Así es el hombre que convenció al gigante de Nike para fichar a Michael Jordan

Sonny Vaccaro era el ejecutivo de marketing y promotor del baloncesto para la marca Nike. Se encargaba de investigar qué jugadores universitarios podrían triunfar en la NBA y convencerlos de fichar por la marca deportiva norteamericana.

Hubo un jugador que le encandiló y que le hizo hacer la mayor apuesta en su carrera, a pesar de que a todos le pareciera una locura su fichaje. Se trataba de Michael Jordan. Vaccaro acudió a un partido de la NCCA en 1982 y allí vio anotar el tiro ganador al Jordan para que su equipo de Carolina del Norte ganase el campeonato, siendo él un estudiante de primero de tan solo 19 años.

Ese día, el trabajador de Nike quedó prendado por el jugador. Dos años más tarde, se jugó hasta su puesto de trabajo para conseguir que Jordan firmase por Nike, respaldando su fichaje por la compañía deportiva, que por aquel entonces estaba muy por detrás de Converse y Nike, referentes en la época en calzado de baloncesto.

Vaccaro insistió a sus jefes de que usasen todo el presupuesto que tenían pensado repartir en tres contratos diferentes para jugadores de la NBA y centrarlo solo en Jordan. En ese tiempo, Michael no había ni debutado en la NBA y tenía 21 años.

"Ese tiro cambió el mundo, por lo que Michael Jordan llegó a ser", dijo a BBC Sport. "Cuando hizo el tiro, me convenció de que haría cualquier tiro del mundo". En sus memorias, 'Legends and Soles' (Leyendas y suelas), describe cómo tuvo que convencer a sus jefes para que apostaran por una estrella emergente, mientras competidores como Converse respaldaban a nombres tan conocidos como Magic Johnson.

Una apuesta por Jordan que casi le cuesta su empleo

Vaccaro tuvo que convencer a toda su empresa, que veían una locura invertir todo el presupuesto anual (250.000 dólares) en un solo jugador y encima un novato. Según el propio protagonista, el antiguo jefe de Nike, Phil Knight, no estuvo satisfecho con la propuesta de Jordan "hasta el último minuto".

La oferta de Nike a Jordan en 1984 incluía 250.000 dólares anuales garantizados durante cinco años, además de una participación en su propia línea de productos, en la que se llevaría un porcentaje directo por la venta de cada uno de estos productos. No fue tampoco fácil convencer a Jordan, que prefería las opciones de Converse y Adidas.

Tras firmar ese acuerdo, Jordan se convirtió en el mejor jugador de la NBA de todos los tiempos, con seis campeonatos, seis MVP de las Finales, cinco MVP de la temporada regular y un récord de 10 títulos de anotación.

Su asociación con Nike también catapultó a la franquicia, que pasó de ser una empresa dedicada principalmente al calzado deportivo a convertirse en un gigante mundial valorado en algo menos de 30.000 millones de dólares, externos (23.000 millones de libras), con un monopolio sobre la NBA.

"Mi opinión personal es que, si no existiera Michael Jordan, ni siquiera estaríamos hablando de una empresa de zapatillas Nike", afirma Vaccaro. "Ese fue el acuerdo que cambió la visión de Estados Unidos sobre los jugadores de baloncesto y los patrocinios. Era magnético". La zapatilla Air Jordan, diseñada por Peter Moore, se vendió por primera vez en 1985. En 1986 se habían vendido zapatillas y productos Air Jordan por valor de 100 millones de dólares.

Con el paso del tiempo, su apuesta dio un vuelco a la fortuna de la empresa, transformó la forma de ver el baloncesto en todo el mundo y dejó una huella imborrable en la cultura de las zapatillas deportivas en todo el mundo. La historia se popularizó en la película 'Air' de 2023, en la que Vaccaro es interpretado por Matt Damon.

En su libro, además de detallar el acuerdo con Jordan, describe cómo fue capaz de detectar el potencial de futuras estrellas como Kobe Bryant, Tracy McGrady y LeBron James, a quien no pudo fichar por poco en 2003.