamara Fabiana García Zaragoza, a las que se ha unido Valeria del Carmen Saldaño, ahora en periodo de prueba, no han dudado en sacrificar su vida personal para luchar por un sueño. Y nunca mejor dicho lo de luchar, pues ese anhelo olímpico germina sobre un ring y con unos guantes como herramienta para conseguirlo. El boxeo es parte fundamental en sus vidas. Han entrado en la recta final para conseguir el billete que les permita representar a España en los próximos Juegos Olímpicos. “Podemos estar”, coinciden todas en señalar.

Rafa Lozano (doble medallista olímpico), Carlos Peñate y Javier Pardo (Coordinador Deportivo de la Federación Española de Boxeo) dirigen en el CAR de Madrid el destino de estas atletas que durante largas e intensas sesiones de trabajo son pulidas para que no falten a la cita de Río. Ellos mejor que nadie conocen el esfuerzo que realizan estas luchadoras a diario, muchos días con dobles y exigentes sesiones de entrenamiento. Uno cualquiera -solo libran uno a la semana- puede empezar a las 5 de la mañana para Miriam, madre de dos hijos y con un trabajo. Ejemplo perfecto de que con ilusión se vence en cualquier situación. No pueden aspirar, por ahora, a las bolsas que se manejan, por ejemplo, en el próximo combate Mayweather-Pacquiao, pero a esfuerzo son difíciles de superar. Nada que envidiar por ahí a los dos cracks del boxeo mundial.

Deporte en alza

“Alcanzar el sueño olímpico lo es todo, es la meta para todo deportista. Merece la pena cualquier esfuerzo, que en nuestros casos es mucho más duro de lo que la gente pueda pensar”, dice Tamara cuando la preparación entra en su recta final con vistas a las pruebas que darán derecho a estar en Río. Y apunta Jennifer que “nosotras lo tenemos más complicado porque sólo participamos en tres pesos -51, 60 y 75-, lo que provoca que muchas boxeadoras de gran nivel entran en la lucha. La verdad es que es difícil clasificarse”. “Si destacas, se te valora aunque seas mujer, y prueba de ello es que combatimos fuera de España. Es cierto que para todo estamos algo detrás en relación con los hombres, pero tal vez en 2020 tengamos más opciones de estar en unos Juegos, aunque para ello hacen falta cambios para equiparar el boxeo femenino al masculino”, subraya.

“Es difícil, pero tienes que marcarte una meta en la vida para llegar a ella… y Río es una meta”, dice Miriam, que con dos hijos y un trabajo, es el mejor ejemplo del sacrificio que hacen estas luchadoras. “Sería algo muy grande clasificarse para los Juegos, pero después habrá más metas que alcanzar”, resalta, recordando que el boxeo femenino está en franco crecimiento porque “cada vez hay más nivel y más chicas saliendo al extranjero. El esfuerzo es enorme, pero los objetivos se pueden alcanzar y prueba de ello es que nosotras estamos consiguiendo buenos resultados”.

Un ejemplo a seguir

“Los únicos que están en condiciones de valorar nuestro esfuerzo son los que conviven con nosotras en el CAR. Se ven las cosas muy bonitas cuando ganas algo, pero detrás hay mucho sacrificio que no se ve”, recuerda Jennifer, que no pierde la ocasión, mientras sus compañeras asienten, de ensalzar los logros de Carolina Marín. “Entrena en una sala cercana a la nuestra y para nosotras es fuente de inspiración, un ejemplo de lucha y sacrificio”, dice, subrayando que “la hemos visto atravesar situaciones difíciles y ha salido de todas ellas. No hemos conseguido algo tan grande como Carolina, pero estamos en ello, al menos intentándolo”.

“Todas y cada una de nosotras sacrifica cosas; hemos sacrificado familia, amistades, vivir otras cosas… El trabajo físico es importante y por consiguiente se necesita tiempo de descanso y una buena alimentación”, explica Miriam, para subrayar el duro trabajo diario, recordando que “Jennifer es de Sevilla, Tamara es argentina, yo sacrifico tiempo con mis hijos.... Por eso cuesta tanto alcanzar el objetivo, pero todas queremos estar en Río y podemos hacerlo”. “Los mitos van cayendo poco a poco, como que el boxeo, la lucha o el fútbol sean sólo para hombres”, recalca Jennifer.

Violencia cero

“Vende más el boxeo masculino, pero cada vez se tiende más a incluir peleas femeninas en las veladas”, recuerda Tamara. Y para los detractores de este deporte, Jennifer acaba diciendo que “no es un deporte violento, algo que le atribuyen muchos. Tienes que ser inteligente para practicarlo, no sólo se trata de fuerza y potencia. Pero no hay que ser violento para subir a un ring. Es un deporte más, en el que tanto física como psicológicamente tienes que estar al ciento por ciento. Yo, por ejemplo, soy la persona menos agresiva del mundo y me subo a un cuadrilátero. Cuando acaba la pelea, te das la mano con el rival y punto”.

Rafa Lozano, que sabe lo que es colgarse, y por partida doble, una presea olímpica, considera que este ramillete de boxeadoras tiene serias opciones de alcanzar el objetivo porque “cuando han boxeado con las mejores del mundo, la pelea ha estado pareja. En el clasificatorio, si las lesiones las respetan, cualquiera de ellas puede conseguir plaza olímpica”. Y destaca que la faceta psicológica, que también trabaja con las chicas, es fundamental, explicando que “no quiero que me vean como una referencia, pero saben el sacrificio que tuve que hacer durante 12 años para alcanzar el objetivo. Pierden contacto con su círculo familiar y personal por alcanzar un sueño y merece la pena. Se sigue pensando que el boxeo es un deporte de hombres, pero estas chicas demuestran con hechos que no es así. Y como siempre digo, el que la sigue, la consigue…”.

Son las 10 de la mañana y se acciona la tecla del play de un radiocasete. Comienza a sonar música latina que más tarde puede dar paso al reggaeton o a cualquier estilo similar. Así se pone en marcha una sesión de entrenamiento cualquiera en una sala del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid. En este espacio, un grupo de mujeres sueña con alcanzar la gloria olímpica el próximo año en Río de Janeiro. Miriam Gutiérrez Parra, Jennifer Miranda Maqueda y Tamara Fabiana García Zaragoza, a las que se ha unido Valeria del Carmen Saldaño, ahora en periodo de prueba, no han dudado en sacrificar su vida personal para luchar por un sueño. Y nunca mejor dicho lo de luchar, pues ese anhelo olímpico germina sobre un ring y con unos guantes como herramienta para conseguirlo. El boxeo es parte fundamental en sus vidas. Han entrado en la recta final para conseguir el billete que les permita representar a España en los próximos Juegos Olímpicos. “Podemos estar”, coinciden todas en señalar.

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