Mike Tyson, de matón del ring a maestro zen

Nunca es tarde para cambiar. Mike Tyson, uno de los mejores púgiles de la historia del boxeo, ha decidido olvidar su vida pasada como deportista para tratar de convertirse en una referencia para la sociedad. El que fuera el boxeador más joven de la historia en conseguir un título mundial de los pesos pesados, ahora ha escondido sus guantes en el armario y ha elegido el camino de la espiritualidad, convirtiéndose en maestro zen.

Tyson forjó su leyenda a base de esfuerzo. Cuando tan sólo tenía dos años, su padre abandonó a su familia, y su madre se vio obligada a sacar a su familia adelante. El joven Tyson, que era el hazmerreír de su escuela por culpa de su ceceo, estuvo muy desatendido en sus primeros años de mi vida, un hecho que le marcaría drásticamente. Condenado a la pobreza y a la violencia callejera, a los 13 años ya había sido detenido en 38 ocasiones.

Recluído en el reformatorio 'Tryon School', Tyson descubrió su verdadera pasión: el boxeo. Horas y horas de práctica le sirvieron para que uno de los grandes ojeadores, Cus D'Amato, se fijara en él y le diera la oportunidad de convertirle en un púgil de renombre. A partir de ese momento, Tyson vio una puerta abierta hacia su futuro, y se dedicó a utilizar sus puños para lograr su sueño: convertirse en un ídolo de masas.

En sus comienzos, Tyson demostró tener un poder descomunal en sus puños. A pesar de ser menudo para el peso pesado, pues no pesaba más de 94 kilos, la potencia de sus golpes era un arma letal en el ring. Tal fue su impronta que tan sólo un año y medio después de convertirse en profesional tuvo la primera oportunidad de disputar el título Mundial de la WBC. Su rival, Trevor Berbick, tan sólo duró dos asaltos en pie.

A por la 'triple corona'

Así, se convirtió en el boxeador más joven en conseguir un título mundial, tras lograrlo a sus 20 años y 4 meses. Su siguiente objetivo fue unificar todos los títulos de los peso pesado, logro que consiguió en 1987. Tras defender su título WBC ante James 'Bonecrusher' Smith, consiguió el WBA tras derrotar al propio Smith. Posteriormente, defendió este título ante Pinklon Thomas, para conseguir el IBF ante Tony Tucker.

El poder de Tyson era pleno, un hecho que se veía reflejado en sus ingresos económicos, convirtiéndose en uno de los deportistas mejor pagados del planeta. Sus ganancias eran descomunales, y su popularidad eran tales que se convirtió en todo un icono mediático. Sin embargo, en 1991 su carrera se iba a ver truncada, tras ser condenado a seis años de prisión después de ser acusado de violación.

Sólo tres años y ocho meses después, era puesto en libertad por buena conducta, momento en el que Tyson trató de volver a reunificar sus títulos. Tras lograr el de la WBC frente a Frank Bruno y el de la WBA ante Bruce Seldon, llegó uno de los combates que pasó a la historia del boxeo, frente a Evander Holyfield, una pelea que perdería Tyson por KO técnico después de once asaltos.

Un año más tarde, llegaría la revancha, en la que volvería a vencer Holyfield y se produciría uno de los hecho más recordados de los últimos años en el boxeo, después de que Tyson arrancara parte de la oreja a su rival. A partir de esete momento, Tyson perdió el norte: castigado por hacer trampas en el ring, condenado por golpear a dos motoristas y positivo por marihuana fueron sus 'grandes' aportaciones.

Última pelea y cambio de vida

En 2002 llegó su última gran oportunidad de tener un título mundial ante Lennox Lewis. Sin embargo, Tyson no estuvo a la altura, siendo derrotado por KO en el octavo asalto. Sabía que era el ocaso de su carrera, y en 2005 se retiró, después volver a ser condenado por asalto, acoso y conducta desordenada y declararse en bancarrota tras despilfarrar más de 300 millones de dólares en los últimos años.

Ahora, casi doce años después y tras vivir prácticamente de la caridad, ha decidio dar un cambio radical en su vida. Ha hecho pública su renuncia a su anterior vida y ha decidido dedicarse a la espiritualidad, asegurando que su sueño sería convertirse en un maestro zen al que pudieran seguir millones de fieles. Se ha hecho vegano y ha rechazo todas sus posesiones materiales.

Tyson, el que fuera uno de los púgiles más grandes de todos los tiempos, se ha sumergido en la calma espiritual para darle un nuevo impulso a su vida. Por si fuera poco, será el protagonista de un 'reality 'en el que contará su vida, en la que ha decidido transformarse en maestro zen. Adiós a los puños para convertirse a la espiritualidad: este es el nuevo camino de Mike Tyson, una leyenda del deporte mundial.