Luis Scola, exjugador argentino de la NBA: "Lo que más me me impresionó en Houston no fueron Yao Ming o McGrady, fueron los demás"

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Luis Scola es uno de los mejores jugadores argentinos de la historia. El pívot tuvo una dilatada carrera que se extendió hasta los 41 años. Jugó en Europa, dejando huella en la ACB de la mano del Baskonia, con el que ganó la liga, tres Copas del Rey y tres Supercopas a principio de siglo.

Luego dio el salto a la NBA y fue reclutado por los Spurs al quedar en los últimos puestos de la segunda ronda de 2002. Aunque tardó en hacer la transición a la NBA hasta que sus derechos fueron cedidos a los Houston Rockets en la temporada 2007-08.

El argentino estuvo de 2007 a 2017 en la liga estadounidense, disputando 743 partidos repartidos entre los Rockets, Suns, Pacers, Raptors y Nets antes de prolongar su carrera en China e Italia. Su media de puntos y rebotes fue de 12.0 y 6.7 respectivamente.

Hace unos meses, Scola fue entrevistado por ‘Drafteados’, que le preguntaron por su época en los Rockets y por nombres propios que jugaron con él en la franquicia texana como Yao Ming o Tracy McGrady.

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Al ser preguntado por su época en los Houston Rockets, el argentino dijo: “Todos esos jugadores me impresionaron muchísimo pero lo que más me impresionó de la NBA fue el resto de jugadores que se suponían que eran malos”, comenzó explicando el pívot.

Contó que alucinó con el nivel de los jugadores en la NBA y explicó lo que sucedió en un Open Gym, que son sesiones de entrenamiento abiertas, generalmente durante la temporada baja, donde los jugadores pueden practicar y jugar libremente sin la presión de las pruebas o prácticas estructuradas.

“Estaban los que supuestamente no iban ni siquiera a estar en el equipo, los que eran invitados. Allí hacen el Open Gym, que a las 11 se abre y la gente va con sus amigos y jugamos un partido”, contó Scola.

De estos jugadores menos conocidos, el pívot dijo: “Si a estos los llevamos para Europa y son el mejor jugador de Europa en un año. Eran increíbles, saltaban, corrían y yo decía, ‘¿cómo voy a hacer para jugar aquí?’ porque no son los que en teoría deberían ser unos monstruos. Me sorprendió la cantidad de talento y la capacidad atlética que tienen en Estados Unidos, eso fue lo que más me impresionó”, destacó.

Para él, lo que más le impactó de la NBA no fueron las estrellas, fue el alto ritmo de juego, en el que todo se hacía un segundo más rápido que en ligas de otros países.